En el mes de septiembre desmembraron al menos 10 personas entre Guatire y Barlovento, según datos recopilados por Crónica.Uno. Especialistas aseguraron que mientras no se castigue a los delincuentes, estas prácticas serán cada vez más sanguinarias.
Caracas. “Esto te pasa por pichadora. Para que vean rostro. Empezó el juego, lento pero seguro. Continúa el terror”, decía una nota escrita a mano que introdujeron en la boca de una joven, cuya cabeza fue abandonada a pocos metros del comando policial de San Mateo, en el estado Aragua.
La víctima era una adolescente, de 16 años, descuartizada el pasado 14 de septiembre presuntamente por una banda rival. Según la información de medios locales, era conocida como “La Gata” y al parecer formaba parte de un grupo delictivo del sector La Colina.
A lo largo de los últimos meses, mensajes como el antes citado han sido dejados junto a cuerpos desmembrados en varios estados del país. En Miranda, por ejemplo, sucedió el 5 de septiembre en el barrio Las Casitas, de Guatire, donde descuartizaron a dos adolescentes y después metieron sus cabezas en el abdomen de cada uno. El motivo: abusar sexualmente de una menor de edad en la zona.
En la imagen —que se difundió a través de redes sociales—, se observó una carpeta que tenía escrito con marcador negro lo siguiente: “De los violadores nos encargamos nosotros, malditos gallos, continúa la película”.
El mensaje es enviado de una banda delictiva a otra. La justicia la cumplen los malandros en vez del Estado, sea cual sea el delito: abuso sexual, robo, hurto o venta de drogas.
La psicóloga social y ciminóloga, Magally Hudggins, explicó que los grupos compiten entre sí e intentan superar los niveles de violencia del otro, pues mientras más sanguinario sea el acto, más poder se exhibe ante el adversario.
“Estos sujetos violentos tienen un estilo de vida y es la violencia, por eso, mientras más actos crueles comenten se sienten mejor. Las bandas no solo compiten por drogas, control del territorio, también lo hacen para demostrarse más poder”, expresó.
Los descuartizamientos, que no eran una práctica común en Venezuela hasta hace aproximadamente cinco años, fueron en aumento debido a los altos niveles de impunidad que hay en el país. “Ellos [los delincuentes] hacen lo que les da la gana porque no habrá nadie que los castigue, no recibirán sanción por lo que hacen. Es un juego entre crueldad, maldad y deterioro humano por el exceso de impunidad, y la pérdida de controles”, indicó la especialista.
Por esta razón, los antisociales no se preocupan por esconder los cadáveres de sus víctimas, al contrario, los descuartizan y cuelgan sus miembros cercenados en la vía pública, o incluso les escriben mensajes, en desprecio a la investigación. Así lo refirió el criminalista Fermín Mármol García, quien comentó que cuando una banda tiene miedo de la justicia esconde el cuerpo, lo quema, o se cuida más de que sus integrantes no se vean implicados en el hecho.
Un ejemplo de esto ocurrió el 10 de agosto del año en curso, en la pasarela Dividive de la carretera Cúa-Charallave, donde aparecieron dos hombres pendiendo de cabeza, sin antebrazos, y con heridas producidas por arma blanca. También en Caicara del Orinoco, municipio Cedeño del estado Bolívar, el 9 de julio dejaron la cabeza de un hombre sobre un monumento, en plena avenida Carabobo, acompañada de una advertencia.
“Esto es un mensaje a aquellos que se hacen llamar el Tren de Caicara, esto es lo que les va a pasar a esos que utilizan este cartel para extorsionar a los comerciantes de la población. Y esto también le va a pasar a los que roban motos y carros. Atte. El hampa”, rezaba el papel escrito a mano, cerca de la cabeza del sujeto.
Mármol León sostuvo que los descuartizamientos serán cada vez más atroces en tanto no exista penalidad para los criminales. De acuerdo con estudios del criminalista, de cada 100 delitos solo cuatro son castigados. Agregó que los malandros también envían otro mensaje al evitar que los familiares puedan velar a las víctimas o hacerles una ceremonia religiosa.
Modus en bandas de Valles del Tuy y Barlovento
Una fuente policial indicó, de manera extraoficial, que en el eje de los Valles del Tuy, estado Miranda, es común que las bandas descuarticen a sus enemigos por control de la zona y la plaza de drogas. La migración de delincuentes (caraqueños) a ese sector —bien sea porque escapan de enemigos o de las autoridades— repercute en esta situación dado que los sujetos se unen a las bandas locales y respaldan sus crímenes. “Los apoyan bandas de Caracas y Valles del Tuy, lo que ocasiona que los líderes de esa zona se vean superados en cantidad, pues son entre 50 y 100 hampones, y deban abandonar la comunidad con su familia, de lo contrario, los matan” (sic).
Añadió que en Ocumare es donde más se presencian estos hechos y un vecino lo confirmó al comentar que en varias oportunidades ha visto en su comunidad cabezas de antisociales guindadas en el vacío o cuerpos mutilados que son arrojados a la vía.
“Ellos se quieren demostrar poder y control de la zona, de la plaza de droga, de todo. Normalmente descuartizan en grupos y son más sanguinarios que el anterior, siempre para demostrar cual puede más”, dijo el funcionario.
[irp posts=”5008″ name=”Hallan cadáver descuartizado en El Guarataro”]El 6 de junio, el cadáver desmembrado de un joven de 20 años fue encontrado en el terminal de pasajeros de Ocumare. Sus extremidades habían sido distribuidas en bolsas y sacos, según medios locales. También el 3 de octubre hallaron las manos y brazos de un hombre en un campo de fútbol del sector 8 de Cartanal.
Solo en el mes de septiembre fueron localizados 10 cuerpos descuartizados en el eje de Barlovento. Entre estos casos, destacaron: el de una maestra hallada en Caguacagüita; tres cuerpos que aparecieron sin cabeza en el sector Quebrada de Chaguaramos, en Caucagua; el taxista Ender Méndez, decapitado junto con otro hombre, y los dos sujetos encontrados sin cabeza en Mamporal.
La psicóloga Hudggins comentó que los desmembramientos se están haciendo cotidianos y la única manera de detenerlos es por medio de la reconstrucción social: “No se le ha puesto límites a la violencia y no hay sanción, porque llegan a la cárcel y van a bailar a la discoteca o se vinculan al pran”.
Mármol León añadió que generando fuentes de empleo y con mucha educación se puede reivindicar la sociedad, y evitar así que los antisociales sigan ejerciendo la “ley” del desmembramiento y la violencia continúe a sus anchas en el territorio.
Fotos cortesía: Twitter
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