En barrio Píritu, en Petare, olvidaron lo que es tener agua por tuberías todos los días. Hace muchos años tenían un ciclo de agua de acuerdo con el cual les llegaba cada ocho días, luego pasó a 15 días, luego a 21 y ahora, con suerte, una vez al mes. Vecinos calculan que el problema con el suministro de agua comenzó hace aproximadamente siete años.

Caracas. Antes de las elecciones legislativas de 2020, los habitantes de barrio Píritu, en Petare, tenían 11 meses sin servicio constante de agua por tuberías. Sorpresivamente, llegó días antes de las parlamentarias, pero solo duró tres días. Desde ese hecho, el agua solo ha vuelto por raticos y dependiendo de que no haya un problema con alguna tubería o bote de agua en la zona que interrumpa el servicio.

Un vocero de la comunidad, que prefirió el resguardo de su identidad, comentó que la gerente de Fortalecimiento Social de Hidrocapital, Gilda Cansino, le asignó a la Mesa Técnica del Agua de la comunidad la elaboración de un proyecto que busque soluciones al problema del agua en barrio Píritu, en la carretera Petare-Guarenas.

“Hace dos semanas solo nos mandaron a hacer un proyecto para tomar decisiones sobre posibles mejoras de las tuberías de la comunidad. Nosotros estamos de acuerdo con el proyecto, porque todo lo que sea mejora para la comunidad bienvenido sea, pero antes de las elecciones llegó agua a todo Píritu por tres días, y llegó hasta por tuberías clausuradas. ¿Cómo es que ahora después de las elecciones no llegó agua más nunca? Eso no es un problema de tuberías”, comentó el vecino.

Tener acceso al agua es un derecho humano fundamental que, además, está establecido en la Constitución Nacional. Sin embargo, una investigación de la organización no gubernamental Monitor Ciudad estima que solo 9 % de los hogares del municipio Sucre recibe agua de forma continua. También la Organización Panamericana de la Salud advierte que no contar con servicios adecuados de suministro de agua, saneamiento e higiene puede representar un riesgo para la salud pública, más en medio de una pandemia.

Son aproximadamente 600 familias las que no cuentan con el servicio ni siquiera una vez por semana en barrio Píritu. El mismo vocero de la comunidad comentó que tienen asignado un “padrino de agua”, de quien prefiere no revelar su identidad. Este personaje gestionó que cada domingo vaya a la comunidad una megacisterna de las que compró el gobierno de Nicolás Maduro en 2020. Desde hace un año, la cisterna hace dos viajes a barrio Píritu: “Con eso es que se está sobreviviendo, pero no es suficiente para todos”.

En otras comunidades cercanas el agua llega todos los sábados en la tarde y se va los lunes al mediodía, cuando no hay un problema con alguna tubería o algo que impida el flujo del agua. “Esto no pasa en Píritu”, según el vocero, quien cuenta que anteriormente en el barrio tenían, por lo menos, un ciclo establecido según el cual el agua llegaba cada 21 días.

Hace muchos años llegaba cada ocho días, luego fueron 15 días, luego 21 días y ahora cada mes, si acaso.

En la actualidad, las pocas veces que llega el servicio es efímero, contó el vocero: “Llega el sábado a las 11:00 p. m., se va a la 1:00 a. m., luego vuelve a llegar a las 6:00 a. m. y se va las 7:00 a. m. hasta finales de la noche que vuelve a llegar otro ratico. Nosotros tenemos tiempo sin saber lo que es tener agua todos los días en nuestros hogares. Yo calculo unos siete años”.

Además de las cisternas que envía el supuesto “padrino del agua” de barrio Píritu, los vecinos han optado por pagar de su bolsillo servicios de cisternas privados, los cuales tienen costos en dólares. Otra opción ha sido traer agua de sus trabajos o cargar agua desde la urbanización Terrazas del Ávila, que está cercana a la comunidad.

Sobre el tema del proyecto, los integrantes de la Mesa Técnica del agua de barrio Píritu están en busca de asesoría para poder elaborarlo, ya que no cuentan con supervisión de Hidrocapital: “Antes, en el antiguo Instituto Municipal de Agua de Sucre, nos mandaban un ingeniero y él iba revisando todo. Ahora ellos te piden un proyecto como si uno fuese el ingeniero. Lo que pensé fue solicitar una ampliación de tuberías que conecte con una tubería nueva que está en la zona de La Florencia, adonde llega más el agua”.

Un estudio del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos de enero de 2021 calcula que 61 % de las personas encuestadas considera que el servicio de agua en el país es deficiente. De igual forma, plantea que 44 % de las personas opta por almacenar agua ante fallas del servicio, 23,3 % paga cisternas, 12,2 % compra botellones y 11 % la trae de casas de vecinos o familiares, pozos, quebradas o ríos.


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