Dentro del territorio nacional el CNE solo ha mantenido abiertas las 23 oficinas regionales para quienes se quieran inscribir o actualizar sus datos en el Registro Electoral, mientras que en el exterior la discrecionalidad de las embajadas es un problema que se conoce desde hace años.

Caracas. En los últimos meses del 2022, parece cada vez más obvio que este año el Consejo Nacional Electoral (CNE) no hará mayores cambios en relación con el Registro Electoral, algo que aumenta el problema de la brecha entre quienes por ley cumplen los requisitos para votar y quienes realmente están inscritos para hacerlo.

De acuerdo con estimaciones de la Asociación Civil Súmate basadas en proyecciones poblacionales del censo del 2011, en la actualidad existen más de tres millones de venezolanos en edad de votar que no están inscritos para hacerlo, una cifra que se divide en un millón fuera de Venezuela y al menos dos millones dentro del país.

La cifra de Súmate es similar a la ofrecida por la directora de la ONG Voto Joven, Wanda Cedeño, quien dijo que el total de personas mayores de 18 años fuera del Registro Electoral es de 1,5 millones, y para las presidenciales del 2024, serán tres millones solo en el Venezuela.

Ante esta situación el CNE no ha implementado ningún tipo de campaña para incentivar la inscripción de jóvenes votantes. Tampoco se ha dispuesto a promover y facilitar la actualización de datos de personas que ya estaban en el Registro Electoral, pero que en los últimos años migraron dentro y fuera de Venezuela. Esta situación, de nuevo según lo estimado por Súmate, podría alcanzar 3,3 millones de venezolanos fuera del país, y 2,57 millones en el territorio nacional.

Puntos insuficientes y deficientes

Dentro de Venezuela existe la posibilidad de que cualquier joven pueda asistir a una de las 23 Oficinas Regionales Electorales (ORE) para llevar a cabo su inscripción o actualización de datos. En promedio, según las estimaciones que ha hecho Voto Joven, esto significa que cada máquina debería inscribir al menos 65.000 personas antes del 2024 solo para atender a los mayores de edad que no están inscritos y al menos el doble de personas para cubrir a los tres millones que se calculan para el 2024.

De acuerdo con Wanda Cedeño, de Voto Joven, una máquina del CNE en promedio registra unos 40 movimientos diarios, por lo que ella asegura es imperativo que el ente comicial habilite más puntos del Registro Electoral.

No es suficiente que solo estén funcionando las ORE, por eso estamos solicitando puntos móviles. Factores como el transporte, la cantidad de personas que puedan ser atendidas e inclusive la facilidad o no que pueda tener un joven para pedir permiso en su trabajo, son temas complejos, señaló.

Wanda Cedeño, directora nacional de Voto Joven. Foto: Tairy Gamboa

Sumado a la poca cantidad de máquinas que actualmente tiene funcionando el CNE, no existe ningún tipo de campaña de promoción que motive a los ciudadanos a inscribirse o actualizar sus datos en caso de haber migrado dentro del país.

Andy González es un joven de 16 años que para el 2024 tendrá la edad de votar en las elecciones presidenciales, declaró que si bien él siente que está dispuesto a inscribirse y a participar en estos comicios, no cree que se vaya a inscribir si esto implica acudir a una de las oficinas del CNE para hacer el procedimiento, confesó que si el proceso fuese más accesible, lo haría.

Sí me llama la intención lo de inscribirme, pero si fuese más fácil, no me veo yendo a una oficina del CNE para hacerlo, no creo que lo buscaría. Me falta la voluntad para ese proceso, dijo González.

Abraham Márquez, un joven de 25 años que tampoco está inscrito, citó problemas de tiempo ligados a su trabajo para llevar a cabo la inscripción, además dijo sentir que anteriormente había una disposición mayor por parte del CNE para facilitar el proceso.

“Yo no lo voy a hacer (inscribirse en una oficina del CNE) por tema tiempo y tema trabajo. Lo peor es que tuve la oportunidad de hacerlo antes tranquilito porque antes había máquinas en las estaciones del Metro de Caracas y ahora no. Antes había más disposición”, señaló Márquez.

A la falta de promoción por parte del CNE y el escaso número de máquinas activas actualmente en las ORE, otro problema que fue denunciado por Súmate es que no todas las oficinas regionales llevan a cabo el procedimiento.

