Dos sepultureros en complicidad con par de motorizados atracaron a una familia y asesinaron a Luis Rodríguez, de 26 años, por resistirse. Policaracas llegó luego de que los delincuentes huyeron
Yohana Marra/@yohanamarra
Caracas. Bajo el engaño de que estaban esperando agua para terminar el entierro, dos sepultureros del Cementerio General del Sur demoraron la ceremonia a una familia. Llamaban por teléfono, supuestamente apurando a las personas que llevaban el material, pero llegaron dos antisociales en moto.
Los delincuentes eran cómplices de los hombres que enterraban el cuerpo de Antonio Rodríguez y despojaron de sus pertenencias a todos, incluso hasta los cascos de las motos.
Luis Alfredo Rodríguez estaba presente en el último adiós de su tío. En medio del atraco intentó defender a un familiar que es funcionario, pues uno de los hampones le pidió el bolso donde guardaba su uniforme y una tablet. Pero el sujeto se volteó y lo abaleó en el abdomen.
Eran tan solo las 10:00 am del sábado, justamente antes del Día de los Difuntos. Leonardo Tovar, allegado de la víctima, contó que se armó un rebullicio después del tiro que le dieron al muchacho, porque el hombre pretendía disparar otra vez pero se le engatilló el arma.
Los cuatro antisociales huyeron hacia el barrio que colinda por la parte de adentro del cementerio, dejando el entierro a medias. Robaron a aproximadamente 24 personas que asistieron al sepelio.
“Al rato, luego de que un funcionario de la Guarida Nacional Bolivariana echó un tiro al aire, fue que llegaron los policías; fueron después de lo lamentable”, detalló.
El entierro era cerquita de la entrada, por la administración, según describió. Es decir, a pocos metros de un módulo de Policaracas.
Robos y profanaciones
Leonardo se mostró decepcionado por la situación de inseguridad que hay dentro del cementerio, sobre todo porque los policías no hacen nada. “Esto es triste, pero ¿cómo hacemos nosotros? Ni siquiera para enterrar a un familiar se puede confiar en el Cementerio del Sur”.
Luis, de 26 años, falleció en el hospital Pérez Carreño ese sábado; trabajaba como vigilante en unas residencias de El Hatillo. Este martes sus deudos seguían en la morgue de Bello Monte, porque no les habían entregado el cadáver. “No nos han dicho por qué, sus papeles están en regla. Supuestamente lo entregan hoy”.
El doliente también denunció que las profanaciones continúan, tanto en el Cementerio del Sur, como en el de La Primavera de Maracay. Hace mes y medio Leonardo se llevó una sorpresa cuando fue a llevarle flores a su sobrino Gustavo Acuña, asesinado hace tres años para robarlo.
“La tumba estaba violentada, se llevaron su cráneo, un brazo y una pierna, pero no del mismo lado. Eso lo usan para sus rituales macabros. Mi hermana y yo denunciamos en el cementerio y en el Cicpc, pero no pasó nada”
Soltó que tan solo pasaron tres meses sin ir al campo santo. “Esto es triste, lo peor es que va a seguir porque nadie tiene el interés de hacer nada”.
Foto: cortesía AVN/Yohana Marra
Participa en la conversación