En Venezuela se requieren al menos un millón de toneladas métricas (t) de alimentos por mes para garantizar seguridad alimentaria. Pero el año pasado, el programa CLAP distribuyó un promedio de 19.000 t y solo cubrió 5 % de los 2000 kilogramos que requiere cada familia.

Caracas. La distribución de cajas CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), programa creado por el gobierno de Nicolás Maduro en 2016, sigue en niveles bajos y en medio de una crisis de inseguridad alimentaria sin precedentes. En promedio, en 2020 se distribuyeron 2.685.837 cajas y bolsas de alimentos subsidiados, que llegaron a solo 38 % de los hogares.

Un estudio revelado por la ONG Ciudadanía en Acción (CeA) proyecta que en el último año fueron entregadas 32,2 millones de cajas y bolsas CLAP. Del total, al menos 13,7 millones (42,6 %) se distribuyeron en parroquias tipo 1, que son aquellas densamente pobladas y ubicadas las principales ciudades del país.

Aun así, el promedio de cajas recibidas en las parroquias más beneficiadas estuvo lejos del necesario. Según la ONG, basándose en estimaciones de 2016 del Estado Mayor del CLAP, las parroquias tipo 1 requieren una meta de 4,2 millones de bolsas o cajas para satisfacer a las más de 2,2 millones de familias.

Es decir, en 2020 solo se cumplió 27 % de la meta, mientras que en los otros tres tipos de parroquia (densidades poblacionales de media a baja en ciudades intermedias, áreas rurales y periféricas) el cumplimiento estuvo entre 19 % y 22 % del requerido.

Distribución insuficiente y desigual

El director ejecutivo de Ciudadanía en Acción, Edison Arciniega, indicó que en Venezuela se requieren al menos un millón de toneladas métricas (t) de alimentos por mes para garantizar seguridad alimentaria. Pero en 2020 el programa CLAP distribuyó un promedio de 19.000 t, con su pico más alto en julio (31.365,49 t ese mes).

La mayoría de las cajas, y por ende del volumen de alimentos, se distribuyeron en las regiones capital, central y centroccidental del país (55,6 % de la distribución), donde se concentra el poder político, económico y administrativo del país, dejando rezagada a la región oriental y al Zulia, pese a que albergan a buena parte de la población.

Infografía: Amadeo Pereiro.

Aún así, la penetración del CLAP fue insuficiente incluso en las regiones más “beneficiadas”, pues en la región capital apenas el 48,02 % de las familias recibieron el subsidio, con una situación más crítica en Oriente (30,67 %) y Guayana (34,10 %). Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), en 97 % de los hogares venezolanos hay inseguridad alimentaria y en 33 % la inseguridad es severa.

Solo cubrió 5 % del requerimiento por familia

La ONG estima que el Estado, a través del programa CLAP, aportó unos 111,34 kilogramos por familia en todo el año, solo 5 % de los 2000 kilogramos que requiere cada familia para cubrir todas sus necesidades proteicas y nutricionales.

En promedio las cajas y bolsas CLAP solo tuvieron un volumen de 8,5 kg de alimentos al mes, principalmente carbohidratos (como harina de maíz, arroz blanco y pasta alimenticia) y leguminosas (lentejas y, en menor proporción, caraotas), productos que suelen ser los más consumidos por su costo en el mercado.

La salsa de tomate dejó de ser incluida en las cajas, y productos como mayonesa, azúcar refinada y atún enlatado cada vez tienen menor proporción en el volumen de alimentos que se distribuyen. El peso promedio de las cajas y bolsas CLAP es menor a 7,6 kg en las parroquias tipo 2, 3 y 4.

Infografía: Amadeo Pereiro.
Legumbres y hortalizas desaparecieron del Combo Proteico

Otro programa analizado por Ciudadanía en Acción fue el de los Combos Proteicos CLAP, que distribuye alimentos frescos y procesados, y que a lo largo del año pasado fueron dejando de incluir legumbres y hortalizas en sus ofertas.

En 2020, ese programa distribuyó 149.326 toneladas métricas de alimentos, a razón de 100,61 kg por familia en todo el año. Los principales rubros incluidos fueron sardinas (23,10 kg por familia), tubérculos y feculentos (19,02 kg) y carne de aves (21,70 kg).

Los combos tuvieron pesos promedios entre 6,21 kg y 7,81 kg mensuales por familia, con cifras más críticas en las regiones andina (5,09 kg) y oriental (5,81 kg). En 2020, la Encovi calculó que el consumo promedio del venezolano fue de 17,9 gramos de proteínas (se requieren 51 g diarios) y que la desigualdad es más marcada en el consumo de proteínas que de otros rubros.


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