Trabajadores del Ambulatorio Don Felipe Ponte, en Cabudare, indicaron que el centro de salud está prácticamente en el suelo, debido a lo precario de su situación. En el recinto faltan desde los yelcos hasta ambulancias para el traslado de pacientes. Enfermeras sostienen que, además de las carencias, la directiva emitió una orden de no atender pacientes que ameriten ser ingresados en el área sintomática-respiratoria.

Barquisimeto. Trabajadores del Ambulatorio Don Felipe Ponte, en Cabudare, denunciaron la severa crisis que afronta el centro de salud. Afirman que, además de las múltiples carencias, la gota que derramó el vaso fue que la directiva del ambulatorio desautorizó la atención de pacientes referidos de otros centros.

Rosana Falcón, trabajadora del ambulatorio de Cabudare, contó que la directiva de la institución le había informado al poco personal que queda en la institución que el mismo fungiría como un centinela transitorio: “Y ahora dicen que no es”. 

Falcón denunció que durante el último fin de semana de junio surgió, durante su guardia, una situación con un paciente que debía ser ingresado en el área sintomática-respiratoria. 

La enfermera relató que recibieron al paciente en la emergencia y cumplieron su tratamiento hasta donde pudieron, pero posteriormente Benlly Rojas, directora del ambulatorio, dijo que no podían entrar al área porque era un área restringida. 

A las 5:00 de la mañana cuando voy allá y me dispongo a entrar a emergencia con mi traje puesto, me ratifican que me van a entregar un paciente y que fue referido al área de sintomática-respiratoria. ¿Qué le puedo decir?”, preguntó.

Con impotencia, afirmó que ese último fin de semana de junio llegaron tres pacientes a la emergencia y murieron porque no recibieron atención adecuada. 

Estamos atados de manos, llegaron a la emergencia y eran pacientes sintomáticos-respiratorios que necesitaban atención, pero no pudimos hacerlo”, subrayó.

En el suelo

Además de las restricciones para atender pacientes, al ambulatorio de Cabudare se le suman problemas en la planta física y condiciones de insalubridad a las que contribuyen los familiares de los pacientes quienes, según denuncia Falcón, no tienen cómo ni dónde hacer sus necesidades. 

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Trabajadores indicaron que el centro de salud está en ruinas. Foto: Yelitza Figueroa

Fernando Rivero, también trabajador del ambulatorio de Cabudare, refirió que los familiares de pacientes deben salir incluso en la madrugada a comprar los insumos que no hay en este centro de salud. Dijo que el personal de camareras tampoco cuenta con guantes, batas ni mopas. 

No hay nada, lamentablemente. A veces pasamos hasta 48 horas sin agua y nos vemos en la obligación de comprar garrafones de agua para poder bañarnos”, acotó Rivero, y añadió que el sueldo no les alcanza y ni con los bonos que les dan pueden cubrir los gastos de transporte.

Agregó que en algunas ocasiones hacen colectas para ayudar a los pacientes con las compras de los yelcos. 

Los trabajadores afirmaron que dicho centro es un cascarón vacío. Aseguraron que a duras penas hay consultas de traumatología, pediatría, angiología, medicina interna, cardiología, prenatal, inmunización y la emergencia; pero no hay servicio de hospitalización, sin embargo, los pacientes que van por alguna emergencia permanecen en el ambulatorio aproximadamente de 48 a 72 horas hasta que logran ser trasladados a otros centros.

Refirieron también que los responsables del centro asistencial querían ingresar a pacientes con COVID-19, pero las condiciones no están dadas, puesto que de los manómetros de oxígeno solo se encuentran operativos tres, “y uno de ellos no está muy bueno”. Tampoco cuentan con los insumos médicos mínimos requeridos para atender a dichos pacientes, 

Ni siquiera un par de guantes para resguardarse del COVID-19, a pesar de que este está siendo usado como triaje”, comentó la enfermera María Esther Escobar.

Escobar comentó que en innumerables ocasiones se han querido reunir con la directiva del ambulatorio de Cabudare para tratar de solucionar algunos detalles de funcionamiento: “Pero no se quieren reunir con el personal del ambulatorio porque alegan que es un show, que me reúna solo con enfermería”.

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Los baños, tanto del personal como de pacientes, están inservibles. Foto: Yelitza Figueroa

Además, responsabilizó a las autoridades del sector salud en el estado Lara de prohibir al personal que allí labora recibir y suministrar oxígeno a los pacientes contagiados de COVID-19.

René Rivas, presidente del Colegio de Médicos del estado Lara, informó que luego de mostrar lo evidente se logró la suspensión del área COVID-19 transitoria que había en el centro asistencial, por no contar con las condiciones necesarias para la atención al público.

Rivas denunció la existencia de morgues de pacientes fallecidos por COVID-19 en el Ambulatorio Don Felipe Ponte de Cabudare. 

“Hicimos un recorrido por todas las áreas y se pudo verificar cómo existen morgues dentro de la institución. Algo que viola los derechos consagrados en los artículos 83, 84 y 85 de la Constitución de Venezuela”, dijo.

El médico aseguró que no entiende las razones por las cuales la directora del centro asistencial permite que se conserven cadáveres dentro de la institución, “sin la refrigeración respectiva”, pues dichas áreas se encuentran prácticamente a la intemperie, sin ninguna cava que permita mantener los cadáveres.


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