El dólar en el mercado paralelo se ha mantenido entre 1 millón y 1,1 millones de bolívares en lo que va de diciembre. Expertos aseguran que la inflación hace que las personas tengan menos capacidad para adquirir divisas y además el BCV ha limitado la expansión monetaria en las últimas semanas, lo que explicaría el ritmo actual del tipo de cambio.

Caracas. A finales de noviembre tanto el dólar paralelo como el oficial superaron el umbral del millón de bolívares, con aumentos en las cotizaciones que superaron 100 % respecto a principios de ese mes. Sin embargo, en lo que va de diciembre el ritmo alcista se ha desacelerado y la divisa mantiene valores similares debido a que hay menos demanda producto de la inflación.

La explicación la ofreció a Crónica.Uno el economista y miembro de la firma Ecoanalítica, Luis Bárcenas, quien señaló que así como una subida en el tipo de cambio puede influir en el índice inflacionario (porque se elevan los costos o los bienes vendidos tienen un componente importado), la inflación también tiene un impacto en el alza del dólar.

Bárcenas señala que, una vez que el tipo de cambio se incrementa y ese impacto se traslada a los precios de bienes y servicios, las personas tienen menos disponibilidad de bolívares para adquirir divisas, pues deben gastar más comprando los productos. En noviembre la inflación fue de 65,7 %, según la AN, la segunda más alta del año.

Buscar refugio en el dólar

Según el analista de la firma Ecoanalítica, ese fenómeno es el que podría explicar lo que ocurre actualmente con el valor de las divisas. A principios de noviembre, empezó a aumentar la cantidad de bolívares en circulación debido a ajustes salariales, bonificaciones, pagos de utilidades y otros gastos, como los del proceso electoral.

En ese sentido, y debido a que todavía persiste la desconfianza en el bolívar, “muchos venezolanos que recibieron esos pagos, tomaron los bolívares y fueron a adquirir divisas”, explica Bárcenas. Con el pasar de las semanas y al aumentar el tipo de cambio –que, por ende, impactó en el alza de precios– los compradores dejaron de adquirir divisas y disminuyó la demanda.

Cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) indican que entre la última semana de octubre y la última de noviembre la liquidez monetaria (dinero en efectivo en manos del público, depósitos bancarios, entre otros instrumentos) aumentó un 60 %, lo que derivó en mayor adquisición de bienes, servicios y divisas e impulsó los precios y el tipo de cambio, afirma Bárcenas.

Un freno momentáneo

A juicio de Henkel García, analista financiero y director de Econométrica, es probable que la expansión monetaria hecha por el BCV no haya sido “tan agresiva” en la última semana de noviembre y lo que va de diciembre. Señala que la estabilización en el valor del dólar dependerá de qué tanto dinero decida emitir o imprimir el BCV este mes.

Bárcenas resalta que el freno hecho por las autoridades podría deberse a las restricciones fiscales que enfrenta el Gobierno por la COVID-19, la imposibilidad de vender petróleo al mismo ritmo de antes o el interés gubernamental de no generar mayores presiones inflacionarias.

Sin embargo, estima que es muy probable que que el Gobierno genere bonificaciones adicionales cerca del fin de año, aunque no con la magnitud de las de noviembre, lo que podría generar un incremento “transitorio” en el tipo de cambio y la inflación.

La volatilidad del tipo de cambio va a estar presente en la medida que el Gobierno tenga que recurrir a financiamiento monetario de cara a una radicalización de la cuarentena a principios del año que viene o por falta de ingresos producto de la poca venta de crudo, dice.

Menos demanda

Otro factor que podría explicar la relativa estabilización en el valor del dólar respecto al bolívar es que, a diferencia de años anteriores, la “demanda insatisfecha” de divisas es menor debido a las restricciones comerciales por la COVID-19 y la contracción de la economía venezolana, que ya suma siete años consecutivos.

El nivel de actividad económica está tan mitigado por la COVID-19, que quizás en medio de una oferta de divisas mermada, la demanda también lo esté (…) Este año puede haber una demanda insatisfecha que impulse la divisa, pero puede ser menor a la del año pasado, explica Bárcenas.

Es decir, el cierre (temporal o definitivo) de empresas y negocios por la pandemia y el limitado poder adquisitivo de la población ha hecho que las personas no adquieran divisas al mismo ritmo “y se valen de abonos extraordinarios de liquidez del sector público para comprar divisas”.


Participa en la conversación