El Cenda calcula que un trabajador requiere al menos 23 millones de bolívares diarios para cubrir las necesidades alimentarias de su familia, equivalentes a seis dólares al día o poco más de tres salarios mínimos. El ingreso mínimo en Venezuela solo permite comprar 1,02 % de la CAT.

Caracas. Similar al índice inflacionario estimado por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), en junio la canasta alimentaria registró una de las variaciones de costo más bajas en poco más de un lustro, aunque ello no impidió que el paupérrimo salario mínimo del venezolano tuviera poder de compra.

De acuerdo con cálculos del Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores (Cenda), en junio la canasta alimentaria tuvo un costo de 691,48 millones de bolívares, por lo que el aumento respecto a mayo de este año fue de 6,9 %, equivalente a 44,67 millones de bolívares. En dólares, la canasta alimentaria de los trabajadores (CAT) varió 0,47 % al pasar de $219,24 a $220,27.

“En junio los precios de los alimentos básicos continuaron incrementándose, pero a un ritmo inferior a como lo venían haciendo en los meses y años previos”, señala el Cenda en su más reciente informe e indica que la variación fue similar a la pérdida de valor del bolívar frente al dólar, que estiman en 6,4 % de acuerdo con datos del Banco Central de Venezuela.

Aun así, al menos cinco rubros de la CAT registraron aumentos superiores al de la canasta alimentaria: pescados (15,5 %), verduras (12,9 %), carnes y sus preparados (9,7 %), grasas y aceites (8,6 %) y frutas y hortalizas (8 %).

Desde que Venezuela entró en proceso de hiperinflación, a finales de 2017, la variación de la CAT solo ha sido de un dígito en dos oportunidades además del último mes: junio de 2020 (9,9 %) y marzo de 2021 (6,8 %). Además, salvo en 2018 cuando la variación fue 125,5 %, durante los últimos tres años en junio la canasta alimentaria ha tenido variaciones menores a la media.

Los otros rubros que registraron incrementos fueron productos alimenticios (6,5 %), azúcar y similares (5,5 %), bebidas no alcohólicas (5,3 %), cereales y productos derivados (5 %) y granos (3,7 %), mientras que leche, quesos y huevos registraron un decrecimiento de 0,5 % en sus precios respecto a mayo.

Según cálculos propios de Crónica.Uno, las hortalizas y las frutas fueron los alimentos que más variaron entre mayo y junio en el mercado municipal de Quinta Crespo y, en efecto, los quesos fueron los que menos variaron y se registró una disminución de 11 % del precio del queso duro en ese período.

Desde finales de 2020, cuando empezó a agudizarse la escasez de gasoil, productores e industriales vienen reportando un aumento en la oferta de quesos motivado por las dificultades para trasladar la leche desde el campo hasta las industrias. Ello, sumado a la poca demanda que hay por la crisis económica, ha estancado los precios, al punto de que a puerta de corral el kilo no supera los $1,70 en promedio.

El Cenda también resalta que al menos tres productos de la CAT no se consiguen con regularidad: atún enlatado al natural, sardina fresca y frijoles. La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos (Sviaa) calcula que este año solo se sembró 48 % de las hectáreas disponibles para leguminosas, de las cuales alrededor de 80 % son frijol chino y, en su mayoría, es exportado o distribuido en cajas Clap.

De acuerdo con cálculos del Cenda, en junio la canasta alimentaria llegó a una variación acumulada de 1570,78 % respecto al mismo mes en 2020. Por rubros, los precios de los granos lideran la tabla (1941,77 %), seguidos por grasas y aceites (1708,49 %), frutas y hortalizas (1708,49 %) y carnes y sus preparados (1604,10 %).

Para poder adquirir los rubros que contienen proteína animal (carnes, huevos y pescados) una familia requiere al menos 216,72 millones de bolívares, alrededor de 66 dólares según el tipo de cambio promedio de finales de junio.

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