La Organización Mundial de la Salud no ha incluido la C.37 en su lista de variantes de interés (VOI) ni de preocupación (VOC). Sin embargo, durante la primera semana de junio, el Instituto Nacional de Salud y Ministerio de Salud de Perú reconocieron una presencia importante de la variante y por eso pidieron a la OPS que se le dé pie a un estudio. Maduro informó el fin de semana que las variantes británica y andina habían sido detectadas en el país,

Caracas. Las variantes B1.1.7 o alfa (británica) y C.37 (andina) de la COVID-19 están en Venezuela, anunció el mandatario Nicolás Maduro la tarde del 6 de junio y aseguró que los casos ingresaron al país por el paso de personas en la frontera de Apure, y otro grupo por Zulia y Trujillo. Estas cepas se sumarían a las variantes que se detectaron en el país en marzo de este año, la P.1 y P.2, o también conocidas como “brasileñas”.

Luego de la llegada de las variantes P.1 y P.2 al país, las mismas autoridades venezolanas resaltaron el aumento de casos de COVID-19 en el territorio nacional y se hablaba de una segunda ola de contagios e, incluso, se llegaron a tomar medidas adicionales de cuarentena en Caracas, Miranda y La Guaira. “La variante brasileña nos está forzando a ir al punto cero de 2020, no es juego”, advirtió Maduro en ese momento.

Estas dos nuevas variantes, la andina y británica, llegan al país mientras que el proceso de vacunación avanza lentamente y sigue sin publicarse un plan nacional de inmunización. El país ha recibido de manera pública nueve cargamentos de vacunas: 1,8 millones de dosis de China (Verocell-Sinopharm) y 930.000 de Rusia (Sputnik V) para un total 2.730.000 vacunas, que se traducen en 1.365.000 personas que podrían inmunizarse debido a que se necesitan dos dosis.

La sociedad científica internacional ha dejado claro que el esparcimiento masivo de un virus aumenta las posibilidades de que mute. Hasta ahora hay cuatro variantes consideradas “preocupantes” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a las que desde el 1° de junio se les asignaron letras griegas para evitar estigma y discriminación contra los países involucrados: la alfa (británica), la beta (sudafricana), la gamma (brasileña) y la delta (india).

Entre los factores que la OMS ha considerado para la clasificarlas como “preocupantes” están:

  • Aumento de la transmisibilidad o el daño causado por el cambio en la epidemiología de la COVID-19.
  • Aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad.
  • Disminución de la eficacia de las medidas de distanciamiento social y de salud pública.
¿Qué se sabe de la variante andina o C.37?

-El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas confirmó la presencia de esta variante el 6 de junio y agregó que se detectó un caso en Zulia y dos en Trujillo. “La evidencia científica en Perú indica que esta mutación ha superado y desplazado a las variantes dominantes que estaban en circulación”, informó Gabriela Jiménez, ministra para Ciencia y Tecnología.

-Un grupo de científicos peruanos halló la variante que circula por Perú y Chile a comienzos de 2021. Dicen que la mutación es similar a los linajes de mayor transmisión del virus encontrados en Brasil, Reino Unido y Sudáfrica, según un reporte de Virological.org, donde virólogos de todo el mundo discuten resultados preliminares.

-En el portal informativo Salud Con Lupa explican que de acuerdo con la investigación de 12 científicos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y la Universidad Nacional de San Marcos, aunque la variante fue identificada en Perú y Chile, no quiere decir que se haya originado en alguno de estos dos países porque es posible que provenga de otro país.

-Si bien la variante C.37 aparentemente comparte mutaciones con los linajes del coronavirus P.1. gamma (Brasil), B.1.1.7 o alfa (Reino Unido) y B.1351 o beta (Sudáfrica), no es posible aún afirmar que es más contagiosa o más letal.

-La OMS no la ha incluido en su lista de variantes de interés (VOI) ni de preocupación (VOC). Sin embargo, durante la primera semana de junio, el Instituto Nacional de Salud y Ministerio de Salud de Perú reconocieron una presencia importante de la variante —80 % de las muestras de abril y mayo correspondían a ella— y por eso pidieron a la OPS que se le dé pie a un estudio.

En lo que corresponde a la variante C.37, esa variante se deriva de otra que ya circulaba a nivel mundial, llamada B 1.1.1. De hecho, esa variante al parecer ya estaba circulando desde diciembre en Perú y en los siguientes meses se ha detectado también en Chile, y al menos un caso en Argentina, Brasil y Ecuador. Sin embargo, no es preciso llamarla andina ya que no está claro su origen y también se ha detectado en Estados Unidos, Australia, Alemania, España y en el Reino Unido, declaró la directora de la Organización, Carissa Etienne, el 28 de abril.

¿Qué se sabe de la variante británica o alfa? 

En diciembre de 2020 se comunicó que una variante llamada B.1.1.7 había sido descubierta en septiembre en Kent, al sur de Londres, y para noviembre, había representado entre 20 y 30 % de los casos de COVID-19 en esa región, lo que evidenciaba su transmisibilidad.

De acuerdo con datos proporcionados por Jairo Méndez Rico, asesor de la OPS sobre enfermedades víricas emergentes, para el 14 de mayo esta variante estaba en 34 países. En el caso de Venezuela, fue notificada el 6 de junio y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas informó que se consiguieron cinco casos en Apure. 

La aparición de mutaciones es un evento natural y esperado dentro del proceso evolutivo del virus. Estos cambios pueden suponer ventajas para que el virus logre sus ‘objetivos’, que son tener una mayor capacidad para entrar en las células y luego replicarse, y tratar de escapar a la respuesta inmunitaria, ya sea natural o mediada por la vacuna, explicó Méndez en una nota de prensa de la OPS.

Méndez agregó que “hasta ahora, no hay pruebas suficientes para inferir que las vacunas actualmente disponibles para la COVID-19 no funcionan contra las variantes que se han detectado”.

Según datos dados por Nicolás Maduro, en la semana radical entre el 31 de mayo y el 6 de junio, se detectaron 9338 nuevos casos de COVID-19 que elevó la cifra a 16.446 casos activos totales en el territorio nacional. Las ocho entidades que tienen más casos activos son Zulia con 3294, Yaracuy con 2364, Lara con 1114, Carabobo con 1081 y Caracas con 788.


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