A la protesta convocada por pensionados y jubilados se unieron trabajadores activos de la administración pública y sectores como educación y salud. El rechazo y la indignación por el nuevo salario mínimo de medio petro fue unánime, pues afirman que sigue siendo insuficiente.

Caracas. “¡No alcanza para nada!”, era la frase más escuchada y exclamada -nuevamente- en la esquina Altagracia del centro de la ciudad, escenario habitual en los últimos años de las exigencias de pensionados y jubilados por mejores ingresos, que en la actualidad difícilmente superan los $3, cuando mucho.

El ánimo en esta ocasión, sin embargo, era distinto. A la indignación por percibir pensiones inferiores a $10 al mes, al menos, desde 2017, se sumó la inconformidad con el anuncio de Nicolás Maduro de aumentar el salario mínimo a medio petro (o $28 al cambio oficial).

Pero los gritos y las exigencias no eran solo de adultos mayores. A la protesta frente a la sede principal del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) se sumaron trabajadores activos de la Administración Pública y entes del Estado, voceros y grupos sindicales e incluso estudiantes universitarios. Todos al unísono clamando por mejoras en su calidad de vida.

A las 9:15 a. m. las autoridades del IVSS permitieron el ingreso de un grupo de manifestantes, entre ellos Edgar Silva, coordinador del Comité para la Defensa de Pensionados y Jubilados. La exigencia principal era, como en ocasiones anteriores, igualar las pensiones y jubilaciones al menos al costo de la canasta alimentaria.

Los pensionados y jubilados adscritos a la administración pública tienen salarios de hambre. Hacen otras actividades, cuando no debería ser, pues sus salarios y seguridad social deberían permitir un nivel de vida digno”, exclamaba Urimare Capote, pensionada y jubilada de la Asamblea Nacional.

Pasada la primera hora de la concentración seguían llegando manifestantes. Un grupo de trabajadores públicos que estaba retenido antes de la avenida Urdaneta logró avanzar y sumarse a la protesta, que ya había obligado a cerrar el paso desde la sede del Banco Central de Venezuela.

Mientras voceros de diferentes gremios como educación, salud, la Cancillería y otros ministerios intercalaban entre sí el megáfono para añadir exigencias y reivindicaciones, otros asistentes gritaban consignas como “¡91… de la Constitución… quiero que me paguen… una digna pensión!”; alzaban pancartas y banderas; drenaban y expresaban todo su malestar.

Uno de ellos era José Cádiz, enfermero del sector público que lamentaba carecer de ingresos para llevar alimentos a su hogar, mejorar la calidad educativa de sus hijos o ayudar a sus padres ancianos que, como él, viven en modo de supervivencia.

Escucha el testimonio de José Cádiz: 

Foto: Gleybert Asencio

Por experiencias pasadas, los manifestantes coincidían en desconfiar del anuncio de llevar el salario nuevamente a medio petro. Quienes subían a la tarima improvisada a hablar por el megáfono insistían en no olvidar a los ancianos que han fallecido durante la crisis por desnutrición, inanición o no tener como pagar sus medicinas.

Eso es a lo que estamos sometidos los ancianos en Venezuela. Dimos nuestras vidas por el país, esperamos y exigimos pensiones dignas para una vejez digna”, exclamaba Kiria Aviárez, jubilada del sector Educación.

En la protesta los pensionados, jubilados y trabajadores activos exigían al Gobierno mejoras mayores a sus ingresos, tomando en cuenta que, como ha reconocido el Gobierno, los ingresos aumentaron en el último año y se prevé que se incrementen con nuevos impuestos y los nuevos precios de la gasolina y trámites públicos.

Escucha el testimonio de una pensionada que prefirió mantenerse en anonimato y exige pensiones en dólares:

José Bastidas, supervisor de seguridad con 22 años trabajando en la UCV, critica que el Estado “desecha” a personas que dieron toda su vida al país y que lo que necesitan es descansar.

¿Qué necesidad tienen estas personas de estar en la calle? En vez de estar en casa tranquilos, con su familia, tienen que estar aquí exigiendo lo que les corresponde porque el Estado no les da otra opción. Los desechan como si nada y no nos queda de otra más que apoyarlos, porque para allá vamos también”.

La jornada se produjo en simultáneo en el resto de las 23 entidades del país y la protesta culminó con más intervenciones de voceros y dirigentes sindicales, lo que Edgar Silva calificó como éxito pues “condujo a la alianza masiva de muchos sectores” del país.

Escuche las declaraciones de Edgar Silva, coordinador del Comité para la Defensa de Pensionados y Jubilados, sobre el balance de la protesta.


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