Las filas de vehículos afuera de las estaciones de servicio no se acabaron con la llegada de un nuevo esquema de venta de combustible. El director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Eudis Girot, asegura que la gasolina iraní se agotó y que las dos únicas refinerías que lograron producir algo el mes pasado atraviesan serios problemas para operar.

Caracas. El gobierno de Nicolás Maduro resolvió tapar la escasez de gasolina en la capital por unas pocas semanas. Sin embargo, en el interior del país, la entrada de un nuevo esquema de venta, que se sostuvo con combustible iraní, no alivió la crisis. A ocho semanas de la llegada de los buques, se agudizan las colas en las estaciones de servicio en todo el país y las dos únicas refinerías que producían algo de gasolina tienen serias dificultades para operar.

En los primeros días de venta de gasolina iraní las filas de carros siguieron dando vuelta a las estaciones de servicio del país. En Distrito Capital al cuarto día del plan que distribuía combustible dolarizado y subsidiado las autoridades dieron una orden exprés a las gasolineras: trabajar 24 horas. Esa medida logró mitigar la demanda en la capital, pero en el resto de los estados las colas continuaron y con ellas el mercado negro y las protestas. Luego de dos meses la situación se repite en toda Venezuela.

El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, prometió a fines de mayo una gasolina premium que costaría $0,50 el litro, pero en las estaciones el servicio no llegó a ser óptimo, ni siquiera en las que fueron identificadas como privadas, pues los sistemas de pago fallaban, algunas estaciones no tenían internet y la mayoría empezaban a trabajar después del horario anunciado.

El Aissami ofreció declaraciones el primer día del nuevo esquema. En ese momento lo calificó como un éxito, pero cuando arreciaron las protestas y las colas, el vocero no dijo nada más sobre la gasolina. Luego el 10 de julio informó que había dado positivo por COVID-19.

En mayo las autoridades anunciaron que llegarían cinco buques de Irán con 1,5 millones de barriles de gasolina. El director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Eudis Girot, estima que fueron unos 248 millones de litros de gasolina que alcanzaban hasta finales de junio. En este momento Girot asegura que la gasolina iraní se agotó y que la capacidad interna para generar combustible está colapsada.

Una fuente ligada al sector que prefirió mantener su nombre en reserva dijo a Crónica.Uno que este domingo se surtió a un importante número de gasolineras en Caracas.

Desde el fin de semana la espera se hace más larga. En La Guaira a los usuarios les tomó hasta cinco horas abastecer sus vehículos. “Recorrí dos bombas en Catia La Mar y Maiquetía, y no había gasolina; menos mal que conseguí en esta, porque esto se va a poner más feo”, expresó Edelmira Cardozo, quien logró echar este lunes 10 de agosto en una estación de servicio ubicada frente al hotel Lido, en Caraballeda.

Estación de servicio en La Guaira – Foto: cortesía Mirna Montemayor

En el estado Sucre se registró una manifestación este lunes por el mismo motivo. En julio las protestas por la escasez de gasolina dejaron un saldo de dos víctimas fatales, en circunstancias que aún no han sido aclaradas, sin embargo, ONG de derechos humanos señalaron que hubo exceso de uso de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.

En Cumaná, a pesar de que los conductores amanecieron este lunes en las diferentes estaciones de gasolina habilitadas, en la bomba El Progreso 2000 los usuarios denunciaron el retraso en el servicio. Los trabajadores de la estación alegaban el desperfecto en la calibración de las máquinas, fallas en el equipo de biopago por no estar actualizado y que los surtidores estaban dañados y no querían cobrar en efectivo.

Protesta estado Sucre – Foto: José Camacho

Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se ha venido a menos en los últimos años, solo desde 2017 a 2020 la caída en la producción de crudo es de 82 %, según cifras de la Opep. La situación es dramática para la población que debe lidiar con la escasez de gas y de gasolina. Asimismo, los trabajadores petroleros operan sin condiciones adecuadas, bajos salarios y sin seguro médico. Desde hace dos semanas estos mantienen protestas por la reivindicación de sus derechos laborales.

Venezuela depende actualmente de las importaciones debido a que su parque de refinerías está parado. Cardón estuvo operativa de manera parcial y lograba producir entre 22.000 y 25.000 barriles de gasolina al día, sin embargo, hace unas semanas se produjo un incendio en la casa de bomba y se vieron obligados a detener su producción.

El Palito tiene “serios daños estructurales, pero se hicieron una serie de arreglos para ponerla a operar y así lo hicieron”, señala Eudis Girot. La refinería opera con irregularidad. El vocero agrega que la semana pasada volvieron a reactivarla y solo procesa unos 10.000 barriles de petróleo.

Estamos sometidos a un colapso operativo, no hay gasolina iraní y las refinerías no están en condiciones para producir. Estamos dependiendo de El Palito con esos 10.000 barriles de petróleo, advirtió Girot.

Pymis en Carabobo estarían al borde del colapso por la falta de combustible

Ante la aguda escasez de combustible que golpea duramente el estado Carabobo desde hace al menos 15 días, las pequeñas y medianas industrias en la entidad estarían a punto del colapso, advirtió la presidenta de Capemiac, Elisabeth Brandt.

Reveló que este sector produce a 15 % de su capacidad instalada. Asimismo, indicó que no solo se ve afectado por falta de gasolina, sino que también la escasez de gas y gasoil impacta de manera grave los procesos productivos de muchas empresas.

“El gas es un factor importante en el proceso productivo. El gasoil es el combustible que utilizan muchos transportes para trasladar alimentos y medicamentos”, dijo Brandt.

A su vez, recalcó que otro problema que enfrentan es “surfear la ola” de la cuarentena para prevenir la COVID-19. Hizo un llamado a los agremiados de Capemiac y a los carabobeños en general para que acaten las normas de bioseguridad como el uso del tapabocas, distanciamiento social y lavado frecuente de manos.

Según el conteo que lleva la administración de Nicolás Maduro, en Carabobo hay 406 casos de coronavirus y ocho fallecidos.

Los llanos golpeados por la falta de combustible

En tanto, la crisis por la falta de gasolina golpea a las entidades llaneras como Barinas y Portuguesa. Barinas, donde muy pocas veces escasea el combustible, ha sido afectada por la situación. Sin embargo en el mercado negro no faltan las pimpinas llenas de gasolina, cuyo costo puede variar entre 20 y 60 dólares.

La dos últimas semanas de julio y la primera de agosto mostraron su peor cara para los llaneros, quienes se vieron en la obligación de dormir en sus carros para ver si corrían con la suerte de que les llegara gasolina.

Las 50 estaciones de servicio habilitadas en doce municipios de la entidad no funcionan de forma regular, pues entre tres y seis días deben esperar a que llegue una nueva gandola a alguna de ellas. A la escasez se agrega que la entidad se rige por el pico y placa, por lo que si el día que corresponde abastecerse no llegan cisternas, toca esperar a la jornada establecida para volver a intentarlo.

La situación en Portuguesa no es diferente de la del resto del país. El martes 4 de agosto, habitantes del estado procedieron a cerrar la autopista José Antonio Páez, ante la negativa de las autoridades para abastecer a los carros que estaban en cola.

A través de las redes sociales denunciaron que a la bomba José Gregorio Hernández había llegado una gandola con 100.000 litros de gasolina y solo atendieron a 100 carros. Sin embargo, dejaban ingresar vehículos que pagaban por un cupo VIP, es decir, sin hacer cola. La entidad está paralizada, incluyendo al sector productivo primario.

Con información de Equipo de Corresponsales


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