En la calle Caraballo de Cotiza no hizo falta una tormenta tropical para que 28 familias quedaran sin hogar

Estas aguas vienen de una tubería que recoge las aguas residuales de otras zonas de la parroquia San José. “Nosotros denunciamos esto hace un año que ese tubo se había roto y que estaba por colapsar”, aseguró Pedro Suárez, vecino de Caraballo.


Caracas. El sonido del agua que cae desde lo alto hacía la calle Caraballo de Cotiza, parroquia San José, no tiene la misma fuerza de hace algunos días. Ahora parece una especie de riachuelo tímido, en comparación con la intensidad y el color marrón en que se torna cada vez que cae un aguacero en el oeste caraqueño.

El miércoles, 29 de junio, los vecinos temían que el terreno se siguiera deslizando y socavara más el suelo de las casas que aún quedan en pie a los costados del tubo matriz, que se reventó en mayo, y desbordó sus aguas con tanta fuerza que acabó con al menos 28 viviendas.

Desde el jueves pasado no ha vuelto a llover en Caracas. Sin embargo, la temporada de lluvias, que inició en mayo y se extiende hasta noviembre, amenaza a más familias de la calle Caraballo.

Foto: Tairy Gamboa

Las viviendas que están en la parte más llana tampoco han tenido suerte. Cuando el caudal de agua crece entra a las casas y es tanto el barro, la basura y las piedras que arrastran que luego de que escampa se complica el paso por la calle principal.

Estas aguas vienen de una tubería que recoge las aguas residuales de otras zonas de la parroquia San José.

Nosotros denunciamos esto hace un año. Denunciamos que ese tubo se había roto y que estaba por colapsar, enfatizó Pedro Suárez, vecino de la calle Caraballo, quien explicó que acudieron a la Corporación de Servicios Municipales de Libertador.

Pero nunca nos prestaron atención.

— Se hizo ese reclamo y no hicieron nada. El agua salía pero las casas seguían en pie y no prestaron atención.

Foto: Tairy Gamboa
Casas en riesgo

Desde mayo “casi todos los días” los funcionarios de Protección Civil o Bomberos del Distrito Capital tocan la puerta de la casa de la hermana de Jessica, para advertirle que está en riesgo.

Ella no se ha ido porque no tiene para dónde irse, aclaró Jessica Guatachi, quien desde el lunes, 27 de junio, vive con su hermana.

Jessica llegó desde Barlovento para ayudar a su hermana a estar pendiente de la casa y de sus pertenencias, durante el día, mientras ella trabaja. De noche las hermanas, otro de sus hermanos y su papá, se van a dormir a casa de otro familiar cerca.

Foto: Tairy Gamboa

La hermana de Jessica vive en la calle Caraballo desde hace poco más de un año, cuando adquirió la casa luego de divorciarse. La casa tiene tres pisos y una terraza. Por dentro el techo de la primera planta muestra signos de humedad. Los muebles, la cocina, nevera, televisores y el resto de pertenencias aún están dentro de la vivienda.

La persona que le vendió la casa no le advirtió sobre el problema de la tubería que pasa cerca de la construcción. Ahora lo que dice es que esa quebrada nunca dio problemas.

Derrumbe de casas

En mayo al menos 28 casas fueron desalojadas y derribadas debido al riesgo que representaba vivir bajo el tubo matriz. Las filtraciones del tubo socavaron el terreno bajo las casas, construcciones tenían más de 10 años en la zona.

Estas familias, según testimonios de otros vecinos, fueron trasladadas hacia refugios en La Yaguara y Catia.

Algunas incluso se han regresado a vivir a sus casas, ya que no les han dado solución, confesó Henry Machado, otro vecino de Cotiza.

Foto: Tairy Gamboa

La casa del grupo familiar que se regresó a la calle Caraballo aún se encuentra en aparente buen estado. Sin embargo, cuando el afluente crece, y baja por el cerro con fuerza, choca contra las paredes de la vivienda y entra. Este viernes, 1° de julio, no había personas en este hogar.

Machado contó que una de sus cuñadas quedó sin vivienda y en la actualidad vive en el refugio de La Yaguara.

Lo que ella me ha dicho es que solo les dicen que están trabajando, pero de resto no hablan de qué pasará con ellos, agregó.

Lluvias de los últimos días

Desde mayo hay maquinaria y obreros en la zona, para remover los escombros. El paso de las últimas lluvias dejó aún más escombros y lodo por toda la calle, por aun corren las aguas residuales.

Hace 15 días hubo una reunión entre funcionarios de la Alcaldía del municipio Libertador y vecinos de la calle Caraballo, en la cual comentaron que en total son 1000 familias en riesgo.

Lo que nos dijeron es que están esperando la aprobación del presupuesto para arreglar la tubería, añadió Machado.

Foto: Tairy Gamboa

Este año la temporada de lluvias fue peor que en cualquier otro año reciente. Y además de eso los vecinos de la zona se alertaron cuando desde el lunes, 27 de junio, escucharon sobre un supuesto potencial ciclón tropical que pasaría por Venezuela.

Ana Cordero, vecina de la comunidad, no duda en que un viento fuerte podría llevarse el techo de su casa.

La madrugada del miércoles, 29 de junio, luego de la cadena nacional del mandatario Nicolás Maduro, en la cual anunció la suspensión de clases y la activación de refugios para las personas en riesgo, Ana no pudo dormir bien.

Foto: Tairy Gamboa

Desde la casa de Ana se escucha pasar el agua con un ruido estruendoso que intenta emular. Es un sonido horrible. Ese día nosotros estábamos asustados. Menos mal que al final no pasó. Gracias al señor Jesucristo que esta lluvia vino sin vientos y sin nada.

Ese mismo miércoles, en horas de la noche, Maduro anunció que el potencial ciclón se debilitó antes de llegar a las costas venezolanas. Por lo que solo hubo lluvias moderadas en los estados costeros, más el Distrito Capital, sin pérdidas materiales ni humanas.


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