Los representantes de los pacientes hacen maromas para buscar los informes médicos que les exige la dirección para entregar los tratamientos.
Caracas. No es la primera vez que las madres de los pacientes crónicos del pediátrico Elías Toro ubicado en Catia, protestan por la precariedad del servicio y por la falta de personal. Pero esta vez la queja viene de los que asisten al servicio de Hematología, debido a que desde hace tres años no tienen especialistas y los niños perdieron la continuidad de sus controles.
Además, en ocasiones no hay insumos para cuando los pacientes tienen recaídas. “En mi caso desde los siete meses, estuve en control con mi hija cuyo diagnóstico es anemia drepanocítica, pero desde hace tres años el servicio viene con fallas. La doctora a cargo salió jubilada y la dirección no ha restituido la vacante”, dijo Karina Calzadilla.
Esta situación mantiene en zozobra a los padres, quienes recorren centros hospitalarios cuando los pequeños se descompensan.
“Lo otro que nos queda es pagar las consultas cada dos o tres meses. Pero eso son 30, 40 dólares que muchas no tenemos. Y ese chequeo es para que nos hagan un informe, donde conste el diagnóstico, para que en el pediátrico nos den el tratamiento”, explicó Calzadilla.
En su caso, busca a la doctora que atendía a su niña, ya de 12 años, que trabaja dentro de Fuerte Tiuna. “Recorro la ciudad para que ella me dé el informe médico. A veces tengo que caminar, hasta he pedido cola. Y lo justo es que dentro del hospital tengamos al médico especialista. Hasta nos hemos visto obligadas a no hacer los exámenes periódicos, pues no tenemos un médico a quien llevarle los resultados”.
Hace dos semanas un grupo de madres fue a llevar la denuncia a la sede del Seguro Social en la parroquia Altagracia.
Nos tomaron el pelo, pues la dirección del Elías Toro mandó incluso fotografías de las entregas que nos hacen de los medicamentos, como para desmentir nuestra queja”, dijo Calzadilla.
No criticó la atención hospitalaria. Más bien habló de la mística con la que las enfermeras atienden a los pacientes y destacó la limpieza que hay en el área oncológica.
Muchos de los beneficiados son pacientes de años, detectados con la enfermedad desde que nacieron. Son incluso del interior del país y cuando llegan al pediátrico los refieren a otros centros de salud.
Es en ese puesto donde están sus expedientes médicos. Los niños están a la deriva sin sus controles y no podemos dejar que sufran recaídas. A mi niña la mantengo con buena alimentación porque sé que no puedo cubrir los exámenes de rutina”, indicó Calzadilla, quien habló en nombre de otros pacientes del pediátrico Elías Toro.