Damnificados de Santa Fe: “Necesitamos ayuda. Si no es Maduro, que nos escuche Guaidó”

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Los damnificados de las comunidades rurales de Santa Fe, en la parroquia Raúl Leoni del municipio Sucre, estado Sucre, relataron que no quieren vivir de nuevo una tragedia como esta. Las aguas de los ríos enfurecidos destruyeron sus viviendas. Asdrúbal Belisario quedó en la calle y su mayor preocupación es su hijo con Síndrome de Down. Se sienten abandonados a su suerte por las autoridades.

Cumaná. Para el señor Asdrúbal Belisario, uno de los tantos de damnificados de estas últimas crecidas de río Colorado, han sido lo peor que ha visto en sus 64 años de vida. Él y su familia lo perdieron todo. Su casa está toda cuarteada y con las paredes agrietadas. Quedaron en la calle.

Eso fue feo. La fuerza con la que bajó el agua era muy grande. Ahí no dio tiempo a nada. No quiero que mis hijos vuelvan a vivir esto”.

Su voz se quiebra a medida que va relatando la tragedia. Le preocupa que a esta altura de su vida, si le pasa algo, ¿quién velará por sus hijos?

Su mayor preocupación es su niño con Síndrome de Down. El llanto aflora a sus ojos cuando recuerda lo sucedido. Solo pide que los saquen de allí. “Quiero que me saquen de aquí, no quisiera vivir esto otra vez”.

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Asdrúbal Belisario pide que lo saquen del lugar. Se preocupa por sus hijos, especialmente por el que padece Síndrome de Down. Foto: Mónica Salazar.

Ese es su drama y pidió al equipo de Crónica.Uno hacer ver a las autoridades la situación: la tragedia que hoy viven las comunidades rurales de Santa Fe.

Menos mal yo no estaba…

Montaña arriba en el sector de San Pedrito, de la casa Luis Beltrán Araguache solo quedó un cuarto maltrecho. El río se llevó el resto de su vivienda el domingo 27 de septiembre. La corriente arrasó con lo que era la sala, la cocina y el baño de la casa donde vive desde hace “añales”.

Luis había salido ese día y, cuando supo del desbordamiento del río, regresó para ver qué había pasado y se encontró con que el caudal había destruido casi toda su casa. No pudo sacar nada.

Ahora, a sus 72 años de edad, después de haber enviudado y haberse separado de su segunda esposa, con unos hijos que lo dejaron solo, le toca improvisar un cuarto a la intemperie, un fogón por cocina y un baño entre las matas. “Así me dejó el río”, dijo.

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Muchos improvisan refugios a la intemperie. Foto: Mónica Salazar.

Todos los vecinos de San Pedrito que sirvieron de guía al equipo de Crónica. Uno en la zona, expresaron su preocupación por la situación del señor Araguache. Aseguraron que estarán pendientes de su vecino, a quien que por su edad y apego le cuesta abandonar el lugar.

Rescatando algo de la siembra

En toda esta zona de Botalón, la Curva, El Naranjo, El Manguito, San Pedrito todo el mundo siembra. Y ahora, tras el paso del torrente del río, queda casi poco de los sembradíos.

Con esta crecida, sin precedentes de los ríos El Limonal, Colorado y Blanco se perdieron cosechas completas de plátano, yuca, ñame, maíz, ocumo, auyama.

Iván Romero, agricultor, narró que su esfuerzo y el de sus compañeros se perdió, al igual que las cosechas que fueron arrastradas por las aguas.

“En estos pueblos de Santa Fe se producen casi ocho toneladas de alimentos semanales”, dijo Iván, y con este desastre solo pudieron salvar unos pocos kilos de algunos rubros que sacaron en lomos de burros que les han servido para transportar lo poco que les quedó porque la vía está intransitable. Están incomunicados.

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Iván Romero relató que lo poco que pudieron salvar lo sacan en burros.Foto: Mónica Salazar.

Para salir a la carretera nacional con nuestros hijos desde nuestras comunidades tenemos que caminar más de una hora de camino porque la crecida se llevó la carretera. No hay paso de vehículos. Necesitamos ayuda. Si no es Maduro, que nos escuche Guaidó”, claman varios de los lugareños.

Romero exigió que, así como apoyaron a los damnificados de Maracay por el desbordamiento del río El Limón, las autoridades deben prestar atención a la situación de Santa Fe, porque están en emergencia.

Una mano para el paisano
En medio de la tragedia destaca la labor que realiza un grupo de jóvenes oriundos de Santa Fe, que sin mayor reparo se organizó y comenzó una campaña de recolección de donaciones entre los mismos pobladores de la zona que no fueron afectados por la crecida de los ríos.

Los residentes de las comunidades afectadas reconocen y valoran el apoyo de José Daniel López, Gustavo Arenas, Luisa Granados, Inés Rodríguez, Marielis González, Julio Buriel y Jesús Chacón como parte de ese equipo que, junto con el párroco de Santa Fe, José García Barrios, han canalizado la poca pero significativa ayuda que les ha llegado para socorrer a sus paisanos.

La Iglesia llama la atención

Desde el primer momento la Iglesia salió a socorrer a los damnificados. Desde la parroquia Virgen de Valle de Santa Fe se ha coordinado algunas acciones junto con los miembros del Frente Amplio Sucre Libre-parroquia Raúl Leoni para atender la emergencia.

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Monseñor De Zárate requirió la atención de las autoridades a los damnificados. Foto: Mónica Salazar.

Monseñor Jesús González De Zárate, arzobispo metropolitano de Cumaná, hace un llamado a las autoridades gubernamentales: “La emergencia requiere de la intervención de las autoridades. Las comunidades están incomunicadas y se han interrumpido los servicios”.

Asimismo, reiteró que es momento de responder a las necesidades de la gente. “Hay muchos niños en la zona y es probable que por las condiciones sanitarias propias de esta emergencia surjan algunos brotes de enfermedades que pongan en mayor riesgo la vida de estas familias”.


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