Lo que menos desean las 11 familias que habitan en esa zona al norte de la Isla, es la llegada de las lluvias porque comienzan a padecer un rosario de calamidades que van desde la anegación de sus casas hasta la pérdida de enseres. Los residentes de la zona, en su mayoría de la tercera edad, han denunciado la situación desde 2007 sin obtener respuestas

Nueva Esparta. La llegada de la temporada de lluvias aterra a las 11 familias que habitan en la calle El conuco de la población de El Maco, municipio Gómez de la isla de Margarita, ya que la insuficiencia de los drenajes inunda sus viviendas.

La mayoría de las personas que habitan en esa zona son de la tercera edad, muchas de las cuales provienen de otros estados del país y que luego de la jubilación, han escogido Margarita para pasar sus años de retiro.

Gladys Marcano es uno de estos casos. Margariteña y jubilada de la Compañía Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), regresó a la tierra que la vio nacer tras varios años residenciada en Caracas.

El pago de su jubilación lo utilizó para sumarse al proyecto de las casas y conformar una suerte de urbanización en El Maco que ofrece la posibilidad de turnarse con sus hermanos para cuidar a su madre de 95 años de edad y quien reside en la calle principal de esa zona.

Desde 2007, luego de que todas las casas fueron habitadas, nos dimos cuenta que el drenaje que hicieron los proyectistas de la obra era insuficiente y en consecuencia, las casas se inundaron por primera vez durante las lluvias causadas por el paso de una tormenta tropical”, dijo Marcano.

Aseguró que los vecinos de El Maco se reunieron y se distribuyeron las gestiones a realizar ante los diferentes entes públicos, a quienes compete darle solución a la problemática.

Unos acudieron a la alcaldía del municipio Gómez y otros a la Gobernación de Nueva Esparta, para solicitar no solamente la ampliación del drenaje, sino también la canalización de la quebrada que pasa por la parte posterior de esa calle, pero 15 años después, la respuesta no llega.

El Maco
Con cada lluvia los habitantes deben romper parte sus casas para que el agua salga de las mismas. Foto: Cortesía

Oscar Pérez, residente de la comunidad El Maco, lamentó las respuestas que recibieron en la primera oportunidad desde la Gobernación, ente que esbozó como argumentó para no realizar los trabajos que es una “zona privada” y que no era de su competencia.

Es una respuesta absurda porque esta calle ni siquiera está cerrada. Lo que nos diferencia del resto de las calles de El Maco, es que esa desgracia nos ha llevado a unirnos y organizarnos para buscar soluciones momentáneas”, dijo.

Como ejemplo mencionó que en las lluvias registradas a principios de septiembre, tuvieron que romper las paredes de las cercas de sus casas, para que el torrente del agua drenara hacia la quebrada.

“Nos unimos para lanzarnos a la calle a despejar el drenaje de apenas 70 centímetros de ancho, de toda la basura que se estanca por la poca capacidad que tiene”, acotó Pérez.

Algunas viviendas todavía muestran rastros del lodo que se les metió tras las últimas precipitaciones consecuencia del paso de una vaguada por el norte de la isla.

A decir de Pérez, la situación se complica porque las autoridades municipales, para evitar que las lluvias inunden la vía principal, canalizaron un terreno baldío aledaño y las aguas corren precisamente para la calle El conuco, empeorando la crisis que viven desde hace tiempo.

Miedo a una tragedia

Con sus canas marcadas por los años, a Fanny Oliveros le ha tocado lanzarse a las lluvias para destapar el drenaje y así evitar que su casa se inunde.

Son olas muy fuertes las que llegan a la calle y eso es un peligro latente. Mi peor miedo es que una de las tapias se caiga y provoque una tragedia que le cueste la vida a uno de nosotros. Es urgente que el gobierno regional o municipal nos metan la mano para resolver esa situación”, recalcó.

Oliveros está dispuesta a vender su casa construida con el pago de su jubilación, porque ya no se siente con las fuerzas ni los ánimos suficientes para enfrentar tal situación, mientras los organismos a lo que compete buscar la salida definitiva, se hacen de la vista gorda.

Tirada al abandono

Oscar Pérez es caraqueño y también decidió pasar sus años dorados en Margarita, sin imaginar ”la cruz que tendría que llevar a cuestas”, tal como lo expresa. En las más recientes lluvias se lanzó al patio de su casa para romper la cerca, de manera que el torrente de agua circulara por la quebrada que pasa por la zona.

Yo desistí de seguir yendo a la gobernación y la alcaldía, para no tener que escuchar los argumentos tan sin sentido de los funcionarios que me atendieron en la Dirección de Obras Públicas desde 2007, cuando por cierto Morel Rodríguez era gobernador de la época. Ojalá en esta gestión nos pueda escuchar”, acotó.

Denunció además que desde hace tres años las líneas telefónicas están “muertas” y por tanto, tampoco tienen servicio de internet, mientras en vano esperan la respuesta adecuada por parte de las autoridades de la CANTV.

“Esta es una calle que ha sido tirada al abandono por los gobiernos nacional, regional y municipal”, lamentó Pérez.

Sin acceso a la información

Crónica.Uno intentó conocer en la municipalidad las posibilidades presupuestarias para ejecutar la obra en El Maco, pero negaron toda información al respecto.

Los afectados indicaron que para ellos es imposible contratar alguna empresa privada para ampliar el drenaje, ya que no disponen de los recursos necesarios. Recordaron las dificultades que sufren en ese sentido los jubilados del país.


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