Entre 2020 y 2021 la organización Cecodap registró una reducción de 40 % de los centros que estaban disponibles para tratar la salud mental en Venezuela.

Caracas. Mamá, ya no quiero vivir, le tengo miedo a la vida. No sirvo para nada. Así le habla frecuentemente Lindsay Arleen Rodríguez Angulo a su mamá. La mujer, de 30 años de edad, padece de psicosis paranoide y está encerrada en su casa porque no consigue un centro psiquiátrico que la ayude.

Maribel Angulo, su mamá, vive preocupada porque no tiene dónde internar a su hija. Considera que los hospitales públicos en el país no están aptos para atender a los pacientes psiquiátricos.

Lindsay estuvo hospitalizada en un centro de salud ubicado en Los Chorros, en Caracas, durante 32 días. Pero se contagió de COVID-19 y su mamá se la llevó a casa. Cuando intentó ingresar a Lindsay de nuevo, no se lo permitieron presuntamente por escasez de camas y falta de personal.

En los hospitales públicos los tratan mal y no reciben comida, a mí me da dolor lanzar a mi hija a un lugar de esos. No voy a tirar a mi hija como una caja de zapatos en un lugar donde la van a maltratar, dijo Maribel a Crónica.Uno.

salud mental
Lindsay Rodríguez. | Foto: Cortesía familiares

En Venezuela la atención para la salud mental agoniza. El Estado invierte menos de 1 % del presupuesto del Ministerio para la Salud en materia de salud mental.

No existen políticas públicas que garanticen la prevención del suicidio o tratar la depresión. Y sin derechos no hay presupuesto, señaló Abel Saraiba, coordinador adjunto de la organización Cecodap. 

Entre 2020 y 2021, Cecodap registró una reducción de 40 % de los centros que estaban disponibles para tratar la salud mental en Venezuela. Esta problemática no ayuda a que los índices de prevención contra el suicidio se materialicen. 

Lo centros gratuitos del país no cuentan con las herramientas, ya que están en situación precaria por la falta de especialistas y la ausencia de medicamentos para tratar a la población afectada, dijo Saraiba.

suicidios
Foto: Pixabay/ Archivo.

La preocupación más grande de Maribel es que su hija no es tratada por especialistas. Lindsay no puede estar sola porque busca la manera de lastimarse. Describió que se siente sin vida, que está muerta en medio de una casa de tristeza. 

Mi hija tiene 38 intentos de suicidio en dos meses. Es difícil porque no tengo cómo ingresarla a un centro de salud mental y estoy sola, no recibo ayuda por parte del Estado.

Desde marzo Lindsay sufre una psicosis paranoide atribuida a un acoso laboral y a la reacción de un medicamento para tratar otra patología.

Le mandaron una dosis elevada y mi hija empeoró con la depresión. No dormía, empezó con ataques de pánico, ansiedad, depresión y para ella todo es buscar la muerte porque se siente inservible. Se juntó la presión laboral con la reacción del fármaco, dijo la madre de Lindsay.

Maribel aseguró que las personas que tienen a un familiar con depresión y no cuentan con ayuda del Estado, solo viven con el Cristo en la boca y con el apoyo que humildemente se les pueda brindar, pero no es suficiente.

Centros psiquiátricos de Caracas con deficiencias 

Según una publicación de Crónica.Uno, para pedir cita por primera vez en el servicio de Psicología y Psiquiatría del Hospital José María Vargas los pacientes tienen que ir entre lunes y jueves, de 8:00 a. m. a 11:00 a. m., con una referencia médica.

Según la presidenta de la Federación de Psicólogos de Venezuela, Clara Astorga, este es el único centro de atención público que funciona. Los pacientes deben esperar 15 días o más de un mes por una cita.

Mientras en el Hospital Universitario de Caracas solo hay triaje de pacientes los lunes y atienden a nueve personas. Los pacientes llegan a las 4:00 a. m., aproximadamente, para poder obtener una cita por primera vez.

En este servicio laboran 11 psiquiatras más un grupo de psicólogos. Y de acuerdo con la investigación de Crónica.Uno, en este servicio están suspendidas las hospitalizaciones.

Saraiba agregó que no hay un plan por parte del Estado que garantice la prevención del suicidio. No hay políticas que cubran las condiciones adecuadas para la protección de personas vulnerables.

