En las escuelas de Libertador se preparan según sus capacidades para cumplir el protocolo anti COVID-19

Las escuelas se están preparando para iniciar el año académico 2021-2022 de forma semipresencial. A pesar de querer regresar a las aulas, persisten los sueldos precarios para los educadores y dificultades para garantizar el protocolo de bioseguridad.

Caracas. La hermana Stella Rueda, directora del Colegio Hijas de los Sagrados Corazones, abrió la reja de color azul claro del plantel a las 7:49 a. m. del 29 de septiembre para iniciar un recorrido. La infraestructura ubicada en Antímano, municipio Libertador, estaba limpia, en buenas condiciones, había espacios donde se notaba que hubo recientes trabajos de mantenimiento y los maestros que se encontraban en el lugar usaban tapabocas.

No hemos parado de trabajar desde que inició la pandemia, pero no habrá clases presenciales. Al menos hasta diciembre, no tenemos la condiciones para recibir a los estudiantes, dijo la directora.

Rueda le aclaró a Crónica.Uno que el espacio de los salones no está acondicionado para poder seguir el protocolo de bioseguridad. Por eso no se puede garantizar el distanciamiento social entre alumnos y tampoco disponen de ventanales grandes para que circule el aire.

Antes de la pandemia de la COVID-19, todos los salones utilizaban aire acondicionado para dar un ambiente ameno durante las clases, pero usarlos en tiempos de pandemia es contraproducente.

Foto: Luis Morillo

La profesora quiere que el plantel continúe siendo un lugar para difundir educación de calidad y así evitar que se enfermen los estudiantes, el personal docente, administrativo y obrero. Por tanto, las clases se mantendrán de manera remota con el uso de las guías académicas que son enviadas a través del correo electrónico y WhatsApp.

También continuarán los días para atender a los padres y representantes en el colegio, con el fin de aclarar sus inquietudes y las de sus hijos.

Estas reuniones se llevarán a cabo durante la semana radical. Porque durante los días flexibles, los padres se encuentran trabajando, por lo tanto, se les dificulta poder asistir a estas sesiones. Por eso, nosotros decidimos trabajar con nuestro propio cronograma, explicó la directora del Colegio Hijas de los Sagrados Corazones.

Por supuesto, la dinámica virtual tiene sus complicaciones, razón por la que los estudiantes han contado con el apoyo de las tareas dirigidas para aclarar dudas. Además, si algo dejó claro la hermana Luz Rueda es que el colegio ha logrado mantenerse a pesar de las dificultades. Dice que es cuestión de “ver el plantel como una empresa que debe ser gestionada de forma eficiente”.

Agregó que la escuela maneja una matrícula de 650 estudiantes, cada año académico oscila entre 30-35 estudiantes por aula. Los niveles de educación que ofrece el colegio son de preescolar y primaria. Aseguró que el pensum y la dedicación de los docentes han hecho que la institución tenga una gran demanda por los habitantes de la comunidad.

No ha habido deserción escolar. No ha sido por motivos económicos, si no pueden pagar la mensualidad, buscan aportar con lo que pueden. Solo se han retirado los estudiantes por razones de mudanza, ya sea hacia otra zona de la ciudad o del país, comentó la educadora.

Desde el pasado 20 de septiembre, los docentes, personal administrativo y obrero se encuentran trabajando en el plantel para el inicio de las clases.

Foto: Luis Morillo

Rueda expresó que la comunidad ha sido muy importante para que la escuela continúe en buenas condiciones, ya sea aportando en el mantenimiento de la infraestructura como garantizar que no fallen los servicios básicos dentro del plantel.

Nuestra labor ha sido reconocida por todos los habitantes. Han visto que nosotros no hemos parado trabajar y eso ha generado que exista un gran sentido de pertenencia por este lugar, comentó la religiosa.

En el último piso del colegio está el patio techado y la capilla. Al fondo, hacia la derecha, hay una cocina donde se preparan los alimentos y en ese espacio el plantel tiene un proyecto social llamado Alimentando sueños, que ha estado operativo desde 2017. Parte del personal reparte el desayuno a 250 personas de lunes a viernes, que van a retirarlo a las 9:00 a. m. El servicio va dirigido a estudiantes de escasos recursos y otras personas de la comunidad que lo necesiten.

Foto: Luis Morillo

Luz Rueda reconoce que sin aliados no sería posible el mantenimiento de la escuela. Para adquirir las herramientas tecnológicas para dar clases ha contado con la ayuda de la fundación de la empresa Y&V y de la Fundación Educando a Niños Felices.

