El psicólogo y coordinador de Cecodap, Abel Saraiba, explicó que las tradiciones navideñas deben ser aterrizadas en función de la realidad familiar, algunas familias incluso modifican estas tradiciones por su situación económica. Lo importante siempre es explicarles a los niños para que sus expectativas sean adecuadas.

Caracas. El pequeño árbol de Navidad destaca apenas entrar al Colegio Fermín Toro, en Petare; junto a él hay un nacimiento de piezas de cerámica, entre las que resalta el niño Jesús por ser un poco más grande. En los salones las carteleras lucen dibujos del pesebre, ángeles y coronas de Adviento pintadas por alumnos de preescolar. 

En uno de los salones está Nicole*, de tres años de edad, quien pinta con esmero su carta para el niño Jesús. La maestra le dio una cartulina decorada, con un dibujo en su interior para que ella lo pintara, sin salirse de las líneas como se recuerda así misma un par de veces. 

En el Colegio Fermín Toro las actividades decembrinas comenzaron el primero del mes con el grito de la Navidad y finalizaron el 14 de diciembre con la fiesta navideña.

El psicólogo y coordinador de Cecodap, Abel Saraiba, explicó que este tipo de tradiciones deben ser aterrizadas en función de la realidad familiar. Algunas familias incluso modifican estas costumbres por su situación económica. Lo importante siempre es explicarles a los niños y contener las expectativas con respecto a los regalos. 

En el Colegio Fermín Toro le enseñan a los niños y niñas que la Navidad es mucho más que los regalos. Yadeisy, maestra de segundo nivel, explicó que ella imparte a sus alumnos, de cinco y seis años de edad, temas que en la casa pasan inadvertidos, como quién es el niño Jesús y por qué se celebra su nacimiento el 25 de diciembre. 

Nacimiento del niño Jesús en el Colegio Fermín Toro se conmemora con dibujos

Regalos y expectativas 

Durante esta celebración, una de las actividades fue hacerle la carta a Santa Claus o al niño Jesús, dependiendo de las creencias de cada familia. Las docentes recortaron las partes de un ángel para que los niños lo pegaran, además hicieron un árbol dentro de las tarjetas para que los pequeños las colorearan. 

Nicole habla perfecto a pesar de su corta edad y aseguró que su carta tenía que ser la más bonita para que el niño Jesús le traiga la extensa lista que no dudó en enumerar.

Quiero un teléfono, una tablet y una bebé, que tenga su chupón, su tetero y un coche para llevarla de paseo”, dijo la niña con su atención en la carta.

Saraiba mencionó que cada familia carga las festividades navideñas de significados y cuando se reduce a un regalo, por supuesto que el peso estará allí. Los padres deben valorar la situación y si de pronto no se tienen los recursos para satisfacer esa necesidad es importante conversarlo. 

El experto considera que es fundamental no alentar cosas que no se pueden cumplir, pues eso trae consigo la frustración.

“Muchos padres quisieran que esa frustración no existiera, pero hay que tener en cuenta que si el niño pide algo por encima de las posibilidades de los padres y ellos no logran satisfacer esta demanda, no debe existir la sensación de que como padres o como familia no hemos podido cumplir con las expectativas”, dijo Saraiba.

Puede ser doloroso, pero la solución no es regañar, castigar al niño o que no se hable de los regalos en casa; por el contrario, es deber de los padres explicar la situación y si hay frustración, hablarlo. 

Colegio Fermín Toro
Foto: Manuel Díaz
“Creo que el niño Jesús no me quiere, maestra”

Miranda*, tres años de edad, sabe colorear sin salirse de la línea, también sabe todos los colores y contar hasta cinco, pero no es muy habladora; con algo de pena contesta las preguntas de la maestra. 

“Pide una muñeca porque son bonitas, seguro ella quiere una porque yo también quiero una”, la incita Nicole.

La niña la mira un par de segundos antes de contestar que solo quiere un bolso porque el que ella tiene ya no está bonito. 

Yadeisy mencionó que la llegada del niño Jesús puede ser complicada en algunos hogares. En enero, siempre es difícil evitar la conversación de qué recibieron en Navidad. 

En algunos hogares de Barrio Nuevo en Petare, los padres quisieran mantener la ilusión de sus hijos, pero económicamente no pueden adquirir los regalos que les piden. “Creo que el niño Jesús no me quiere, maestra”, son algunas de las cosas que escucha la docente en enero. 

Mencionó que en el colegio les explican que hay muchos niños en el mundo y que deben ser considerados al realizar su lista de regalos.

Colegio Fermín Toro
Foto: Manuel Díaz
¿Decirles o no?

Saraiba mencionó que no hay una edad determinada para decir a los niños quién es el niño Jesús, pues cada familia es particular y es cada padre el que tiene que evaluar la situación.

En la mayoría de los casos los niños lo descubren solos, y es deber de los padres explicarles la situación y pedirles que respeten la ilusión de los otros niños. 

Aparatos tecnológicos 

Yadeisy, maestra de tercer nivel, rellena con caramelos los cotillones hechos de botellas recicladas, mientras observa la dinámica que se da a un par de mesas de ella, en el primer nivel.

La maestra aseguró que este año en más de la mitad de las cartas los niños piden algún aparato tecnológico. Yedeisy considero que este hecho es consecuencia de la pandemia y del acercamiento que tuvieron los niños con la tecnología. 

Para muchos padres es cómodo, pues le dan un teléfono para que se queden tranquilos, dijo la docente.

Asimismo resaltó la importancia de la vigilancia mientras los niños navegan por Internet, e invitó a los padres a propiciar más juegos que desarrollen las habilidades motoras de los niños. 

Sin recursos suficientes 

Este año, por los altos costos y las pocas posibilidades de algunos padres, todos los cotillones navideños en el Fermín Toro se hicieron con material reciclado. Dayani, la directora de la institución, aseguró que son pocos los padres que colaboran. “Muchos quisieran, pero es complicado”.

Colegio Fermín Toro
Los cotillones en el Fermín Toro se hicieron con material reciclado. Foto: Manuel Díaz

Este año tampoco solicitaron chucherías para todos, sino que cada padre llevará lo de su hijo. “Esto acentúa una brecha de desigualdad, pero no conseguimos otra solución”, dijo la docente.

Las maestras se encargaron de recoger el material reciclado, pues al colegio no llegan recursos del Ministerio de Educación. Dayani explicó que incluso venden rifas en dos dólares para poder pintar el colegio.

Todo aquí se hace con las uñas, nuestro sueldo también es muy malo, pero se trabaja por vocación, explico Dayani.

El sueldo de Dayani es de 280 bolívares quincenales, y tiene un horario de tiempo completo por su cargo en la institución. Yadeisy tiene menos años de experiencia y es docente así que gana quincenal 130.99, pero trabaja también en otra institución para solventar sus necesidades básicas.

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