Este viernes hubo una reunión en el ministerio de Transporte, con la participación de Fontur y de los estudiantes bolivarianos. Se propuso que se dé un subsidio directo a los choferes, pero esta opción no tuvo muy buena aceptación por parte del Ejecutivo.
Caracas. La eliminación o no del pasaje estudiantil tiene a más de uno halándose por los pelos. Hace dos días corrió el rumor del cierre de las casas donde expenden los boletos y recargan las tarjetas estudiantiles en algunas regiones del interior del país, entre ellas Vargas y Barquisimeto. De hecho, este viernes en la zona de El Tocuyo hubo protestas de estudiantes por la paralización del beneficio.
En Caracas, el rumor comenzó a agarrar fuerza en una reunión que sostuvieron los choferes con el Ministerio de Transporte. Ahí se enteraron de que el Gobierno no tiene plata para seguir honrando este compromiso, aun cuando el presidente Nicolás Maduro aprobó 4.000 millones para garantizar el subsidio al transporte estudiantil, según publicó en su cuenta de Twitter el ministro Ricardo Molina.
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En esta reunión, en la cual además participó el Fondo Nacional del Transporte Urbano, Molina les explicó que existen graves dificultades técnicas y financieras y que muchos programas —se refirió al subsidio del pasaje estudiantil— son actualmente ineficientes e inauditables.
Voceros de los transportistas comentaron al salir del encuentro que les dijeron que no hay dólares para seguir usando las tarjetas o el ticket, así como de un desfalco en Fontur y en la empresa extranjera que imprimía ese material.
Por eso Molina les exigió solidaridad y comprensión ante la necesidad de “modificar o eliminar programas”; propuso un nuevo sistema, pero para enero de 2017 y les pidió estos dos meses para encontrar una solución. Los conductores solicitaron que el subsidio les sea pagado directamente a ellos, pero esa postura no tuvo buena aceptación por parte del Ejecutivo.
Al respecto, Erick Zuleta, presidente de la Federación Nacional del Transporte, calificó esa reunión como una batalla campal, “pues lo que sucedió ahí fue que se tomó una decisión unilateral sin la consulta debida a los transportistas y a los estudiantes.
“Me parece que ellos quieren volver a la a etapa cuando quemaban los carros. Simplemente, Molina se pasó las mesas de negociación por el arco del triunfo al cerrar todos los centros que expenden la boletería estudiantil y mandó a recoger las computadoras y todo el material. Está buscando un bochinche en la calle”, declaró.
Según Zuleta les asomaron la posibilidad de —por ahora— trasladar a los estudiantes de forma gratuita. “Pero sabemos que eso no se puede, así como tampoco es justo que nos digan que nos van a pagar un promedio de la deuda a razón de Bs. 12 y no de Bs. 80 que es lo que cuesta actualmente el pasaje urbano. La base trabajadora no está conforme con esa postura”.
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Los meses de noviembre y diciembre, contó, no les van a cancelar el subsidio. “Esto es bastante duro para el transporte”, acotó.
Los estudiantes que estuvieron en esa junta fueron los representantes de la Unefa y de la Universidad Bolivariana. Por tanto, los bloques de Caracas tienen pensado realizar el próximo martes una asamblea con los estudiantes de las otras casas de estudios superiores, y el miércoles se hará otra convención pero con los voceros de las líneas en el ámbito nacional para decidir cómo se va a manejar el tema del pasaje estudiantil, beneficio que reciben cerca de 10 millones de alumnos.
Foto referencial: Miguel González
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