La profesora dice que con la situación que vive el país hay que avivar la resiliencia, puesto que no vamos a cambiar el mundo si solamente nos enfocamos en quejarnos.

Afinando detalles para arrancar con las clases

La hermana Elbia Colina, directora del Colegio Nuestra Señora de Guadalupe —ubicado en Sabana Grande, municipio Libertador— se encontraba en la entrada del plantel para explicar cómo se están preparando para iniciar las clases semipresenciales.

La entrada de la escuela era amplia, había una persona encargada en medir la temperatura y de proporcionar gel antibacterial, a un costado del lugar estaba una cartelera que señalaba los protocolos que se deben cumplir para el nuevo año académico.

Hemos adecuado los espacios para que se cumplan las medidas de bioseguridad. De acuerdo con la matrícula que tenemos, iniciamos las divisiones de los grupos para que puedan asistir a sus clases durante las semanas flexibles, informó la profesora.

Foto: Luis Morillo

Comentó que cuando el Ministerio de Educación autorice el inicio de las clases presenciales, los estudiantes deberán tener su propio kit de bioseguridad: tener sujetadores para los tapabocas, una mascarilla extra, gel antibacterial, y al momento de comer no deben compartir sus alimentos con sus compañeros y traer su termo de agua.

Antes teníamos dos recreos pero, debido a la pandemia, tuvimos que incorporar otro con el objetivo de disminuir la interacción social entre los estudiantes de preescolar, primaria y bachillerato, detalló la docente Colina.

Con respecto al ámbito académico, la directora del Colegio Guadalupe le informó a Crónica.Uno que tienen planeado realizar un examen diagnóstico para hacer las nivelaciones correspondientes a los alumnos. Ese proceso tendría una duración aproximada de dos semanas, para luego arrancar con el contenido del año académico.

Mientras Colina estaba hablando, en el auditorio principal del plantel estaba reunido un grupo de padres y representantes con algunos maestros. Los docentes les estaban explicando cómo sería la dinámica que se llevaría a cabo bajo la modalidad semipresencial.

Foto: Luis Morillo

La directora dijo que uno de los déficits que han podido identificar durante el año y medio bajo las clases remotas, es la dificultad de comprensión lectora de los alumnos que estarían por cursar primer grado, ya que tienen problemas para aprender a leer y escribir.

Con respecto a materias como Matemática, Física y Química para los estudiantes de bachillerato también se identificaron fallas. Por eso, los educadores consideran indispensable que se pueda hacer las nivelaciones.

Los retos

Tanto Rueda como Colina aseguraron que la mayoría de sus profesores, así como el personal administrativo y obrero, se encuentran vacunados. Por otra parte, ambas coinciden en que uno de los mayores retos ha sido lograr darles buenos salarios a sus maestros.

Mantener motivado al personal, sobre todo a los profesores, no ha sido fácil. Yo me frustro mucho al momento de reclutar nuevo personal, porque al momento de decirles la oferta económica, declinan. Como estamos subvencionados es sumamente complicado, lamentó la profesora Elbia Colina.

Otro problema es el agua, servicio básico indispensable para que se pueda llevar a cabo el protocolo de bioseguridad. La directora del Colegio Guadalupe dijo que no han tenido escasez del mismo, dado que no tienen el plantel con toda la población activa y deberán ver cómo se desenvuelve todo durante las clases presenciales.

Foto: Luis Morillo

Con respecto al internet, la hermana Colina dijo que la conectividad tanto de los profesores como de los estudiantes es precaria, la asistencia de las clases virtuales ha debido ser flexible. Por esa razón, el plantel cuenta con un salón de informática, donde los maestros pueden preparar sus clases y hacer las correcciones de sus evaluaciones, también los educadores han decidido utilizar la plataforma Class Room de Google para compartir el contenido de las materias.

El Colegio Hijas de los Sagrados Corazones y el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe están suscritos a la Asociación Venezolana de Educación Católica. Durante el recorrido de dichos planteles se pudo contrastar la realidad que pueden estar viviendo diversas escuelas en Venezuela.

Foto: Luis Morillo

El Ministerio de Educación pretende que durante las semanas flexibles del esquema 7+7, los alumnos de educación primaria y secundaria vayan a las aulas. Para que esto se cumpla, se deben garantizar los protocolos de bioseguridad, brindar apoyo en recursos tecnológicos para que los maestros puedan dar clases.

El período escolar anterior (2020-2021) fue calificado por la Unidad Democrática del Sector Educativo como una catástrofe educativa, porque la pandemia de la COVID-19 agravó las condiciones, ya de por sí precarias, para ejercer la docencia.


Participa en la conversación