Zafir Rondón Crespo de Cipriani tiene 81 años y debe recibir quimioterapia una vez al mes. Sus hijos han intentado llegar a Tejerías para llevarle insumos, comida y agua, pero no les permiten el acceso. Como esta familia, cientos en la localidad, están a merced de lo que puedan recibir. Otras reclaman atención oficial, pues aseguran que el gobierno de Maduro solo se ha concentrado en el casco de la ciudad. En el ambulatorio faltan insumos.
Las Tejerías. Desde que el paso de vehículos particulares quedó restringido hacia Las Tejerías, la indignación e impotencia de familiares ha crecido tanto como la solidaridad de propios y foráneos. Pero esa ayuda no llega con prioridad a los cientos de afectados por el deslave, porque los donativos deberán ser enviados a Cincatesa S.A , el único centro de acopio autorizado por el gobierno de Nicolás Maduro, y que está ubicado cerca del peaje en La Victoria.
“No podemos ayudar porque nos bloquean y esto es injusto”, dice indignada María Constanza Cipriani, una de los cuatro hijos de Zafir Rondón Crespo, una comerciante de 81 años nacida en Tejerías que, por su condición de paciente oncológico, debe recibir quimioterapias una vez al mes.
Desde el mismo día que comenzó la tragedia, sus hijos han intentado infructuosamente llegar a Tejerías para llevar insumos, comida y agua potable, no solo a ella, sino también a quienes por años han sido sus vecinos y amigos, muchos de los cuales perdieron absolutamente todo. Pero ha sido inútil.
Quiero abrazarla y cocinarle la sopa que me ha pedido y convencerla de que tiene que salir de allá, porque ella es paciente oncológica y no puede exponerse. Pero se niega, como a nosotros nos niegan poder verla y ayudar a nuestros vecinos”, dice Cipriani.
Zafir Rendón Crespo, se siente obligada a ayudar a sus vecinos y amigos, muchos de los cuales desaparecieron bajo el agua y el lodo.
De hecho, otro de sus hijos, Venancio Cipriani, intentó llevar 100 comidas ya preparadas y no le permitieron el ingreso. Decidió irse por esas trochas que de niño recorrió y las repartió en una invasión a la que ninguna autoridad ha llegado hasta ahora.
Como él, otros voluntarios aguardaban alguna autorización que les permitiera subir al pueblo y llevar alimentos y agua potable. Todo el clamor y las peticiones fueron infructuosas, como la de un funcionario del Ministerio de la Defensa quien impotente, comentó a Crónica.Uno, cómo tenía su camioneta full de alimentos para repartir y tampoco le permitieron ingresar.
La realidad está aquí
Mientras Nicolás Maduro y la comitiva gubernamental llegaba el lunes al casco central de Tejerías, un grupo de damnificados del barrio El Libertador del sector El Béisbol, uno de los más castigados por el deslave, reclamaba la desatención oficial.
“Qué hacen allá abajo, la realidad está aquí”, gritó airada una de las afectadas, a través de un video que hicieron llegar a la prensa independiente y en el que mostraba parte de los destrozos que ocasionó el deslave en esta comunidad.
“Que suban- dice otro de los afectados-que traigan las cosas para acá”.
Y aunque entienden que gran parte de sus vecinos y amigos del casco central se vieron afectados, insisten en que hay comunidades en la parte alta a las que no está llegando ninguna ayuda gubernamental.
No pueden impedir la ayuda. Hay gente desesperada que no tiene ni siquiera una bombona de gas para cocinar y a quienes les urge un plato de comida recién hecha”, comentaba una voluntaria que llegó hasta el peaje de Tejerías con una camioneta llena de almuerzos y que estaban a punto de dañarse por el calor.
Urge agua potable y medicamentos en el ambulatorio
Para los habitantes de Las Tejerías, el agua potable es una de sus primera necesidades. Las tuberías y los pozos fueron arrasados y los que quedaron en pie seguramente están contaminados, tal y como lo advierte el exconcejal de Tejerías, Arístides Martínez.
De hecho, algunos habitantes debieron llevar agua hasta el centro asistencial al día siguiente de la tragedia. Algunos lo hicieron con tobos. Los damnificados también necesitan comida, ropa, zapatos, fórmulas lácteas, y medicamentos.
Mi hermana médica elaboró en el propio ambulatorio, a solicitud del personal, una lista de insumos médicos que se necesitan. Los adquirió enseguida y hasta el momento no ha podido llevarlos porque no le permiten la entrada”, cuenta indignada María Constanza Cipriani.
Mientras, ve por las redes sociales cómo algunos políticos si entran a Tejerías sin ninguna restricción, pero no así algunas personas que tienen familiares enfermos viviendo en medio de la tragedia y a quienes no han podido socorrer.
¿Ellos tienen más derecho que yo, que mis hermanos y que muchos familiares angustiados, a abrazar y ver a nuestros padres, hermanos, amigos?”, se pregunta.
La prensa estorba
El acceso a Tejerías también está restringido para la prensa independiente. Así lo ratificó el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos.
No se permite el acceso de ningún periodista ni cualquier empresa privada porque estamos trabajando. Solo previa autorización del ministerio. Actualmente hay plena libertad de información y allí están los canales del Estado venezolano, todos grabando. Pedimos que cumplan estas directrices. No vamos a aceptar el incumplimiento de las normas. Les pedimos que colaboren. No estorben”, dijo el titular.
Las reacciones no se hicieron esperar. Como la del Colegio Nacional de Periodistas, seccional Aragua.
“Es inaceptable que se limite el acceso de la prensa en cualquier escenario público en Venezuela y más en una situación de desastre como la que se vive en la actualidad en nuestro estado Aragua. Los organismos de seguridad tienen el deber de permitir a los periodistas el acceso a todos los espacios necesarios para poder recabar, procesar y transmitir la información de manera oportuna y veraz, sin sesgo, censura ni coerción alguna. Informar es nuestro deber y nuestro derecho constitucional”, refiere un comunicado del organismo gremial.
La desinformación también se ha desbordado en medio de esta tragedia. Y lo más grave aún, es que en algunos casos ha sido promovida por los propios organismos del Estado.
Tal y como ocurrió la noche del lunes, cuando desde el departamento de prensa de la Gobernación de Aragua, se difundieron unas imágenes del rescate de unos supuestos sobrevivientes del deslave.
Las fotografías, alertó la agencia de noticias Reuters, realmente eran de unos voluntarios rescatistas que habían sido atacados por avispas cuando intentaban podar unos árboles caídos. Aún así fueron enviadas a los periodistas no solo vía WhatsApp, sino también vía correo electrónico.
Las imágenes, minutos después, fueron borradas de las cuentas oficiales del Gobierno de Aragua.
31 cadáveres sepultados en Maracay
Este martes 11 de octubre, al menos 31 cadáveres fueron sepultados, cuatro de ellos en el cementerio de Tejerías, ubicado en el sector Los Cachos.
Desde media mañana, varias carrozas fúnebres se concentraron en el peaje de Tapatapa para dirigirse al cementerio Metropolitano de Maracay, en el que 27 cuerpos fueron sepultados y dos cremados.
Los servicios funerarios estuvieron a cargo de la empresa paramunicipal de Girardot y habrían sido costeados por la Gobernación de Aragua.