Este 27 de abril los venezolanos reciben una buena noticia: la comisión de teólogos, integrada por siete expertos, aprobó el milagro que puede llevar al médico de los pobres a los altares. Solo falta la plenaria de cardenales y que el papa Francisco emita un decreto incluyendo su nombre en la lista de los santos. A partir de ahí se le podrá rendir culto público, nombrar un templo y capillas en su honor y tener su día en el santoral.

Caracas. La noticia no tardó en iluminar los rostros de los fieles seguidores del doctor José Gregorio Hernández: la comisión teológica, integrada por siete expertos, aprueba por unanimidad el milagro del venerable José Gregorio Hernández. Falta únicamente la aceptación del papa Francisco para su beatificación.

En enero lo hizo la comisión de médicos de la Congregación de los Santos, con sede en Roma, que dio visto bueno a la intercesión milagrosa atribuida al médico de los pobres.

Este lunes 27 de abril sonaron las campanas de la iglesia La Candelaria, ubicada en la parroquia que lleva el mismo nombre, y donde reposan los restos del venerable. Una gigantografia con su imagen engalanaba la noticia. Pero, ¿cómo se está preparando su camino hacia los altares?

Crónica.Uno comparte algunas claves al respecto:

  1. Cuando murió José Gregorio Hernández, el 29 de junio de 1919, por las calles de Caracas gritaban: ¡Ha muerto un santo! Para el pueblo, fiel seguidor, ya estaba en los altares. Pero corrieron 100 años y seis meses para ver algo oficial. Desde Roma, este 9 de enero de 2020 la comisión de médicos, conformada por dos especialistas, aprobó el milagro, requisito indispensable para canonizarlo.
  2. ¿Cuándo se inició la causa de beatificación de JGH? En 1949, el arzobispo de Caracas, monseñor Lucas Guillermo Castillo, fue quien llevó los oficios de beatificación y canonización.
  3. En 1986 lo declaran venerable. El papa san Juan Pablo II decretó que José Gregorio Hernández había vivido su compromiso cristiano y practicado las virtudes en grado heroico.
  4. Para la beatificación de una persona es preciso que la Iglesia, a través de la Congregación para la Causa de los Santos, declare oficialmente la autenticidad de un milagro, es decir, un hecho ocurrido con toda certeza por intervención divina y que no pueda explicarse científicamente.
  5. ¿Cuántos milagros fueron presentados ante la congregación? La Vicepostulación venezolana de la causa de beatificación del doctor José Gregorio Hernández presentó dos presuntos milagros que fueron estudiados, uno en 1986 y otro en el año 2009. Pero no cumplieron las exigencias requeridas por esa instancia de la Santa Sede. Hasta enero de 2019, cuando se elevó ante la congregación un expediente que contiene pruebas médicas y teológicas del caso ocurrido en el estado Guárico con la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien a sus 10 años recibió un disparo en la cabeza y fue intervenida quirúrgicamente. Después de que se diagnosticara con pronóstico reservado, la pequeña sanó. Ese es el tercer milagro.
  6. Este caso ya ha pasado varias pruebas. Pero eso no significa que ya JGH es un santo. Si bien para los venezolanos sí, para la formalidad de la Iglesia católica faltaría aún que pase por el visto bueno de la plenaria de cardenales y obispos, y que el Papa lo ratifique. Una vez completados esos pasos, la beatificación de Hernández será un hecho.
  7. Rompiendo mitos. Para algunos, JGH no será santo mientras que esté en los altares de brujos y hechiceros. Esta afirmación no tiene relación con el proceso de comprobación, el cual solo requiere una “cura instantánea” (no lenta, ni progresiva). Y aunque muchos venezolanos le acuñan su salvación (la causa hasta el año 2018 tenía un registro de 2178 casos, algunos ocurridos fuera de nuestras fronteras), la rigurosidad de los investigadores frenaba cualquier intento de milagro invocado expresamente por la intercesión exclusiva del Venerable.
  8. Lo que sí era una necesidad, una exigencia de la Iglesia, es que no se debía tributar a JGH, es decir, no se podía tener imágenes suyas en los templos, capillas u oratorios públicos, ni ofrecer el santo sacrificio de la misa en acción de gracias a él, sino por su pronta beatificación. Regla que no fue fácil de cumplir. Aun así, quienes alimentaban y aupaban su causa fueron disciplinados y persistentes.
  9. No se sabe el tiempo ahora, se dice que es una cuestión de meses. De ser aprobado por la plenaria de cardenales, el Papa emitiría un decreto incluyendo su nombre en la lista de los santos. A partir de ahí se le podrá rendir culto, podrá haber un templo o capillas con su nombre y tendrá su día en el santoral.

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