Aumento de los desechos plásticos de un solo uso atentan contra la salud de los marabinos

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La Asociación Civil Cimas ha emprendido una campaña de educación y concientización en cuanto al uso indiscriminado del plástico desechable en la ciudad de Maracaibo. Se estima que solo 10 % del plástico producido logra reciclarse, mientras que el resto va a las cañadas, al lago de Maracaibo o se queda en las esquinas de la ciudad por largos periodos debido a la fallas en el sistema de recolección. 

Maracaibo. La recolección de basura en Maracaibo ha sido uno de los puntos álgidos para los gobernantes, un problema que con el paso de los años es más complejo debido a la mala disposición de los desechos y las fallas en el sistema de recolección, convirtiendo el reciclaje en una práctica muy lejana. 

La Comisión de Ambiente del Centro de Ingenieros del Zulia estima que Maracaibo y San Francisco generan 2400 toneladas de basura al día. La fundación Azul Ambientalista va más allá, al afirmar que solo Maracaibo es el responsable de producir hasta 3000 toneladas, una generación de 1,00 kg por persona al día, superando la media nacional. 

Entre estos desechos, ambientalistas afirman que el plástico es mayoría en Maracaibo, pero lo que ha encendido las alarmas es el aumento de lo que ellos llaman “plásticos de un solo uso” en los hogares, es decir, todo aquel artículo que se utiliza una sola vez y se desecha, por ejemplo: botellas de refrescos, agua, pitillos, vasos, platos, tenedores y bolsas. 

Víctor Rujano, director y fundador de la Asociación Civil Cimas, apuesta a una Maracaibo libre de plástico, no con la intención de criminalizar, sino más bien de reducirlo. 

Es importante que la sociedad se integre, se eduque y conozca todo este proceso. Que entiendan cómo el plástico afecta la calidad de vida y rescatar la cultura del reciclaje y la educación en materia ambiental″, explicó.

Cimas ha emprendido una campaña denominada #MaracaiboSinPlásticos que, en alianza con otras organizaciones, buscan generar cambios en el comportamiento de los ciudadanos con base en un ambiente sano y responsable, en primera línea, y, posteriormente, la propuesta de una ordenanza municipal que pueda regular el empleo del plástico de un solo uso en la entidad. 

En el Zulia no se ha hecho ningún tipo de iniciativa o alguna norma que sea para regular eso, la gente sigue consumiendo plástico, es decir, comprando artículos en envases de plástico que terminan en nuestras calles, cañadas y, por ende, en el lago de Maracaibo. Y esa situación debe terminar porque en el lago la contaminación es visible. Hay organizaciones que hacen jornadas de limpieza y a la semana las mareas vuelven a llevar plástico a la costa. Es una problemática que ha empeorado en los últimos años, y por eso es importante que nosotros desde la sociedad civil podamos abrir un debate″, dijo Rujano.

Proliferación de botaderos

En el caso de Maracaibo existe un aproximado de 90 botaderos de basura improvisados. El plástico es un material que puede tardar hasta 500 años para degradarse, pero su descomposición genera microplásticos que son ingeridos por la fauna marina y, posteriormente, pasa a la cadena alimenticia con el consumo de pescado. 

En el caso de los basureros, estos terminan siendo fragmentos de plásticos liberados en el ambiente que afectan la salud de los habitantes de la ciudad. 

El director de Cimas fue tajante: “Nosotros tenemos un retraso considerable en comparación con otros países de Latinoamérica, donde la producción de plásticos de un solo uso es limitada y esto impacta de manera positiva en los niveles de contaminación, porque mientras menos plástico produzcas, menos contaminación habrá”. 

La responsabilidad por la contaminación trasciende a las empresas fabricantes de productos envasados en plástico. Según explica Rujano, el tema económico influye en el consumo de plástico dentro del hogar. 

Vemos cómo hay productos en presentaciones de envases de plásticos que son más baratos, es por eso que las empresas deben tomar conciencia para disminuir la producción o envasar sus productos en plástico reciclable, porque se produce plástico de manera ilimitada y estamos agravando la situación″, afirma Rujano.

Según la asociación civil, solo 10 % del plástico producido logra reciclarse.

“Nosotros seguimos muy atrasados con la clasificación de la basura y disposición adecuada de los desechos, la gente sigue botando la basura sin clasificarla”, criticó. 

La responsabilidad entra por casa 

Para Cimas la solución a este problema ambiental debe comenzar con la responsabilidad de la sociedad civil en la toma de decisiones diarias sobre qué usar y qué no. 

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Los vertederos improvisados se han convertido en un problema en Maracaibo / Foto: Mariela Nava

Si bien es cierto que es casi imposible eliminar el plástico, teniendo en cuenta que los celulares, computadoras, electrodomésticos, entre otros, son fabricados con este material, en casa la tarea es reducir el consumo de los envases de un solo uso y para ello existen varias alternativas amigables con el entorno como los ecobloques, que no son más que botellas plásticas de refrescos o jugos de dos litros llenos de envoltorios y bolsas plásticas hasta que estén compactadas y que sirven para la creación de infraestructuras.

Otra opción que plantea Cimas es evitar el uso de botellas plásticas de refrescos y usar la modalidad retornable, bolsas de tela para hacer mercado y, lo más importante, difundir la importancia del reciclaje y la separación de los desechos con familiares y amigos.

Legislaciones productivas

Según las cifras del Programa de las Naciones Unidas para el ambiente, más de 127 países en el mundo han adoptado algún tipo de regulación en torno a las bolsas plásticas, y 27 países han limitado o prohibido en alguna medida los plásticos de un solo uso en su legislación interna. En países como Guatemala y Uruguay, ya se han implantado normas de aplicación nacional, ordenanzas municipales y normas equivalentes que buscan enfrentar esta problemática desde lo local.

En la ciudad de Buenos Aires, Argentina, se promulgó en 2008 la ley 13.868 para la prohibición de uso de bolsas de polietileno. En Chile, distintas comunas ya tenían una ordenanza para prohibir el uso de este tipo de bolsas, antes de la publicación de la Ley 21.100 que prohíbe la entrega de bolsas plásticas de comercio en todo el territorio nacional, que data del 2018.

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Debido a la acción ciudadana, los plásticos terminan en basureros improvisados y cañadas / Foto: Mariela Nava

En Estados Unidos, ciudades como Boston, Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Seattle, han hecho lo propio, regulando a lo interno el uso de bolsas plásticas y ayudando a disminuir notablemente los niveles de contaminación por plástico en sus territorios.

En el Zulia ya es un hecho que organizaciones como El Zulia Recicla y La Papelera tiene Hambre están aprovechado las alianzas comunitarias para promover el reciclaje. Por eso el primer llamado de Cimas es a que los ciudadanos inicien en casa el proceso al separar sus residuos y clasificarlos por: vidrio, cartón, plástico y desechos orgánicos. 

“Pero los que aún no tienen la posibilidad de gestionarlo con organizaciones como estas, podemos trabajar desde la disminución de plástico, bajar los niveles de consumo”, dice Rujano.

Rujano aprovechó la oportunidad para extender el llamado a la sociedad civil a compartir ideas a través de sus redes sociales Instagram: www.Instagram.com/cimasorg Twitter: www.Twitter.com/cimasorg y la página web: www.cimas.org.ve


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