Más allá de las dificultades del Parque del Este, hay quienes quieren seguir aportando su grano de arena y no dejar abandonados todos los lugares, así eso implique trabajar con las uñas. El Terrario de Caracas y el restaurante Las Corocoras son algunos de los que continúan apostando por la educación ambiental.

Caracas. El Parque del Este es un lugar que dejó miles de recuerdos en los caraqueños. Las caminatas, los animales, los botes sobre el lago, los helados, la foto con la culebra del terrario y las tardes en familia. Este martes 19 de enero se cumplen 60 años desde que Rómulo Betancourt inauguró la llamada joya irrepetible, que en el presente luce abandonada.

Todos esos recuerdos han ido apagándose poco a poco frente al estado actual del parque, lo que no quiere decir que sus usuarios lo quieran menos, al contrario, no desean que se termine de perder una obra tan significativa para el patrimonio cultural de la ciudad.

Marlene Sifontes, secretaria del Sindicato Unitario Nacional de Empleados del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques), enumeró una serie de trabajos que deben hacerse en el parque: un sistema de riego, que el instituto adquiera camiones para recoger la basura, que se compren insumos como bolsas plásticas, la recuperación de los baños y de los daños que han hecho las cisternas en las caminerías por su peso.

Su inauguración ocurrió bajo el gobierno del expresidente Rómulo Betancourt, el 19 de enero de 1961, según el decreto N.º 44313​ de mayo de 1950.

Parque del Este
Foto: Luis Morillo

El Parque del Este mostró uno de sus peores momentos cuando se incluyeron en octubre de 2020 estas áreas de recreación en el esquema de flexibilización 7×7, aplicado por la permanencia de la COVID-19 en el país. Para ese mes, en un recorrido de Cronica.Uno, se vio que era escaso el mantenimiento fitosanitario, había extensas ramas sin podar, no había reposición de especies, los árboles estaban secos y con troncos caídos.

Sifontes explicó que el personal que se ha encargado durante estos últimos meses de ir agrupando la basura, que no se puede recoger con regularidad porque Inparques no tiene vehículos, son guardaparques que deberían tener otras funciones.

Esto está pasando cuando antes se caracterizaban por tener toda una cuadrilla de obreros profesionales, resaltó Sifontes.

Un trabajador de Inparques gana cerca de 1.200.000 bolívares mensuales. Sifontes resaltó que muchos usuarios que hablan con el personal del parque y se dan cuenta de que están cobrando muy poco son los que los ayudan con una empanada, un paquete de comida o hasta un pedazo de pan.

El estacionamiento número dos se convirtió en un taller de chatarra de cisternas, denunció Sifontes, e hizo énfasis en la utilización de uno de los pozos profundos del parque para llenar las cisternas y el daño que han hecho por su peso a las caminerías.

La reducción de la fauna fue evidente. A mediados de 2020 se supo sobre la muerte de Kaliope, el perro de agua; hubo felinos que fallecieron, aves que perdieron la vida contaminadas, y otras que desaparecieron.

Sifontes exigió que en estos 60 años del Parque del Este se respeten sus espacios, su colección botánica, de fauna y el concepto original que integra toda la estética de las 82 hectáreas, de las cuales 77 están desarolladas.

El Parque del Este fue diseñado por el paisajista y arquitecto brasileño Roberto Burle Marx, y asociados Fernando Tábora y John Stoddart, así como el botánico Leandro Aristeguieta.

Foto: Luis Morillo
La mística por no perderlo todo

Más allá de las dificultades del Parque del Este, hay quienes quieren seguir aportando su grano de arena y no dejar abandonados todos los espacios, así eso implique trabajar con las uñas.

El Terrario de Caracas, que tiene una concesión privada dentro del Parque del Este, estuvo nueve meses cerrado al público. Fue en noviembre cuando abrieron dos semanas al mes para poder acatar el esquema de flexibilización, sin estacionamiento cercano –porque está cerrado para el uso de los camiones cisterna– y con horario restringido hasta las 12:00 del mediodía.

Parque del Este
Foto: Luis Morillo

A pesar de esas limitaciones, Mónica Artis e Hildelena González, las dos directoras del terrario, se han encargado de garantizar que las más de 42 especies en exhibición estén a salvo y con el correcto cuidado, teniendo en cuenta que no reciben ningún tipo de subsidio económico por parte del Estado y que durante los meses que cerraron por la pandemia no tuvieron ingresos por taquilla.

Mónica Artis explicó que solo para alimentar a las especies tienen que comprar 36 pollos al mes, cuatro cartones de huevos, cuatro sacos de 18 kg de perrarina y más de 20 kilos de frutas. A esto se le suman otros gastos, como los bombillos especiales para las jaulas, las consultas al veterinario, los productos de limpieza y el pago al personal.

Foto: Luis Morillo

Aunque cada vez es más difícil mantener el terrario en buenas condiciones, Mónica resaltó que lo seguirán haciendo con mística, devoción y amor a dejar un legado, en especial cuando pueden llevar programas de educación sobre los animales del terrario a los niños.

El trabajo de educación que hacen en el terrario es magnífico. Es algo que digo como funcionaria del instituto y como madre, aseguró Sifontes.

Todos los fines de semanas y días festivos el terrario presenta eventos interactivos, donde cada 20 minutos uno de sus guías les cuenta a los usuarios sobre los datos más interesantes de algunos animales significativos de la colección y su importancia en el medio ambiente.

Parque del Este
Foto: Luis Morillo

Otro lugar de encuentro dentro del Parque del Este es el restaurante Las Corocoras, que durante el aniversario han organizado charlas digitales para hablar del parque como patrimonio del país con reconocidos arquitectos y ambientalistas. En estos conversatorios han sido enfáticos en resaltar al parque como un centro de esparcimiento, lugar de encuentro y un espacio generador de salud.

Para los que visitan con frecuencia el parque, Las Corocoras se ha convertido en una estación obligatoria por la gama de actividades que tienen para compenetrar al usuario con el lugar, desde visitas guiadas, lectura de cuentos, búsqueda de tesoros y caminatas inteligentes.

Parque del Este
Foto: Luis Morillo


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