El estudio proyecta que la pobreza multidimensional se redujo por primera vez en siete años y estima que, para 2022, 50,1 % de los hogares cumplían con ese indicador. Los investigadores señalan que la mejora del ingreso es la principal causa de la reducción, aunque las condiciones de vivienda y servicios lo limitan.

Caracas. La recuperación económica del país tuvo un impacto positivo en el empleo y los niveles de ingresos, aunque ese efecto parece no estar llegando a gran parte de la población. 

La desigualdad en Venezuela sigue rampando, de acuerdo con la octava edición de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2022, elaborada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). 

Solamente el 10 % más rico de la población obtiene 70 veces más ingresos que el 10 % más pobre y ello se relaciona con la actividad económica de esos sectores. Siete de cada 10 personas clasificadas como “no pobres” son activas económicamente, frente a solo la mitad de los “pobres extremos”. 

Mientras que 10 % de la población concentra ingresos promedio, per cápita, de $553,2 al mes, el resto solo tiene ingresos de entre $7,9 por persona, en los hogares más pobres, hasta $169. 

A modo de ejemplo, el investigador de la Encovi, Luis Pedro España, explica que en un hogar de dos personas con buena posición y actividad económica el ingreso mensual puede llegar a superar los $1000, pero en los hogares en pobreza extrema el ingreso apenas sería de apenas $16. 

A pesar de ello, la Encovi proyecta que la pobreza multidimensional se redujo por primera vez en siete años y estima que, para 2022, 50,1 % de los hogares cumplían con ese indicador. Los investigadores señalan que la mejora del ingreso es la principal causa de la reducción.

Explican que la reducción es producto de las mejoras en el ingreso y en el empleo, en este sentido indican que la pobreza comienza a tener más que ver con factores sociales y de infraestructura (vivienda, educación y servicios); aunque las económicas siguen predominando.

Cambios económicos en un contexto post-pandemia

  • En 2022 se ha observado una ralentización del nivel de la actividad económica (7,2%) en comparación al segundo semestre de 2021 y se pronostica que todavía caerá en 2023 (4,4%), a niveles insuficientes para la recuperación a los niveles pre-crisis.
  • Una combinación de factores dan cuenta de esos resultados, los cuales tienen que ver con el deterioro de la infraestructura y de los servicios básicos (energía, agua, seguridad, telecomunicaciones), el escaso acceso al crédito bancario, la falta de capital humano, el bajo nivel de ingreso real de los consumidores, el bajo crecimiento de la producción petrolera, así como los efectos de algunas sanciones.
  • Si bien se superó la situación de hiperinflación que se produjo desde 2017, Venezuela todavía figura como la economía más inflacionaria del mundo, estimándose que puede cerrar este año 2022 en 125%.
Repunta la actividad laboral

De acuerdo con los resultados de la Encovi, en 2022 los niveles de actividad laboral volvieron a sus registros previos a la pandemia y se estima que la población económicamente activa subió de 50 % a 56,2 % en el último año.

El empleo formal se recuperó y ahora abarca 56 % del mercado laboral, debido principalmente al aumento de la actividad en el sector privado. El empleo público, si bien aumentó respecto a 2021, se mantiene por debajo de niveles de 2014 y el informal o por cuenta propia se redujo 7,7 %, aunque sigue por encima de su valor en 2014.

Destaca que la actividad laboral en los sectores comercio y agricultura disminuyeron respecto a 2021 junto con construcción, que acumula años de caída y sigue sin recuperarse. El empleo aumentó en mayor proporción en transporte, finanzas y la administración pública.

Los datos recabados por la Encovi reflejan que el empleo privado es el que ofrecen mejores remuneraciones promedio ($149,8), seguido por el cuenta propia ($142,3) y el empleo público ($113,3).

Menos personas reciben bonos

Si bien el valor promedio de cada bono otorgado por el gobierno, a través de métodos como la plataforma Patria, aumentó de $2,5 a $4,5, la cobertura total bajó de 62 % en 2021 a 48,4 % de personas mayores de 18 años en el año.

Pedro Luis España, investigador de la Encovi, explica que esto se debe a que “la política de transferencias se ha ordenado” al punto que solo llegue a una persona por hogar. Este cambio, sin embargo, se ha hecho de espaldas a la población y sin ser informado oportunamente.

De igual forma, la investigación evidencia que el programa social de transferencias monetarias no se está haciendo focalizado, pues el valor del bono de los no pobres es 31 % mayor que el de los pobres.

La Encovi, además, evidencia que siguen reduciéndose los programas sociales y esto, si bien hace que los hogares venezolanos dependan menos de las ayudas del Estado, impide que los sectores más favorecidos de la población salgan de manera efectiva de la pobreza. Actualmente, solo se contabilizan cinco programas: el pago de bonos, las pensiones, el programa de alimentación escolar, las bolsas Clap y la misión Barrio Tricolor.

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