“El mensaje de la negociación del G4 a Guaidó es que ya no dan más cheques en blanco”

sector extremo de la oposición

El politólogo Ricardo Sucre considera que los cambios en el estatuto de la transición aprobados el sábado, y el voto salvado de AD, representan una reacción de los partidos opositores en contra de Juan Guaidó y su círculo más cercano.

Caracas. Para el politólogo Ricardo Sucre la reforma de la “Ley del Estatuto que Rige la Transición a la Democracia para Restablecer la Vigencia de la Constitución”, aprobada este sábado por la Asamblea Nacional (AN) —en la que Primero Justicia (PJ) logró la aceptación de varias de sus propuestas y AD salvó su voto— es un claro recado a Juan Guaidó y a su círculo más cercano. “El mensaje de la negociación del G4 a Guaidó es que ya no dan más cheques en blanco”.

Sucre, quien cuestionó el estatuto desde su aprobación en 2019, considera que, en el actual contexto, la oposición agrupada en la AN no tenía capacidad de maniobra, “ni el nivel político” para hacer algo distinto a lo aprobado este sábado. “Tenían que hacer lo que hicieron, estirar un estatuto que desde enero de 2019 no tiene sentido, porque se le quiso dar un estatus jurídico a un problema político (…) Bill Clinton decía una frase muy reveladora: ‘En política, cuando se mete la pata, la tendencia es a seguirla metiendo’”.

Entre los principales cambios del texto están la eliminación de la “liberación del régimen autocrático” como paso previo a la celebración de elecciones libres, la nueva modalidad de funcionamiento del parlamento, que será a través de la comisión delegada y la sustitución del llamado “centro de gobierno” por el “consejo político”, cuyos integrantes y normas de funcionamiento todavía se desconocen.

Para Sucre esto responde a una reacción interna en contra de Guaidó y de otros integrantes de Voluntad Popular como Leopoldo López, Sergio Vergara y Freddy Guevara, con la finalidad de que el gobierno interino tenga que rendir cuentas por sus acciones. “Los demás partidos reaccionaron y todo este estatuto busca hacer un checks and balances en la oposición hacia Guaidó”.

El dilema de las regionales

Junto con la aprobación, los titulares de la prensa recogieron la abstención de AD, que se opuso a los cambios, argumentando que la responsabilidad legislativa y contralora debía mantenerse en la plenaria y que por tanto el llamado “consejo político”, instancia definida como un “órgano de coordinación, seguimiento y evaluación de la acción de la Presidencia encargada”, es innecesario.

Para el académico, sin embargo, esta postura del partido blanco también responde a una manera de “diferenciarse” dentro del G4, lo que se suma a lo hecho por PJ que, a través de un comunicado, reivindicó la presencia de sus propuestas en el texto aprobado. “Se están diferenciando de manera muy elegante. AD está diciendo que no va a dar cheques en blanco y PJ expresa su punto y dice que se necesita un contrapeso para que Guaidó no pueda seguir haciendo lo que el cogollo y él quieran”.

La postura de AD, considera Sucre, incluso podría ser una manera de posicionarse con miras a las elecciones regionales de 2021, el primer dilema electoral que volverá a enfrentar la oposición el año que viene. “Hay dos AD, la AD de Bernabé Gutiérrez va ir (…) ¿Ramos Allup y Gutiérrez cerrarán las diferencias para apoyar candidatos? Para PJ es más fácil porque tiene figuras. Veo a Carlos Ocariz que se está moviendo, pensaría que quiere ser candidato”.

El politólogo considera que los cuestionamientos a la sesión del sábado en medios independientes, en los que se puso en duda que se hubiera alcanzado el cuórum reglamentario para aprobar el estatuto, incrementan las dudas en los apoyos nacionales e internacionales de Guaidó. “El gran problema que tienen esos partidos es como construyen una base de una manera autónoma sin tener que caer en el terreno del Gobierno”.

Consideró que las elecciones regionales pueden ser vistas como una oportunidad por los partidos para “conectarse con una política distinta” a la practicada desde el gobierno interino. “Las regionales tiene la virtud de que no son abstractas como las parlamentarias. Son funcionarios que tienen puestos ejecutivos que, pragmáticamente, manejarán recursos, cosa que un parlamentario no hace. El problema es cómo se hará con esa dinámica dentro de la oposición”.

Foto: Archivo Crónica Uno / Miguel González


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