Coral invasor también afecta ecosistema del parque nacional Mochima

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No solo son los arrecifes coralinos sino los ecosistemas de costa han sido perjudicados por el crecimiento del coral invasor conocido como Unomia Stolonífera. 50 % de la zona de arrecifes al oeste del parque se ha perdido. Se afecta la estrategia alimentaria.

Cumaná. La presencia del coral invasor denominado Unomina Stolonífera ha generado preocupación en miembros de la comunidad pesquera que habita en el parque nacional Mochima e investigadores, debido a su acción depredadora.

Las repercusiones han sido denunciadas por el Consejo de Pescadores de Mochima, cuya representación asegura que han perdido más de 50 % de su pesquería y que los olores de amonio emanados por el coral invasor en zonas de pesca son muy fuertes.

De manera extraoficial también se conoció que, como consecuencia de la acción depredadora del coral, 57 % de las zonas de arrecife al oeste del parque se ha perdido y hay una migración de pescadores de la zona del estado Anzoátegui a Sucre que satura los inventarios de peces en la zona.

Debido a la sobreexplotación pesquera, el temor de los pobladores es tener una bahía sin arrecifes coralinos y, por ello, se han propuesto salvaguardar la biodiversidad.

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La problemática se incrementa y no solo afecta la biodiversidad y la ecología sino que tiene repercusiones económicas y de estrategia alimentaria.  Foto: Cortesía A.L-referencial

Sin embargo, hasta el momento no se ha aplicado un estudio metodológico para aseverar que esa afectación es real. Especialistas advierten que es válido señalar que la pesquería ha bajado porque esos ecosistemas sirven para la reproducción, desparasitación y alimentación del coral invasor.

Sostienen además que la problemática se incrementa y no solo afecta la biodiversidad y la ecología, sino que tiene repercusiones económicas y de estrategia alimentaria.

El animal, de acuerdo con la información local, fue introducido al parque por ‘acuaristas’, pero esta información no la hemos confirmado porque no ha habido un registro oficial”, declaró la bióloga de la Universidad de Oriente (UDO), Sybil Saint.

Saint explicó que siempre ha existido la posibilidad de que el agua de lastre de los barcos pueda contener semillas o formas larvales de otros océanos.

“Hasta ahora, lo que ha sido reportado por el Instituto Socialista de Pesca (Insopesca) son las bases que utilizan los ‘acuaristas’ para sembrar el coral en playas como Vallecito en el estado Sucre y Conoma en Guanta, estado Anzoátegui, por eso es que se asocia que fue introducido”, dijo.

Sin embargo, confirmó que el problema es que la especie tiene una tasa de crecimiento grande y ha taponado todo tipo de sustrato: no solo arrecifes coralinos, sino que está encima de las playas arenosas, en los manglares, zonas rocosas, en la parte baja de los muelles, “es decir, realmente se está convirtiendo en una plaga”, aseveró.

La especialista explicó que el animal tiene dos fases de reproducción: una sexual, es decir, que lanzan sus gametos sexuales al agua y se unen; y una parte vegetativa o asexual porque sus fragmentos, una vez que se extraen, se fracturan fácilmente. Esos “pedacitos” quedan en la corriente y, cuando consiguen sustrato disponible, se reproducen rápidamente; de manera que no recomienda extraerlos, sino que se haga una prueba previa.

En ese sentido, el Comité de Zonas Costeras se comprometió a desplegar el informe técnico al Ministerio de Ecosocialismo, pero lo ideal es lograr que se involucren las representaciones de pesca y acuicultura, turismo y alimentación.

Proponemos un abordaje integral, porque este tipo de problemáticas son complejas no se puede ir solo a extraer el coral, sino que se requiere estudio científico que estandarice la metodología, que garantice que la investigación y que el control de la especie invasora sea efectivo”, dijo.

A propósito de esto, se conoció que durante abril voluntarios trataron de limpiar de manera manual más de 3000 hectáreas invadidas por el coral en la zona del parque nacional Mochima, perteneciente al estado Anzoátegui.

La especialista confirmó que como parte de su trabajo científico en Mochima y el Golfo de Cariaco, desde hace 27 años han identificado especies invasoras que coexisten con especies nativas, pero en este caso, se requiere un estudio científico de laboratorio, con técnicas mecánicas, físicas y bioquímicas para determinar de qué manera se puede controlar.

Precisó, además, que el coral fue detectado antes de 2010 de acuerdo al testimonio de representantes de algunas fundaciones en la zona.

Se requieren, asimismo, pruebas en Mochima para determinar cuál es su tasa de crecimiento mensual y en función de esos datos hablar de controlarlo, “porque no se va a erradicar nunca”, indicó.

Aunque la bióloga reconoció que hay pruebas piloto en otras zonas del país como Patanemo, estos estudios no tienen nada que ver con la especie de Mochima ni con las condiciones ecológicas del nororiente del territorio, porque las aguas de allá tiene condiciones fisicoquímicas diferentes.

Como aspecto favorable, destacó que Mochima tiene una estación de investigación que se podría dotar y abaratar costos y aplicar una metodología propia.

La problemática fue presentada por especialistas, biólogos y miembros de la comunidad pesquera a la Comisión de Ambiente del Consejo Legislativo del estado Sucre, para sumar esfuerzos y captar la atención de las instituciones competentes.

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