Inseguridad, escasez de alimentos, fallas en el suministro de agua y gas y transporte deficiente son las denuncias más comunes en el barrio de Guarenas
Carlos Crespo/ @CarlosCrespoR
Guarenas. “Una Glock”, esa es la respuesta que dio un niño de unos 10 años, cuando un trabajador de la Gobernación del estado Miranda le preguntó qué quería que le regalaran. Balones de fútbol, muñecos o videojuegos ya no figuran en la lista de regalos de los más pequeños del barrio El 21 de Las Clavellinas en Guarenas que, como en muchas otras barriadas de la Gran Caracas, conviven con la violencia día y noche.
La inseguridad es una de las quejas que más se repite en esta comunidad. José Tiape aseveró que los delincuentes no tienen ningún tipo de temor a las autoridades. “Hace pocos días pasaron unos choros y descargaron sus armas. El Gobierno les ha dado alitas a los delincuentes. Eso no lo controla nadie”, asevera.
Mucho calor y poca agua
El calor de Guarenas obligó a las personas a refugiarse en las sombras de casas y árboles. A pesar de esto el suministro de agua en la zona presenta fallas. Leonor Hernández denunció que en algunos sectores de Las Clavellinas tienen hasta dos semanas sin el líquido. “La verdad es que sentimos que no nos toman en cuenta”.
Hugo Mijares ratificó la denuncia y señaló que pueden pasar hasta una semana o más sin el servicio. “Aquí llega el agua una vez a la semana y las medicinas no se ven por ningún lado”. Iris García dijo que el problema es más grave en el sector Las Mercedes. “Ahí suelen pasar varios días sin agua”.
Transporte y gas
Jeillyn Arenales, estudiante universitaria, indicó que el transporte tampoco funciona bien, lo que complica el desplazamiento de los vecinos, quienes trabajan o estudian en Caracas. “Se forman unas colas enormes para agarrar las camionetas, uno tiene que salir como tres horas antes para llegar a un lugar y es fuerte”.
Otra vecina del barrio denunció que tienen 22 días sin que les llegue el gas. “Tendremos que cocinar a leña”, señala. El concejal por Primero Justicia (PJ) del municipio Plaza, David Viana, también señaló que la gente se queja de las largas colas para comprar alimentos. “El desabastecimiento es fuerte por esta zona, las colas son el día a día de la gente que vive acá. La inseguridad es muy fuerte. Todo el mundo ha sido víctima de la violencia o tiene un familiar que ha sido víctima”.
Foto: Angeliana Escalona
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