La asociación civil realizó un estudio de campo durante una semana del mes de agosto, durante este período 50 voluntarios acudieron en horario matutino de 9:00 a. m. a 11:00 a. m. a las ORE para solicitar llevar a cabo una inscripción o actualización dentro del Registro Electoral.

De ese estudio Súmate determinó que al menos 23 % de las ORE no realizaban el proceso en el horario señalado. En el caso particular del estado Barinas se les dijo que el proceso no se lleva a cabo en lo absoluto porque la máquina se averió y tuvo que ser enviada a Caracas para su reparación.

Partidos políticos como Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo han insistido en la necesidad de al menos municipalizar los puntos de inscripción y registro para facilitar el acceso a la juventud venezolana.

jornada de inscripción y actualización de datos
La última jornada de inscripción y actualización de datos se llevó a cabo en junio de 2021. Foto: Tairy Gamboa
Embajadas con funcionamiento discrecional

El escenario para los votantes potenciales en el extranjero no es mejor que el de los que están dentro de Venezuela, ya que estos están sometidos al funcionamiento discrecional de las embajadas venezolanas.

Gabriela Pérez (nombre ficticio a solicitud de la entrevistada) es una venezolana que migró a Francia en el año 2015 como parte de un programa universitario de intercambio, ella comentó que siempre ha estado en un estatus regular dentro del país europeo, ya que pasó de tener una visa de estudiante a una de trabajadora temporal y ahora cuenta con una de “vida privada y personal” al haber contraído matrimonio con un ciudadano francés.

Pérez comentó que en el año 2017 tomó la decisión de viajar hacia París –Pérez vive en el sur de Francia– para intentar actualizar sus datos de residencia en el Registro Electoral y poder así participar en las elecciones presidenciales futuras.

“París es la única sección consular de Venezuela en el país, no es como España que puede tener varias. Fui hasta París para legalizar mi matrimonio e inscribirme en el Registro Electoral porque venían las elecciones (presidenciales) del 2018 (…) Un chico, de la manera más amable, me dijo que no podía hacerlo porque las inscripciones y actualizaciones solo se pueden hacer cuando queden menos de tres meses para las elecciones”, narró Pérez.

Ella argumentó al empleado de la embajada en aquel momento que le resultaba muy difícil viajar hasta Paris de forma constante, se le respondió que “esa era la única manera”.

A finales de febrero de 2018, a menos de tres meses para las elecciones, Pérez llamó a la embajada para tener la certeza de que iba a poder llevar a cabo la inscripción antes de volver a hacer el esfuerzo de viajar a París. La respuesta que recibió fue burocrática y negativa.

Me dijeron que sí lo hacían pero que tenía que pedir una cita y que ya no tenían citas para dar porque la embajada solo trabajaba jueves y viernes, pregunté si se podía hacer algo más porque yo trabajo y no podía ir ni jueves ni viernes. No me dieron respuesta. Al final nunca pude actualizar mis datos, explicó.

Pérez cree que el proceso es complejo para los ciudadanos venezolanos en Francia que busquen llevar a cabo la inscripción o la actualización en el Registro Electoral. “Siento que la embajada podría facilitar el proceso pero sé que no es la propia embajada la que entorpece el proceso, sino la centralización. Lo mismo pasa con el Saime para sacar tus documentos”, aseveró.

“Desde la embajada me han dicho que saben lo complicado que es ir para allá, no sé si es completamente su culpa, me parece además que no están bien remunerados, que les toca estar ahí y calarse el maltrato por cualquier cosa que pase con el sistema, por eso no me justo reclamarles, es como ir a un supermercado a comprar una pasta dental y quejarse del precio con la persona de la caja”, opinó.

En la actualidad, el CNE no ha informado si tiene pensado por lo que resta de año, o para el año que viene, llevar a cabo una jornada especial de inscripción y actualización de datos del Registro Electoral.

Tampoco se ha informado si se planea iniciar algún tipo de plan para facilitar estos procesos a las personas que están fuera del país.

Además, el CNE lleva ya más de cuatro meses y medio con el cargo de rector principal que ocupaba Tania D’Amelio vacante, una situación que afecta dos de sus órganos subordinados, la Junta Nacional Electoral y la Comisión de Registro Civil y Electoral. Este último organismo es justamente el que debe implementar las medidas para que los millones de venezolanos no inscritos puedan hacerlo y participar de esta manera en las próximas elecciones presidenciales.


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