En los últimos 30 años la basura ha ganado todas las batallas a las autoridades municipales de Anzoátegui

basuraGrupos ambientalistas de la entidad afirmaron que el manejo que durante tres décadas han realizado las diferentes alcaldías del área metropolitana en el tema de la basura ha sido un fracaso. Ignorancia y poca comprensión de su complejidad, aseguran, han provocado que a diario se observen montañas de basura en calles y avenidas de la ciudad. Los defensores del ambiente refieren que los planes de reciclaje deben llevarse a escuelas y comunidades para que estos sean el primer frente en la clasificación de desechos.

Barcelona. Septiembre de 2020. Las lluvias caídas a principios de mes en la zona norte de Anzoátegui provocaron un colapso en las terrazas del relleno sanitario ubicado en el sector Cerro de Piedra en Barcelona y provocaron la acumulación de basura por varios días en el área urbana de la entidad.

Ese nuevo colapso evidencia una vez más, que, pese a los planes y buenos deseos de las autoridades gubernamentales, la basura siempre terminará ganándoles la batalla y la evidencia más palpable son las montañas de desperdicios que barceloneses, morreños, portocruzanos y guanteños, aprecian cada día en las diferentes calles y avenidas de sus municipios.

El problema de la basura es de tal magnitud que hasta discusiones, subidas de tono, ha generado entre figuras del espectáculo y regentes municipales.

Recordado es por los habitantes de la ciudad de Barcelona, la “discusión” en febrero pasado entre el cantante de música urbana Ignacio Mendoza (Nacho) y el exalcalde de Barcelona, Luis José Marcano, tras la acumulación de desperdicios en la comunidad capitalina de la Fundación Mendoza, en donde residen familiares del intérprete y que este mismo decidió recoger y llevar al relleno sanitario, acción que el alcalde calificó de “show mediático”.

30 años han transcurrido desde que a principios de la década de los noventa, los cuatro municipios que componen el área metropolitana de Anzoátegui se enfocaran en materializar un proyecto que denominaron Mancomunidad de los Desechos Sólidos y pese a que arrancó, organizaciones ambientales aseguran que las mismas alcaldías “sabotearon” el proyecto y este se perdió.

Sin estrategia

En el transcurso de esos 30 años cada alcaldía ha manejado la recolección de desechos de acuerdo con sus parámetros, han creado y contratado empresas, pero los ambientalistas aseguran que el problema sigue latente y lo ocurrido en esas tres décadas no es más que un fracaso.

Rodolfo Gil y Antonio Oteyza dirigen, respectivamente, los grupos ambientalistas Agua Para Todos y Movimiento Ecológico de Anzoátegui, ambos sostienen que el no haber consolidado la Mancomunidad de Desechos Sólidos fue un grave error y ahora la ciudad lo paga con un problema que se vislumbra interminable.

30 años de una batalla perdida tienen las autoridades con el tema de la basura. No hay planes sostenibles y muchos menos efectivos y eso se ve en las calles de la ciudad, la Mancomunidad era un proyecto viable, pero las alcaldías no sé si fue por falta de conocimiento o lo sabotearon a propósito, terminaron por encargarse de la recolección de basura y al final cada proyecto se cae”, dicen.

La acumulación de basura en las calles y avenidas de la zona norte de Anzoátegui es el pan nuestro de cada día / Foto: José Camacho

Tadeo, Cauvica, Basurvenca, Fospuca, además de las diversas corporaciones municipales creadas a lo largo de tres décadas, han sido las destinadas a recolectar la basura en la ciudad. Gil sostiene que, si bien en las primeras de cambio las empresas arrancaron con buen pie, al final sucumbieron en sus tareas porque las alcaldías se endeudaron y no pudieron continuar prestando el servicio, además de que los alcaldes y sus equipos no han tenido la capacidad de entender la complejidad del tema.

“Las autoridades no ven los beneficios que pudiesen tener con un buen plan de manejo de los desechos y esto termina siendo un problema de salud pública. Esta ciudad no le ha podido ganar la batalla a la basura porque no hay un plan metropolitano que haga una disposición certera de los desechos, tampoco se han elaborado campañas educativas para que los ciudadanos tomen conciencia y aunque parezca que no influye, la pobreza de los últimos dos años ha contribuido también en este aspecto. La rotura de bolsas por parte de personas en busca de comida, plástico u otro bien aprovechable ocasiona que los camiones no se lleven esos desechos que quedan allí generando contaminación”, dice Oteyza.

