Dolarización desordenada es “el milagro” que según Maduro recuperará la economía

Economista Steve Hanke

El “monstruo” se ha ido extendiendo de forma desordenada y sin regulación de las autoridades, que en 2019 también han permitido la liberación de precios en productos básicos. La administración de Nicolás Maduro apenas tocó el tema abiertamente el 17 de noviembre durante una entrevista en Televen. En enero de este año todavía el mandatario que se define como “antiTrump” calificaba el dólar en el mercado paralelo de “tasa criminal”.

Caracas. En el último año el fenómeno de la dolarización arropó las transacciones de los venezolanos. Las dificultades para obtener bolívares en efectivo, así como para pagar a través de plataformas electrónicas, debido a las fallas en el sistema eléctrico, sirvieron la mesa para que la población recurriera a una moneda como el dólar.

El terreno ya había sido allanado por las autoridades al flexibilizar el control de cambio. En septiembre de este año más del 50 % de las operaciones se pagaron en moneda extranjera, esto se elevó casi 15 puntos porcentuales en apenas cinco meses. En este punto la dolarización luce indetenible y Nicolás Maduro ahora se la atribuye a “un milagro” que pudiera recuperar la economía, contraída desde hace seis años.

El bolívar devaluado y un mercado golpeado por la hiperinflación hicieron que cada vez fueran más los que recurrieran a dólares para blindarse en una economía que no da tregua. El dólar salió de la clandestinidad y ahora en los establecimientos los precios los dan en verdes. Algunos locales han dolarizado por completo la mercancía. A pesar de que la moneda de curso legal es el bolívar, los comerciantes han optado por simplificar las transacciones. A esto se suman los tres ceros que ganó el bolívar en pocos meses, a pesar de una reconversión que le quitó cinco ceros en agosto de 2018.

El “monstruo” se ha ido extendiendo de forma desordenada y sin regulación de las autoridades, que en 2019 también han permitido la liberación de precios en productos básicos. La administración de Nicolás Maduro apenas tocó el tema abiertamente el 17 de noviembre durante una entrevista en Televen. En enero de este año todavía el mandatario, que se define como “antiTrump o “antiestadounidense”, calificaba el dólar en el mercado paralelo de “tasa criminal”.

Todas las economías del mundo, por el peso del dólar, están dolarizadas. Ese es un debate que ahora se está dando en Venezuela, ‘que si hay un sector dolarizado’. Es que siempre lo hubo, lo que pasa es que era con los petrodólares del Estado, pero ahora en la autorregulación de la economía ha aparecido un sector que hace sus intercambios con el dólar u otras monedas convertibles. Quizás lo que voy decir puede ser un pecado para los dueños de los dogmas, pero yo no lo veo mal, me declaro pecador, no lo veo mal. (…) Hay factores que ya se van autorregulando, como lo es la moneda, y yo estoy atento. Evaluar ese proceso que llaman de dolarización puede servir para la recuperación de la economía, una válvula de escape, gracias a Dios existe”, elogia Maduro.

En abril 40 % de las transacciones que se realizaron en Venezuela se pagaron en moneda extranjera. Un volumen ocho veces mayor al registrado en 2012, para entonces se ubicaban en 5 %. En septiembre el mismo estudio de Ecoanalítica reveló que 54 % de las operaciones se transaron en divisas.

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El analista financiero Henkel García explica que en esta etapa el fenómeno de la dolarización transaccional no se puede revertir. “Uno pudiese decir que las autoridades hasta la han incentivado con la inyección de euros en efectivo. Por otro lado, los beneficios que les puede traer son relativamente pocos, debido a que no hay manera de pagar impuestos en divisas y con el tema de las sanciones veo prácticamente imposible hacerle llegar los fondos al Gobierno nacional, a Tesorería o al BCV, depende de cómo sea la vía. Con las sanciones es prácticamente imposible la dolarización en sí. A nivel de recursos no les está beneficiando, pero sí en cuanto a la dinamización que la dolarización da”, dice en entrevista a Crónica.Uno.

A juicio de García las autoridades han sido relativamente pragmáticas en lo económico y esto les ha comprado tiempo.

Permitir la dolarización va en línea con eso, con ese pragmatismo que para mí de manera forzada han tenido que tener para poder sobrevivir políticamente, acota.

En las calles de Caracas también se extiende otro fenómeno: los bodegones. Estos modelos de negocio se posicionan con productos importados que muestran los precios en divisas. El dueño de uno de estos locales, ubicado en Santa Eduvigis, cuenta que comenzó hace dos meses, cuando ya la dolarización estaba propagada. Explica que a pesar de que no tienen exclusividad con ninguna moneda, los clientes de la zona prefieren pagar en dólares.

Para final de año las transacciones en el país se manejan en promedio 54 % en dólares, 46 % en bolívares. García cita el caso peruano y explica que no es descabellado que para 2020 la dolarización sea mayor, incluso se puede llegar a 80 % en dólares contra 20 % en bolívares.

Al repasar casos similares es muy difícil revertir la dolarización, por no decir que es imposible. Estos procesos lo que hacen es avanzar cada vez más. Cuando la gente empieza a percibir las ventajas de operar en una moneda estable, entonces volver atrás es muy difícil.

