#EnClaves La Abdala, una candidata a vacuna que requiere aprobación de organismos regulatorios independientes

Banco de Venezuela

En los próximos meses deberían llegar el resto de dosis de Abdala para completar los 12 millones que pidió Venezuela, pero las sociedades científicas del país se pusieron en alerta tras considerar que se está adquiriendo un producto que todavía no cumple con los criterios mínimos de confianza.

Caracas. Con la firma del “acta de recepción de fármacos” la vicepresidenta Delcy Rodríguez en compañía del embajador cubano Dagoberto Rodríguez anunciaron la llegada del primer lote de Abdala, la candidata a vacuna contra la COVID-19, al territorio nacional. El contrato total sería por unas 12 millones de dosis, pero no se precisó cuántas arribaron en este primer cargamento. Hasta este 25 de junio, ninguna revista especializada u organismo regulatorio independiente ha dado el visto bueno para este biológico.

La información disponible sobre la Abdala está publicada en Granma, un medio de comunicación cubano, y señala que el pasado 7 de diciembre se empezó la fase 1 de esta candidata a vacuna en una población de 32 voluntarios, que se amplió a 660 para la fase 2 y posteriormente —para el 22 de marzo— iniciaron la fase 3 en 48.290 personas que recibieron las dosis en seis semanas.

Sin embargo, la Abdala y otros cuatro biológicos más contra la COVID-19 desarrollados en Cuba como la Soberana 02, se mantienen en la lista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizada hasta el 16 de junio bajo el estatus “en espera de información sobre estrategia y plazos para su presentación”. Tampoco hay información en organismos regulatorios independientes con alta credibilidad mundial como la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

Foto: Twitter Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma
¿Qué se sabe de la Abdala?
  • Es una candidata a vacuna desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba de tres dosis que se pone en períodos de 0, 14 y 28 días entre una y otra.
  • La Abdala usa una subunidad proteica a diferencia de otras vacunas aprobadas en el país como la Sputnik V que utiliza un vector adenoviral o la Sinopharm que es el virus inactivado.
  • Requiere una conservación entre 2 y 8 grados centígrados.
  • Las autoridades cubanas aseguran que se encuentra en la fase 3 de ensayo clínico para la evaluación de su seguridad e inmunogenicidad contra la COVID-19.
  • Según una publicación en Granma, esta candidata a vacuna tendría una eficacia de 92,28 % de acuerdo con lo que informaron las autoridades cubanas luego de que “comités independientes de ese país constataron la data”.
  • El 24 de junio se presentó el expediente para solicitar la autorización de uso de emergencia de la candidata Abdala ante el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) en Cuba.
  • La Abdala y la Sputnik V no están dentro de la lista de vacunas aprobadas por la OMS. En el caso de la Sputnik V, ha pasado por distintos obstáculos debido a que la organización ha manifestado su preocupación respecto al control de calidad y en días pasados enumeró seis infracciones cometidas en una de las plantas de producción. 

La OMS ha autorizado las vacunas de Pfizer/BioNTech, AstraZenaca/Oxford, Janssen, Moderna, Sinopharm y Sinovac

Cinco candidatas a vacuna contra la COVID-19 que desarrollan en Cuba. Foto: Twitter Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma.
La Abdala en Venezuela

El mandatario Nicolás Maduro anunció el 21 de marzo que Venezuela iba a participar en la fase 3 de los ensayos clínicos de la Abdala y Soberana 02 con 30.000 participantes para cada candidata mientras que la “inmunización masiva” iba a empezar en julio.

No se tuvo mayor actualización sobre estos estudios hasta que el 8 de abril, cuando la vicepresidenta Rodríguez visitó la Planta Espromed Bio, ubicada en Ciudad Universitaria, para verificar las condiciones para la producción de la Abdala en el territorio nacional.

La llegada de un primer lote de Abdala es una muestra de la relación estrecha de hermanos entre ambos países. No solo llegó el frasco que contiene la vacuna, sino el sentimiento de amor y de hermandad del pueblo cubano para paliar los efectos de la pandemia de la COVID-19. El nombre de esta vacuna es en honor a una de las primeras obras de José Martí, nuestro héroe nacional, aseguró Delcy Rodríguez el jueves 24 de junio.

En los próximos meses deberían llegar el resto de dosis para completar los 12 millones que pidió Venezuela, pero las sociedades científicas del país se pusieron en alerta tras considerar que se está adquiriendo un producto que todavía no cumple con los criterios mínimos de confianza.

La Academia Nacional de Medicina (ANM) emitió un comunicado este 25 de junio en el que se pronunció ante la posibilidad de que por razones “eminentemente políticas” se introduzca la Abdala y la Soberana 02 al país. En el texto, firmado por el doctor Enrique López Loyo y el doctor Huníades Urbina Medina, aclararon que ambos biológicos se basan en desarrollos experimentales semejantes a los que están siendo estudiados en el resto del mundo, pero aún no hay resultados para comprobar su eficacia.

Los expertos resaltan que la credibilidad de cualquier vacuna y su aceptabilidad por la comunidad se basa en la publicación de revistas científicas de reconocido prestigio y señalan que el periódico Granma “es el órgano oficial del partido comunista cubano”. Ante sus dudas de que la FDA o EMA se pronuncien sobre estas vacunas por posiciones políticas, creen que es indispensable la opinión de la OMS y OPS.

En Venezuela se han aplicado 739.962 dosis contra el virus: 588.066 personas han recibido la primera dosis y 151.896 la segunda dosis. Es decir, de una población estimada en 28.704.947 habitantes, solo 0,5 % está totalmente vacunado en el país mientras que los casos diarios de COVID-19 reportados por la administración de Nicolás Maduro se han mantenido en la barrera de los 1000.


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