Los vecinos de San Agustín cuentan que en las elecciones parlamentarias de diciembre pasado, el gobierno de Nicolás Maduro mandó tres unidades Yutong para que prestaran servicio en la zona. Actualmente, solo queda una operativa y trabaja “en el horario que la da gana”, denunciaron.

Caracas. Con la inauguración del Metrocable, en el año 2010, parecía que la modernidad llegaba a la parroquia San Agustín, en el municipio Libertador. Un recorrido de 1,8 kilómetros, que solo tardaba 12 minutos desde la primera hasta la última estación, pretendía que la gente dejara de subir tantas escaleras para llegar a casa. Casi 11 años después, la popular comunidad caraqueña sigue padeciendo los mismos problemas de transporte.

Desde hace aproximadamente cuatro años, las estaciones El Manguito y San Agustín no funcionan. Solo están operativas las de Parque Central, Hornos de Cal y La Ceiba; sin embargo, estas tres últimas muestran en sus instalaciones los embates de la falta de mantenimiento preventivo que ha perjudicado todo el servicio del Metrocable, al igual que ocurrió con el Metro de Caracas.

Bajo el mandato del expresidente Hugo Chávez, la construcción del primer sistema de transporte teleférico de Caracas estuvo a cargo de la polémica corporación brasileña Odebrecht con equipos y tecnología de la firma austríaca Doppelmayr.

Foto: Tairy Gamboa

En la actualidad, las amplias estaciones hechas de hormigón y acero muestran un panorama de soledad. Apenas se puede ver un miliciano en una de las casetas de la estación Parque Central, luego en la Hornos de Cal, solo un operador sentado a un costado y, en la estación La Ceiba, a un grupo de mujeres milicianas que está allí a diario vigilando que las personas cumplan con el uso del tapabocas y el distanciamiento físico.

El pago es tan bueno que cada vez quedan menos operadores, bromeó una vecina de la comunidad.

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La mayoría de las entradas y salidas de las estaciones permanecen cerradas. Las personas ingresan por pequeñas puertas que son lo único que mantienen abierto. Las casetas dispuestas para la venta de boletos y los ascensores son adornos olvidados que desde hace años dejaron de funcionar. De hecho, el Metrocable siempre ha sido gratis, solo en principio se cobró pasaje en las estaciones principales Parque Central y San Agustín.

Foto: Tairy Gamboa
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El Metrocable contaba con 52 funiculares cuando fue inaugurado. Ahora en la estación Parque Central se puede ver a una gran parte arrumada a un lado y cubierta de polvo. El vandalismo es notable al subirse a las cinco o siete cabinas que prestan servicio diariamente.

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Una amplia rendija queda entre puerta y puerta cuando intentan cerrar el funicular, ninguna cierra por completo. Las ventanas ya no existen, solo quedan huecos por donde fácilmente se cuela el agua cuando llueve. A los asientos les quitaron el espaldar y les faltan algunas piezas de madera. La vista de Caracas casi no se puede apreciar debido a la suciedad y los escritos que las personas han ido dejando. Prácticamente todas las cabinas están en el mismo estado.

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Según cuentan los habitantes de la zona, las estaciones El Manguito y San Agustín dejaron de funcionar debido a un problema con las guayas que devino de la falta de mantenimiento. Cuando clausuraron ambas estaciones, se acordó que entre el personal del Metrocable y funcionarios de la milicia que viven en la comunidad se encargarían de vigilar las instalaciones. Pero los vecinos denuncian que, al poco tiempo, los trabajadores desalojaron a los milicianos, y posteriormente, desvalijaron la estación El Manguito.

Se llevaron todo, el cableado, pocetas, baldosas, material de construcción, las piezas de los ascensores, entre otras cosas, contó una de las vecinas que prefirió el resguardo de su identidad.

En la comunidad aseguran que fueron los mismos operadores del Metrocable que desvalijaron las instalaciones y no los habitantes de la comunidad como ellos quisieron hacer creer. “Eso es así, si yo no tengo la llave de una casa, ¿cómo entro?”, ejemplificó otro vecino.

Foto: Tairy Gamboa
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El problema del transporte aún persiste en San Agustín del Sur

Hasta hace unos meses el Metrocable, un sistema de transporte que funciona con electricidad, estaba prestando servicio en dos horarios: de 6:00 a 10: a. m. y luego de 4:00 a 8:00 p. m.. Los vecinos calculan que desde hace dos meses, luego de que colapsó la pasarela que conecta Parque Central con San Agustín, volvieron a reactivar la operatividad en horario corrido de 6:00 a. m. hasta las 8:00 p. m.

Desde hace casi siete años, el sistema teleférico es prácticamente el único medio de transporte que funciona en San Agustín del Sur. El señor José, vecino de la zona, contó que para las elecciones parlamentarias de diciembre pasado, el gobierno de Nicolás Maduro activó tres unidades Yutong que se agarraban en la avenida Victoria y llegaban hasta las zonas bajas. Ahora solo queda una unidad prestando servicio y “en el horario que le da la gana”. Anteriormente, otras iniciativas como esa terminaron en lo mismo.

José tiene una charcutería en casa. Relató que antes, cuando la economía venezolana le permitía traer bastante mercancía de Quinta Crespo, le tocaba pagar un taxi o un mototaxi porque no podía montarse con tanto peso en el Metrocable y no había ninguna camionetica que llegara hasta su casa. “Ahora eso no es tanto problema porque ahora traigo poquito”, lamentó.

Para el vecino de Hornos de Cal, las unidades tipo Yutong nunca han funcionado bien en la zona porque al poco tiempo empiezan a presentar fallas y dejan de prestar servicio. San Agustín es una ladera montañosa con calles angostas y empinadas. Lo ideal, desde el punto de vista de José, es que vuelva una línea de vehículos rústicos que hace años funcionaba en San Agustín.

Foto: Tairy Gamboa

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