El Espíritu de la Navidad pasará de largo por una Cumaná empobrecida y bañada de aguas negras

Epíritu de la Navidad

La tradición nórdica que ha calado en Venezuela tiene como mandato que a esta energía se le espere en un ambiente limpio y con una mesa abundante para compartir con la familia y amigos; sin embargo, eso no será posible en la capital de Sucre. Cumaneses afirman que las autoridades deben hacer “miles de cartas pidiendo perdón” por el abandono de la ciudad.

Cumaná.- Este 21 de diciembre hay quienes se preparan para recibir el Espíritu de La Navidad, que de acuerdo con algunos astrólogos este año llegará a la 1:01 a. m., es decir, el 22 de diciembre en la madrugada.

Esta tradición, que data desde antes del cristianismo y es una celebración propia de países nórdicos por la llegada del invierno, ha calado un poco en Venezuela.

Sin embargo, los aires de la Navidad llegan a Cumaná y se disipan entre el caos de la ciudad y la desesperanza de la gente que no sabe a qué “sabrán” estas festividades, porque sus quincenas ni pensiones les alcanzan para nada. 

Para la señora María Elena Ordaz, de 67 años de edad y jubilada del Ejecutivo regional, “es una tragedia vivir con este sueldo que no da ni para los huevos y menos para uno estar pensando en adornos de Navidad”.

Afirma que tiene rato sin poder comprar un adorno nuevo para su arbolito. “Son las mismas flores y luces de otros años”.

En un recorrido por el centro de la ciudad se puede ver a los cumaneses caminando, entrando y saliendo de los diferentes establecimientos en busca de “los mejores precios”, esos que puedan cubrir “a duras penas” con lo que le queda de los aguinaldos.

Espíritu de la Navidad
Botaderos “satélites” se encuentran por toda la ciudad. Foto: Mónica Salazar.

La celebración este año del Espíritu de la Navidad será más austera que en épocas pasadas, porque tan solo el kilo de mandarinas, fruta que es esencial en esta celebración supera ya los Bs. 20.000.

En la cola de un cajero automático Agustín Castillo, de 56 años de edad, espera sentado en un banco de concreto a su nieta que hace la cola para sacar un poco de efectivo que solo alcanza para pagar el pasaje. “En la semana cobran 1.200 bolívares y 1.500 los sábados y domingos.

Comentó desilusionado, la tristeza que siente al no poder ni siquiera pintar su casa porque un galón de pintura “de las más baratas” supera los 400.000 bolívares. “¿Quién humildemente puede pintar su casa?”, se pregunta y se responde él mismo: “Nadie”.

Y mientras el equipo de Crónica.Uno caminaba entre la gente solo se podía escuchar la queja de quienes no sabían qué comprar con lo poco que tenían. Y aumentaba el desaliento en la mayoría de los locales comerciales, incluyendo los buhoneros que ofertan su mercancía en dólares.

Es así como la carta tradicional de perdón y gratitud, que se hace los 21 de diciembre al Espíritu de la Navidad, este año se transforma más que todo en un rosario de quejas y la esperanza de lograr un respiro económico para subsistir.

Para la joven Sofía Gómez, estudiante de administración de 21 años de edad, es indignante que no se pueda comprar lo que quiere simplemente porque en su casa “o comemos o nos vestimos”, así cuenta que dicen sus padres porque en esta crisis se deben priorizar las necesidades.

A pesar de la adversidad, comentó la joven, habrá quien insista en estrenar, pero en el seno familiar harán lo necesario para garantizar sus respectivas hallacas así sea solo para los miembros de la familia.

“El Espíritu de la Navidad invita al compartir, pero en Venezuela bastará con desear lo mejor a nuestro familiares y amigos”, agregó la joven estudiante.

Cero limpieza

En Cumaná la tregua que se vive tradicionalmente con el Espíritu de la Navidad para compartir  alegrías, deseos de abundancia y prosperidad no será posible.

Uno de los mandatos de este día es la limpieza y la ciudad Primogénita del Continente en estas festividades se encuentra entre la basura y el colapso de las aguas servidas

Andar a diario por las principales calles y avenidas de Cumaná el panorama dista mucho de ese revestimiento de buena energía.

Sus habitantes protestan a diario por el caos de los servicios públicos: apagones e intermitencia del servicio eléctrico, suspensión o racionamiento del servicio de agua. A todo este escenario se suma el colapso de las aguas servidas. 

“Cumaná está bajo las aguas negras”, se lamentó Wilfredo Guzmán, chofer de una línea de carritos por puesto, que aseguró: “Es un completo desastre conducir por la ciudad con todas las calles rotas y además inundadas de aguas negras”.

Los colectores de aguas negras de la ciudad han colapsado, al punto de que estas aguas putrefactas inundan las casas de varias comunidades, entre ellas las de La Trinidad y Bebedero. Sus habitantes quedan expuestos a contraer cualquier infección de piel, así como enfermedades transmitidas por zancudos y mosquitos como paludismo y dengue.

Para los vecinos de la avenida Gran Mariscal es una novedad la cantidad de “botaderos satélites” que están a todo lo largo de esta arteria vial. “Cada día aparece un nueva esquina llena de escombros y basura”, cuenta la señora Carmen Rosa Viña que tiene más de 30 años viviendo en el sector.

De estos “botaderos satélites”, como le conocen a los puntos improvisados de depósitos de desechos sólidos, se encuentran en toda la ciudad y la respuesta de los vecinos que rodean la zona “es que el aseo urbano no está funcionando”. 

Para muchos cumaneses las autoridades deberían hacer “miles de cartas” pidiendo perdón por el abandono de la ciudad.

La Navidad llegó solo a los centros comerciales

La panorámica de Cumaná cambia en sus centros comerciales. Sus gerentes se han dedicado a impregnar todos los espacios del ambiente navideño. Destacan gigantescos arbolitos y arreglos en todos sus locales.

En algunos de los centros comerciales tienen sets alusivos a la Navidad, donde los más pequeños de la casa pueden posar para un bonita foto de recuerdo para la familia.

Hay ofertas atractivas para los clientes, pero todo está dolarizado, asegura Adriana Ruiz, una joven mamá de dos pequeños de 9 y 3 años. “Lamentablemente no puedo hacer esos gastos, porque al cambio representan muchos bolívares”, indica. 

Espíritu de la Navidad
En los centros comerciales es donde se observa más el ambiente navideño. Foto: Mónica Salazar.

Ruiz aseguró que solo visita el centro comercial, en este caso el Hipergalerías Traki, para pasar una tarde diferente y comerse un helado, porque su sueldo no le da para más.

Tanto en el Cumaná Plaza’s como en Hipergalerías Traki se realizan ferias de emprendedores, donde se ofertan variedad de propuestas creativas a más bajo costo, pero también en dólares.

“Impresiona como en este pueblo se están manejando tantos dólares; sí hay un público que gasta y no le importa si es en bolívares o en dólares”, dice Tania Guerrero, una promotora de ventas y remata: “Seguro son los oficialistas o los enchufados, porque un trabajador normal en este país con lo que gana apenas puede comer”.


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