Fedeagro: Producción agrícola requiere más de $1000 millones para su recuperación

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Para Fedeagro no es necesario entregar a manos extranjeras el campo venezolano. Lo que requieren los productores, es financiamiento, apoyo gubernamental, fertilizantes e insumos, maquinaria, infraestructura, diésel y electricidad.

Maracay. La inversión que se requiere en el campo venezolano para tratar de equipararla  a la de 2008 y 2009, con la que se abastecía casi 75 % de las necesidades alimentarias de la población, es entre 1000 a 1500 millones de  dólares. Es el cálculo estimado por la Federación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela, Fedeagro, para un período de 5 años.

“No queremos entregar tierras. Nuestros productores están en capacidad de trabajarla, pero requieren financiamiento, apoyo gubernamental, infraestructura, el diésel, electricidad, entre otros insumos y servicios”, aseguró Celso Fantinel, presidente de Fedeagro, durante el 65 aniversario de la Sociedad de Cañicultores de Aragua y Carabobo.

El presidente de Fedeagro refiere que la cartera agrícola durante el último semestre, apenas alcanzó los $ 100.000.000, mientras que, en 2021, solo fue de $ 77.000.000. Cifras insuficientes para fortalecer la actividad agrícola y pecuaria y, en consecuencia, el abastecimiento del consumo interno.

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Celso Fantinel, presidente de Fedeagro, pide detener la inflación desbordada en el país así como mejorar los salarios de los trabajadores. Foto: Gregoria Díaz.

Y aunque, el presidente de Fedeagro reconoce que la agricultura nacional está en recuperación luego de una caída superior a 80% en 2017, resiente que  $ 2.000.000.000  no se hayan destinado al campo venezolano, pero sí en la importación de materia prima y alimentos como azúcar, arroz o maíz blanco, sin cancelar aranceles o impuestos.

Para Fantinel, urge trabajar no solo en la recuperación del campo nacional, sino también en disminuir una inflación indetenible y, en consecuencia, mejorar los salarios que le permitan a los trabajadores adquirir bienes de consumo.

El escaso poder adquisitivo de los trabajadores, lo vemos cuando muchos productores de hortalizas, por ejemplo, no salen a los mercados y tienen que regalar sus cosechas, porque el venezolano no las puede comprar. Si no generamos empleos y buenos salarios, no habrá quien compre inclusive esos alimentos importados”, advierte.

El fortalecimiento de la producción nacional pasa, porque el productor cuente con financiamiento, maquinarias, insumos y fertilizantes. Pero Pequiven, la principal planta productora de fertilizantes, entre otros productos, sigue paralizada por supuesto mantenimiento desde hace más de 5 años. Los fertilizantes que utilizan los productores, provienen de modestas importaciones hechas por empresas privadas o productores que “se meten la mano en el bolsillo para importarlos”.

Conflicto Rusia-Ucrania afecta producción venezolana

80 % de los fertilizantes que se utiliza en el país proviene de Rusia, fundamentalmente. Así que el conflicto bélico con Ucrania, mantiene en vilo a los productores nacionales, quienes esperan que las sanciones aplicadas al gigante de Europa, no entorpezcan ni obstaculicen los nuevos envíos de fertilizantes que se esperan en Venezuela

“Si no fertilizamos no habrá productividad ni ingresos para productores” advierte Fantinel.

Además, de los fertilizantes, los productores nacionales también deben contar con maquinaria agrícola, que, desde hace unos 7 años, no ha podido ser reemplazada.

Fedeagro calcula que en Venezuela se requieren unos 8000 tractores al año, para una década aproximadamente. Por lo que los 100 tractores que importó el gobierno de Maduro, resultan insuficientes.

“El Banco Central de Venezuela advirtió en 2014, que los 54.000 tractores inventariados en el país, 70 % estaban caducados”, explica el presidente de Fedeagro.

Venezuela ya no es el país de la ingesta renta petrolera de otrora. Por eso, los productores, aseguran que la agricultura y la ganadería es primordial. Pero para priorizar, también se requiere de servicios públicos óptimos y de una oferta y suministro de combustible estable y constante.

El presidente de Fedeagro asegura que sigue presentándose una limitada oferta de gasoil y gasolina que impide la labor en el campo y la movilización y transporte de la producción nacional. También la deficiencia en el suministro de electricidad, limita el riego de sembradíos y cultivos.

“Nuestras industrias y productores en el interior del país deben movilizar insumos para abastecer los grandes centros de consumo. Recordemos que los principales ingresos de 17 estados del país, provienen de la actividad agraria”, sostiene Fantinel.

Dos años muy dulces

Luis Pérez, presidente de la Sociedad de cañicultores de Aragua y Carabobo, organización que arribó a 65 años, anunció el crecimiento sostenido que durante dos años ha mostrado el cultivo de caña de azúcar en el centro del país, por el orden de 20 %.

“Vamos hacia la producción de 500.000 toneladas de caña entre Aragua, Carabobo, Cojedes y Yaracuy” , asegura Pérez.

Los 70 cañicultores que se concentran entre Aragua y Carabobo, aspiran culminar la actual zafra con una producción de 350.000 toneladas de caña de azúcar y arrancar la próxima, en enero de 2023 con metas iguales o superiores.

Las lluvias han permitido que el riego de los cultivos sea constante, pero a Socaragua le preocupa que la continuidad del periodo lluvioso, que calcula por tres meses más, incremente el nivel de las aguas del Lago de Valencia, de donde se surten para el riego de la caña.

“Hay que darle mayor uso al agua del lago. El embalse de Taiguaiguai, por ejemplo, tiene 74 millones cúbicos de agua almacenada mientras que su capacidad es de 90 millones cúbicos. Apenas estamos en agosto y las lluvias persistirán, por lo que eso podría afectar el crecimiento del lago, explica Pérez.

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Cañicultores del centro del país aspiran mayor crecimiento del rubro. Foto: Gregoria Díaz.

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