Venezuela, como país de autofinanciamiento, decidió cambiarse a una de las opciones que ofrece el sistema Covax, que consiste en tener la oportunidad de decidir qué vacunas quiere recibir, pero una de las exigencias es que se debe pagar la totalidad del monto acordado para poder recibir las inmunizaciones.

Caracas. Algunas preguntas que están sobre la mesa en relación con el estatus de Venezuela ante el mecanismo Covax para la compra de vacunas contra la COVID-19 son hasta cuándo el país tendrá chance de finiquitar su pago para entrar en la próxima jornada de distribución y si el sistema podría enviar dosis al territorio nacional sin que se haya culminado de pagar. 

Lo que se sabe hasta ahora es que el gobierno de Nicolás Maduro hizo 12 transacciones bancarias, de las cuales cuatro fueron bloqueadas e investigadas por el banco UBS, de acuerdo con la información que divulgó la vicepresidenta Delcy Rodríguez a partir de una comunicación que envió Santiago Cornejo, director de Covax para América Latina, al embajador del gobierno de Maduro en Ginebra, Héctor Constant Rosales, el pasado 7 de junio. 

El monto exacto que quedó pendiente a Covax corresponde a $10.031.838,18. Sin embargo, Ciro Ugarte, director de Emergencias de Salud de la Organización Panamericana de la Salud, y Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, insistieron este 16 de junio en la sesión informativa semanal en que es necesario que este dinero se haga efectivo y el mecanismo lo pueda verificar para avanzar con la distribución de vacunas.  

Barbosa detalló que Venezuela, como país de autofinanciamiento, decidió cambiarse a una de las opciones que ofrece el sistema Covax, que consiste en tener la oportunidad de decidir qué vacunas quiere recibir, pero una de las exigencias es que se debe pagar la totalidad del monto acordado. 

Los países que escogieron la modalidad de elegir qué vacuna reciben tienen que hacer el pago. En el caso de Venezuela, ha sido procesado en su gran mayoría y hay una cantidad que es necesario verificar. Se están haciendo esfuerzos mayores para que se concrete y esperamos que se haga lo más pronto posible, resaltó Ugarte.

El camino de Venezuela para acceder a vacunas a través de Covax ha sido largo. Desde principios de febrero se dio la noticia de que el país iba a unirse al mecanismo que tiene como objetivo enviar dosis anti-COVID-19 para el 20 % de las poblaciones de las naciones miembros. No obstante, en cuatro meses de negociaciones, rechazos de dosis, pagos y transacciones, no ha sido posible completar la compra. 

Covax
Foto: Luis Morillo
Una línea de tiempo con los hechos

Septiembre de 2020: Se hizo público que Venezuela firmó con Covax el 18 de ese mes para solicitar un total de 11,3 millones de dosis por un monto de 119,9 millones de dólares y estaba inscrito como país de autofinanciamiento, es decir, debía pagar por las dosis.

Febrero: El entonces representante de la OPS en Venezuela, Paolo Balladelli, informó el 2 de febrero que Venezuela había logrado entrar en la lista de distribución de Covax con un cargamento entre 1.425.000 y 2.409.600 dosis de vacunas AstraZeneca y tenía hasta el 9 de febrero para pagar el monto requerido, pese a que en meses anteriores la organización había dicho que el país no podía recibir vacunas por una deuda que tenía de 11 millones de dólares con el Fondo Rotatorio de Vacunas, ente que se encarga del proceso de licitación para Covax en la región. 

Llegó el 9 de febrero y el país no pagó. Pero el organismo resaltó que habían extendido el plazo para que Venezuela se pusiera al día debido a que el gobierno de Maduro y la oposición liderada por Juan Guaidó estarían discutiendo la liberación de fondos internacionales a través de la Mesa Nacional para Covax.

Marzo: La Comisión Delegada que se constituyó luego de la reforma del Estatuto de la Transición autorizó a Juan Guaidó, el 19 de marzo, a solicitarle al Banco Central de Venezuela ad hoc liberar $30.309.040, de los cuales $18.199.040 serían para pagar el acceso a la plataforma Covax y $12.110.000 se destinarían a acondicionar la cadena de frío necesaria para la preservación de las vacunas contra el coronavirus.

Por su parte, la vicepresidenta Delcy Rodíguez aseguró que “el pueblo de Venezuela había sido engañado por Juan Guaidó en cuanto al mecanismo Covax” debido a que “él había hecho todo lo posible para impedir la vacunación de la población”, y señaló que Nicolás Maduro era el único que podía gestionar estrategias ante las Naciones Unidas. En ese momento, la vicepresidenta también asomó que el país estaba estudiando si aceptar o no dosis de AstraZeneca por presuntos casos de trombos.

La OPS ratificó el 23 de marzo que las vacunas que estarían disponibles para el país a través de Covax serían de AstraZeneca. Al día siguiente, el 24 de marzo, el gobierno de Maduro sostuvo que no iba a aceptar dosis de esta farmacéutica basándose en efectos secundarios que se detectaron en un lote de vacunas en Europa, y que luego de estudios por la OMS y autoridades sanitarias de esa región llegaron a la conclusión de que sus beneficios son mayores que los riesgos. 

Abril: El 7 de abril la OPS informó que Venezuela iba a optar por otra vacuna, pero todavía no había hecho ningún pago. Las negociaciones y las conversaciones continúan y los esfuerzos para desbloquear los recursos de Venezuela en el exterior están todavía en proceso, de tal manera que no se ha hecho el pago a Covax para el acceso al mecanismo, dijo en ese momento Ciro Ugarte. 

El 10 de abril se conoció que Venezuela depositó en la cuenta de la Alianza Mundial para Vacunas (Gavi, por sus siglas en inglés) un total de 59,2 millones de francos suizos, lo que equivale a 64 millones de dólares, para tener acceso a vacunas. Aunque ya había pagado un poco más del 50 % del monto total, para el 14 de abril, “no había una solicitud específica” por parte de Venezuela ante el mecanismo Covax sobre qué vacuna contra la COVID-19 aceptaría. 

En este período fue cuando Venezuela cambió a una modalidad en el que el país podía escoger la vacuna que iba a recibir, pero para eso era necesario el pago completo del monto acordado con Gavi.

Mayo: “A mediados o finales de junio”, ese era el tiempo que manejaba la OPS para entregarle al país las primeras vacunas contra la COVID-19. El 11 de mayo, el mandatario Nicolás Maduro aseguró, sin dar más detalles, que pronto llegarían a Venezuela las vacunas Janssen de la multinacional estadounidense Johnson & Johnson, de una sola dosis, que está dentro de la lista de Covax. Los voceros de la organización también llegaron a mencionar a Sinopharm como una opción.  

Junio: Ciro Ugarte informó el 9 de junio que hasta esa fecha no tenían confirmación de que Venezuela completara el pago al mecanismo Covax, pese a las declaraciones de Nicolás Maduro en las que garantizaba que el país había cumplido e, incluso, sugirió que más bien el sistema “tenía una deuda con el país”. 

Al día siguiente, el 10 de junio, fue cuando la vicepresidenta Delcy Rodríguez comentó sobre los pagos retenidos e investigados por el UBS. Desde la OPS no han aclarado cuándo finalmente llegarán las dosis al territorio nacional, una fecha que se ha ido postergando y que ahora pareciera apuntar para julio o agosto. 

La meta en el país es alcanzar la vacunación del 70 % de la población en este año, que serían unas 22 millones de personas. Hasta la última actualización del 14 de junio, solo han llegado 3.230.000 dosis de vacunas entre la Sputnik V y Sinopharm. 


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