La plenaria dio luz verde a Guaidó para mantenerse como presidente encargado “hasta que cese la usurpación”. Diputados instaron a organismos internacionales a velar por el uso correcto de los fondos para ayuda humanitaria. Los maestros ejercieron un derecho de palabra y exigieron que se declare la emergencia educativa. Cambiemos defendió el acuerdo con Maduro aunque el PSUV no se reincorporó.
Caracas. La expectativa que generó en los medios de comunicación la supuesta inmediata reincorporación del PSUV a la Asamblea Nacional se fue desinflando este martes con el paso de los minutos. A las 11:30 de la mañana los periodistas se resignaron y se enfocaron en dar cobertura habitual a la sesión.
Incluso pareció que ni siquiera vendrían los diputados del partido Cambiemos, firmante de un acuerdo el pasado lunes con el PSUV, pero al filo del mediodía los integrantes de esa tolda comenzaron a llegar. De los seis diputados que tiene Cambiemos, asistieron cuatro: Maribel Guédez, José España, Adolfo Superlano y José Aparicio. Ni el presidente del partido y promotor del acuerdo, Timoteo Zambrano, ni la jefa de la fracción, Melva Paredes, acudieron.
La conducta de la bancada se asemejó en mucho a la del Bloque de la Patria cuando aún asistían a las plenarias: llegaron, intervinieron en el debate sobre la ruta para salir de la crisis política, defendieron el acuerdo firmado con Maduro, y se retiraron.
No estuvieron presentes ni en el debate previo, sobre el ingreso de la ayuda humanitaria, ni se quedaron a escuchar la respuesta de los demás diputados a su intervención sobre la ruta política.
Por unanimidad
El retiro temprano de Cambiemos le permitió a la plenaria aprobar por unanimidad un acuerdo para ratificar la ruta política propuesta por la AN como salida a la crisis.
El acuerdo reitera el plan de tres pasos planteado por Guaidó; ratifica la plena vigencia de todas las atribuciones de la AN, el mandato de los diputados y el marco jurídico planteado por el Estatuto para la Transición; y da respaldo político “irrestricto al liderazgo de Juan Guaidó como presidente de la AN y encargado de la República hasta el cese de la usurpación”, lo que implica el respaldo a su reelección en 2020 si Maduro sigue en Miraflores.
Además, respalda la propuesta elevada por Guaidó en Barbados para la conformación de un Consejo de Gobierno de Transición y exige la inmediata liberación de todos los presos políticos y respeto a la inmunidad parlamentaria.
A Padrino lo engañaron
En su intervención en el debate, al igual que lo hizo el lunes en rueda de prensa, Guaidó interpeló abiertamente al titular del ministerio de la Defensa, Vladimir Padrino.
La víspera, Guaidó instó a Padrino a pedir explicaciones a Maduro sobre por qué había rechazado la propuesta puesta sobre la mesa en Barbados; este martes le advirtió que el acuerdo para instalar una mesa de diálogo entre el PSUV, el Ejecutivo y cuatro partidos sin representación política ni parlamentaria significativa, era un engaño y que él había sido timado.
“Este parapeto no les duró ni 24 horas. Es una mala promesa. Me imagino que al general Padrino no le avisaron lo que habían prometido. A Maduro lo dejaron en ridículo. Me refiero a Padrino porque ya Maduro no manda. Se quedó sin ningún tipo de poder. Por eso salió corriendo de Barbados, porque no tiene cómo tomar una decisión. General [Padrino], lo engañaron. No cumplieron”, dijo Guaidó.
Representación legítima
El acuerdo fue presentado por el segundo vicepresidente Stalin González, jefe de la delegación de Guaidó en Barbados, quien rechazó particularmente el intento de Maduro de normalizar la situación de Venezuela. “Lo que quiere el régimen es normalización y lo que nosotros queremos con nuestra propuesta es la alternabilidad. El régimen se niega a la alternabilidad, a la democracia, a reconocer la voluntad del pueblo. Por eso no es solo una cuestión de elegir un nuevo CNE, sino de un acuerdo integral que permita rescatar la institucionalidad”, donde un resultado electoral sea respetado.
La mayoría de las intervenciones destacaron dos elementos: primero, que la Asamblea Nacional sigue siendo la única institución representativa de la voluntad popular de los venezolanos y la única que puede avalar legítimamente cualquier proceso de cambio político. Y segundo, que los cuatro pequeños partidos que firmaron un convenio ayer con Maduro, carecen de respaldo popular traducido en votos, en representantes electos y en apoyo a un plan de acción política.
Carlos Prosperi (AD) desmenuzó uno a uno los elementos de ese acuerdo. Atribuyó la ausencia del PSUV en la sesión de hoy a las divisiones internas en el gobierno. Apuntó que solo hay una manera de escoger a los nuevos rectores del CNE y es conforme a lo establecido en la Constitución: con dos tercios de apoyo de los diputados.
José España (Cambiemos) tomó la palabra en medio de comentarios de rechazo. “Vendido”, “tarifado” “hoy tienen con qué beber”, eran algunas de las cosas que le gritaban desde el público y desde algunas curules. España pedía tolerancia y respeto a su intervención y a la mesa de diálogo. “Ayer se abrieron puertas, no se cerraron. Es una metodología diferente a la de acuerdos totales usada en Barbados, esta es de acuerdos parciales”, dijo. Aseguró que el acuerdo firmado con Maduro que promete el regreso del PSUV al Hemiciclo puede llevar a la “Asamblea a salir del desacato” e instó a la directiva de la AN a “dar un viraje en su estrategia que no ha dado resultados”.