Hospital Vargas
Foto: Stefanny Fiffe
La depresión es una enfermedad

La depresión puede aparecer por una ruptura o pérdida de un familiar, una enfermedad terminal, una situación económica grave, o por lo más reciente, el encierro por la pandemia. Desde el 2020, se ha visto un incremento de suicidios, dijo el psicólogo clínico, Eleazar Arteaga.

El suicidio es la búsqueda de una solución en medio de un desequilibrio mental de la persona que ha perdido la armonía. Se siente mal al no obtener una respuesta a lo que siente. En ocasiones, las personas planifican su muerte, tienen la intención suicida, pero en otros casos, actúan por el impulso de sus emociones.

Muchas veces no es la muerte física, a veces busca la muerte de la situación que está viviendo, es querer terminar con algo, pero en la búsqueda pierden su vida, dijo.

Los indicios de depresión más comunes se reflejan cuando la persona presenta un deterioro en su salud mental. No rinde en el trabajo, sus notas decaen, se descuida físicamente. Son callados, dejan de realizar actividades que les gustaban y a veces tienen frases de ideación suicida.

Arteaga agregó que los adolescentes son un grupo vulnerable ante el suicidio, porque a veces la familia no representan una red de apoyo.

En ocasiones los padres carecen de herramientas para tratar a los hijos con actitudes rebeldes o depresivas, por ello, insistió en la importancia de buscar ayuda profesional.

jóvenes asesinadas
Foto: Yohana Marra
Jóvenes preocupados lanzan campaña

El pasado 15 de julio el equipo de Juventudes del partido Encuentro Ciudadano (EC) lanzó una campaña en Twitter con la etiqueta #DetengamosElSufrimiento.

Norlymar Miranda, secretaria juvenil de EC en el estado Trujillo, explicó a Crónica.Uno que la campaña intenta agitar conciencias y sensibilizar a la colectividad sobre un tema que, por el dolor que causa, se esconde del debate público.

Miranda señaló que luego de ver las cifras del más reciente informe del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) sobre las tasas de suicidio, y en particular en jóvenes, la juventud de su partido se planteó la necesidad de lograr que la mirada de los líderes de opinión pública, instituciones y organizaciones de la sociedad se fije en un problema de salud pública de alta sensibilidad como lo es la salud mental y las consecuencias de su desatención.

Campaña para concientizar 

Estamos diseñando esta campaña, que apenas comenzó con el tuitazo del 15 de julio, para concientizar a la gente. Para que la ciudadanía y las personas con incidencia pública comprendan que este tema tiene que entrar en la agenda de discusión. Nuestra campaña no está enfocada en brindar orientación específica en materia de salud mental porque no somos psicólogos ni psiquiatras, sino en lograr que el problema sea visible y que la ciudadanía tome conciencia, dijo Miranda.

La joven, quien vive, estudia y hace labor política en Trujillo, aseguró que mientras la sociedad evita hablar del suicidio y de los problemas de salud mental, el Estado venezolano actúa con desidia al mantener la red de hospitales psiquiátricos sumidos en el abandono.

El Hospital Psiquiátrico de Trujillo es un triste ejemplo. Lo he visitado y puedo decir que está en una situación deplorable, al punto de que allí no pueden dar hospitalización porque no reciben alimentos, ni medicamentos ni insumos. Solo se mantienen con un personal mínimo. Incluso, si una persona pide una cita, no se la dan de inmediato, sino que tiene que esperar semanas o meses. Los problemas de salud mental no esperan meses, requieren ser atendidos con urgencia, dijo.

Falta de personal

Miranda también expresó su preocupación por la falta de personal especializado en el sistema público de salud para atender las emergencias de salud mental y los intentos fallidos de suicidio. Una persona que intenta quitarse la vida y no lo logra ¿Quién la asiste? ¿Quién la orienta? ¿a dónde va a tratarse? Es muy grave porque una persona que llega a ese punto ha colapsado.

El objetivo de Miranda y el resto del equipo de Juventudes de Encuentro Ciudadano sería estructurar una serie de actividades no solo en redes sociales sino presenciales, con apoyo de especialistas en salud mental y en atención de los jóvenes.

Queremos hacer foros en espacios públicos, charlas en las universidades y compartir información sobre lo que se llaman los primeros auxilios de salud mental. Es decir, enseñar a la colectividad a identificar cuáles son los signos de una persona que quiere quitarse la vida y qué tipo de ayuda puede brindar. Queremos que la gente pueda concientizar que en su entorno puede haber una persona sufriendo depresión. Que pueda identificarla y saber dónde y cómo buscar ayuda, dijo.

Con información de Maru Morales P.

Participa en la conversación