El especialista añade que el país no tiene las herramientas necesarias para alcanzar una dolarización casi total, no obstante, advierte que llegar a 70 % u 80 % el próximo año, pudiese ser un escenario probable. “Perú justo cuando decidió llevar a cabo su reforma económica, que se trató de un esquema de circulación de monedas, entre el dólar y la moneda local el sol; 80 % de la liquidez era en dólares y 20 % era en soles. Eso ya se ha revertido 30 años después, pero fue un proceso de gran estabilidad económica que tardó 30 años”, recuerda.

Agrega que Perú para revertir esa dolarización estimuló un proceso de ahorro en soles. Quienes ahorraron en esa moneda les fue mejor que quienes ahorraron en dólares. “De esa manera lograron revertirlo. Estos procesos avanzan, avanzan, avanzan y para revertirlos necesitas demasiada estabilidad y un largo periodo”, sostiene.

Sobre el petro que promueve el gobierno como otra moneda alternativa, García considera que este no tendrá incidencia en la economía: “Aquí lo que es sensato es esperar que la dolarización se profundice aún más de lo que ya lo ha hecho”.

Las tasas varían en los establecimientos

El 12 de noviembre el dólar en el mercado paralelo costaba Bs. 29.032. En una zapatería, ubicada en La Candelaria, el cambio del día estaba en Bs. 29.700, en una tienda cercana de alimentos el precio era Bs. 29.000. Una cadena de tiendas de telefonía lo fijaba en Bs. 31.000 y en una heladería Bs. 27.500. Casi ningún local se guía por el mercado oficial, donde ese día el precio era de Bs. 26.781. Además de las diferencias en las tasas con las que lidian los venezolanos a la hora de comprar un producto, también está el rechazo de billetes que tengan alguna marca a bolígrafo o deterioro. Las reglas del mercado han surgido por la circunstancia y por lo tanto cada quien impone las suyas.

Los comercios se protegen de la inflación

El analista explica que es entendible que algunos comercios opten por cobrar a una tasa más alta cuando la transacción es en bolívares. Una de las razones es que si el pago se hace a través de punto de venta, este no es acreditado al momento, sino días después y el tipo de cambio es volátil. “Si la transferencia es inmediatamente, ya ahí sí pudieses tener una tasa más parecida a lo que marca el mercado, pero cuando se cobran tasas más altas es porque obtienes los bolívares en cuenta días después. Lo que buscan es tratar de protegerse y es lo que normalmente uno supone en una economía hiperinflacionaria”, dice.

Foto: Tairy Gamboa

El gerente de una cadena de supermercados en Los Palos Grandes contó a Crónica.Uno que las transacciones dependen del día, sin embargo, reveló que entran más divisas que bolívares. La tasa el 14 de noviembre la fijaban en Bs. 31.500. En el mercado paralelo se ubicaba en Bs. 31.603. Mientras que un bodegón de la zona la mantenía en Bs. 33.000.

Desempeño de la economía con “la maravilla” de la dolarización

“Si la economía solamente hubiese tenido liquidez en bolívares, seguramente el desempeño sería peor del que tenemos. Esta dolarización que aporta liquidez, agrega medios de pagos para las transacciones; en ese sentido, lo que ha hecho es darle un poco más de dinamismo a la economía. Desde el lado negativo ha sido desordenada, no es legal y no hay una manera formal de incrementar esa misma liquidez en dólares y eso pudiese ser una limitante, pero si lo vemos desde el punto que partimos, la dolarización lo que ha hecho es aportar cosas positivas, no de la mejor manera, pero sí nos da mejores herramientas con respecto a los pagos y es una referencia estable en el tiempo que no lo ofrecía el bolívar, que lo teníamos como moneda dominante meses atrás”, señala García.

Para el analista, el esquema que evalúa de mayor provecho en el caso venezolano es el de la cocirculación de monedas, donde convivirían de forma legal el bolívar y el dólar. “Es el mejor ambiente hacerlo de esa manera, como lo hizo Perú, para poder revertir y empezar a ganar confianza en la moneda local”.

Stefani, de 22 años de edad, manifiesta que le da igual pagar con bolívares o dólares. “Es indiferente”, repite. Añade que depende de cómo se cotice puede tener beneficios, pero “si es a precio de página, es lo mismo”. La joven relata que pagar en efectivo es “terrible” porque no se consigue, mientras que el plástico le parece más cómodo. Por otro lado, explica que las tarjetas de crédito dejaron de tener sentido para ella, debido a que apenas le cubren 15.000 bolívares. “Yo gano un bono en dólares, entonces es más fácil porque si sube puedes comprar algo en bolívares. Ahorita casi todo el mundo paga con dólares”, dice.

Maduro le promete a Venezuela que “siempre va a tener su moneda”, el bolívar. No obstante, evalúa con buenos ojos la dolarización a la que llama una “autorregulación”. El mandatario que se había negado a aceptar el uso de la moneda “yankee”, hoy la considera una vía necesaria en la recuperación de la economía.


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