Comunas y reciclaje

En julio de 2019, el entonces alcalde de Barcelona, Luis José Marcano, realizó una elección limitada a pocos sectores de la ciudad y anunció que con un total de 81.000 votos (2000 menos de los que obtuvo para su elección como máxima autoridad municipal en 2017), los barceloneses aprobaron la transferencia del manejo de desechos a las comunidades.

Ambos ambientalistas refieren que, analizando la medida, la misma en su concepción no es mala porque permite a las comunidades generar empleo e ingresos para invertirlos en otras áreas prioritarias de su comunidad, sin embargo, sostienen que si ese plan no va acompañado de una capacitación y apoyo su sostenibilidad en el tiempo es imposible.

La entrega del manejo de la basura a las comunidades puede ser efectiva, pero si no hay capacitación, apoyo para el mantenimiento de las unidades recolectoras y una contraloría que vigile el manejo de los ingresos, este plan no tiene futuro. En el mundo entero la basura es un producto de uso comercial y hay ciudades alrededor de basureros que viven de la transformación de los desechos. Ya en Colombia y Brasil esas experiencias han sido positivas”, sostienen.

Previo al plan de transferencia del manejo de la basura a las comunas, la municipalidad capitalina creó a inicios del año pasado la empresa Recibar y la campaña Todo se Transforma, este último consiste en un plan para promover el reciclaje y Recibar sería la encargada de la clasificación de desechos para su comercialización y posterior transformación en las empresas recuperadoras.

Las autoridades municipales de Barcelona han exhibido sus logros en materia de reciclaje. / Foto: Cortesía

En mayo de 2019, Marcano en compañía del ministro de Ecosocialismo, Heryck Rangel, ya daba los primeros resultados del plan de reciclaje al indicar que, en los primeros tres meses de su puesta en marcha, se habían recolectado 1,5 millones de kilos de material reciclable, 60 % de esa cantidad lo habían realizado las comunas.

De acuerdo con notas de prensa emitidas por las autoridades para la época, los primeros recursos obtenidos por el aprovechamiento de los materiales fueron invertidos en la compra de transformadores eléctricos para diversas comunidades populares de la ciudad que los requerían, así como en la construcción del mobiliario de las paradas del sistema Bus de Tránsito Rápido BTR.

Para los ambientalistas, todo plan de reciclaje es positivo, pero aún quedan asuntos pendientes.

“Hemos visto que en Barcelona se han realizado muchas cosas, pero aún queda mucho camino, hay que instruir a las empresas y a la misma comunidad sobre el manejo del papel, vidrio y un elemento que se ha convertido prioridad es el manejo de la chatarra tecnológica. Las ciudades están aprovechando los componentes de que traen los equipos tecnológicos como el oro y el platino, entre otros, para generar recursos, pero a nosotros nos falta mucho por recorrer en esa materia”.

Instalaciones aptas

Consultados sobre la viabilidad de reubicar el relleno sanitario de Cerro de Piedra, ambos tienen posiciones encontradas. Gil sostiene que por su condición de estar fuera de la ciudad y lo extenso de su terreno (1700 metros cuadraros distribuidos en 12 terrazas) aún es posible aprovecharlo, mientras que Oteyza afirma que el mismo ya está en el término de su vida útil.

Desde su punto de vista, el dirigente de la Fundación Agua para Todos refiere que lo que sucede en Cerro de Piedra es que no se la ha dado un manejo óptimo y por ende, tiende a colapsar, pero que con una optimización con la que se haga un nuevo terraceo especial y relleno, junto con la instalación de equipos especiales para la clasificación y procesamiento de los desechos, este podría alargar su vida útil y no haría falta construir un nuevo relleno.

En lo que sí coinciden ambos ambientalistas, es que las campañas de reciclaje deben llevarse tanto a las escuelas como a la ciudadanía para que ellos sean el primer frente en la clasificación de los desechos.

Es importante que niños y jóvenes vean que es lo que debe hacerse en materia de reciclaje, en la entidad tenemos proyectos que son exitosos como el emprendido por la fundación Tapas Anzoátegui, que se encarga de recolectar tapas y envases plásticos para venderlos y comprar insumos médicos para los niños del área del anexo pediátrico del hospital Luis Razetti de Barcelona, la clasificación de los desechos debe arrancar desde las comunidades”, sostiene Oteyza.

Y es así como desde la Fundación Avista, su miembro Gaizkale Díaz afirma que un ambiente limpio y saludable debería ser considerado como un derecho humano y por ende las autoridades deberían garantizar una gestión racional de los desechos y establecer penas, inclusive con ellos mismos, cuando esto no se cumpla.


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