La respuesta inmediata a España quedó en manos del diputado del Bloque 16 de Julio, José Luis Pirela (VV): “No creo que haya una nueva oposición, sino una nueva tendencia oficialista. Lo que pasó ayer [16 de julio] es una muestra de la degradación de la política”. Pidió dar lectura al artículo 191 constitucional según el cual los diputados no pueden ejercer doble función (como sería el caso de diputados que son constituyentes, o que ahora son gobernadores o alcaldes) y adelantó que si el PSUV quiere regresar, la plenaria deberá analizar caso por caso, calificar la situación de cada diputado y determinar si pueden o no reincorporarse.
La disidente del PSUV, Arkielly Perfecto, también tomó la palabra. “Lo de ayer fue una bofetada al pueblo porque lo que quiere el pueblo es el cese de la usurpación”. Guaidó le agradeció su compromiso y el haber seguido asistiendo a las plenaria pese a la persecución en su contra.
El acuerdo fue aprobado por unanimidad de los presentes.
Sobre la ayuda humanitaria
Los diputados también debatieron y revisaron el estatus de la implementación de los programas humanitarios destinados por organismos internacionales para Venezuela y aprobaron un acuerdo en el que instan a la comunidad mundial a permanecer alertas ante la posibilidad de que los funcionarios de la administración de Nicolás Maduro se roben o desvíen los recursos.
Acordaron “instar a las organizaciones internacionales a impedir que instituciones usurpadas se hagan con los recursos, insumos, bienes o servicios a ejecutar por parte de los programas humanitarios, por cuanto se ha demostrado que el régimen está constantemente vinculado con actos de corrupción”.
Denunciaron la negativa del gobierno de Maduro a permitir el ingreso al territorio de representantes de ONG que vienen a asistir en la implementación de los programas de ayuda. Además, condenaron el uso de 50 millones de dólares para la compra de armas y uniformes militares que podrían ser destinados al Fondo Estratégico de la OPS para comprar medicamentos esenciales.
Justo al término de este debate, la marcha de maestros que había partido desde La Hoyada logró llegar a las puertas del Palacio Federal. Una comisión de diputados salió a buscarlos y la GNB no les permitía salir al encuentro. Luego de varios minutos, la GNB permitió que una pequeña representación de docentes ingresara. A las 11:45 a. m. René Zapata, secretario ejecutivo de la FVM-Miranda capítulo Tuy, pudo ejercer un derecho de palabra ante los diputados para hacer un conjunto de peticiones concretas: que la AN declare la emergencia educativa, que se designe una comisión presidencial que atienda la crisis de los maestros, que la AN legisle para impedir que las resoluciones del ministerio afecten los derechos de los docentes y se trabaje por la dolarización del salario docente, entre otros puntos.
Reyes, Ramos y Contreras
En la plenaria, tres diputados dieron de qué hablar: Julio César Reyes, Henry Ramos Allup y Eustoquio Contreras.
Julio César Reyes marcó distancia definitiva de Avanzada Progresista, otro de los partidos pequeños firmantes del acuerdo con Maduro. Tanto en su intervención en cámara como en declaración a los medios posterior a la sesión, Reyes ratificó su pleno respaldo y reconocimiento a la Asamblea Nacional y a Juan Guaidó.
Dijo que no ha hablado con Henri Falcón pero que desde hace más de un mes ha tenido algunas diferencias de enfoque con la dirección nacional y que la semana pasada fue excluida de los grupos de chateo de la dirección nacional y del comité ejecutivo.
“Entiendo que el secretario general Luis Romero no quiere que ya yo esté ahí. Mantengo mi compromiso con los electores de Barinas. La representación genuina de la oposición está en este Parlamento. Creo que ese diálogo con Maduro es un falso diálogo. No hay seriedad”, dijo. Acotó que de momento no tiene intención de incorporarse a otro partido.
Por su parte, el diputado y expresidente de la AN, Henry Ramos Allup (AD), retornó este martes al hemiciclo luego de cuatro meses ausente como medida de protección luego de que el TSJ, el MP y la ANC iniciaron la persecución judicial en su contra.
A su llegada declaró a los medios: “Esos partidos que firmaron el acuerdo ayer [16 de septiembre] no representan a la oposición. Ahí no está el grueso de la oposición. Todo el mundo sabe cuáles son los partidos más importantes y los que concentran la totalidad de la representación parlamentaria. Vengo hoy porque como el PSUV dice que se va a incorporar es necesario que yo esté aquí para el quorum y para el debate”.
Mientras, Contreras aclaró que si el Bloque de la Patria regresa a la Asamblea Nacional, él se mantendrá como independiente separado de esa alianza. Además adelantó que los diputados disidentes del oficialismo están analizando la posibilidad de conformar una fracción parlamentaria.
“Políticamente soy independiente, ideológicamente soy de izquierda. No me voy a incorporar al Bloque de la Patria. Hemos hablado de conformar una fracción con los disidentes porque además hay otros diputados que se quieren incorporar, pero eso está en estudio. Lo normal es que los diputados se incorporen y vengan a cumplir su función”, dijo.