En El Rincón de Monagas carecen de transporte. Algunas ambulancias prestan el servicio. El agua llega  una sola vez en la noche, y cocinan con leña por las fallas en la distribución del gas doméstico.

Monagas. El Rincón de Monagas es uno de los sectores del estado Monagas catalogado como rural por su lejanía de la ciudad. En los últimos días las denuncias de sus habitantes sobre los servicios públicos se han incrementado. Afirman que agua, gas, transporte e incluso la electricidad funcionan a medias.

En el sector el agua falla constantemente. Para llenar los recipientes deben esperar una hora exacta, que por lo general es pasadas las 10:00 de la noche.  Los habitantes de la comunidad afirman que, a causa de la cercanía del lugar con morichales, el agua suele llegar de un color amarillento y con olor a óxido. La purificación y el tratamiento del agua no ha estado en agenda del Gobierno, pese a que los lugareños lo han pedido en reiteradas oportunidades.

Aquí el problema que tenemos con el agua es que llega cuando quiere. Y siempre tenemos que llenar los tobos y poncheras en la madrugada. A veces, hasta solventamos con el agua de lluvia. Pero el agua que viene por tubería tiene un color raro y olor a óxido. Asumimos que es por la cercanía con el morichal. Hasta que aquí no haya una epidemia no van a solucionar eso. El problema del agua por aquí es grave, advirtió  Miguel Villarroel.

Las fallas de agua no son el único problema que aqueja al sector. El transporte también forma parte de las dificultades que deben afrontar los habitantes de El Rincón de Monagas. Relatan que, por lo retirado de la comunidad, no cuentan con una ruta establecida que preste el servicio. Por lo que deben esperar desde las 6:00 de la mañana en la parada hasta que circule por la zona alguna unidad.

El Rincón de Monagas

“Nos sentamos aquí en la parada desde las 6:00 de la mañana a esperar que pase cualquier carro. Y en el que pase nos vamos. Nosotros nos tenemos una ruta disponible, con unidades, sino que a veces usamos la de Amana. Pero la mayoría del tiempo esperamos aquí por cualquier carro, precisó Crisaury Rodríguez.

Ante esta situación, algunas ambulancias que transitan por la zona prestan el servicio como colaboración para que los habitantes del sector puedan salir a hacer diligencias.

“Unas ambulancias nos apoyan algunas veces. Y nosotros nos trasladamos en donde sea, porque no hay opción. En este país, para el pobre no hay opción”, comentó Rodríguez.

El pasaje supera los 8000 bolívares, y los residentes del sector claman a las autoridades por una ruta para la zona y fiscalización, para evitar los cobros excesivos en las tarifas.

Así como en la mayoría de las comunidades del estado, las fallas en cuanto al suministro de gas persisten en El Rincón de Monagas, y cocinar con leña se ha vuelto parte de la rutina de los moradores.

No tenemos gas desde hace como dos meses. Todas estas casas por aquí cocinan en fogón. Porque no tenemos otra opción. Pero imagínate ahorita que entraron las lluvias, cómo uno hace para evitar que se moje la leña,” acotó Neilys Jiménez.

Con el problema del gas se acrecientan las necesidades. Para prender el fogón diariamente los pobladores deben caminar hasta una montaña que está ubicada a una hora y media del pueblo. Con la llegada de las lluvias conseguir “la leña buena” se dificulta. Se las ingenian cargando lo suficiente en días soleados y las resguardan con plásticos en las viviendas.

Ya me estoy acostumbrando a prender el fogón. Y como tengo problemas con la vista, a veces mi tío me ayuda. Él es quien va como tres veces por semana a la montaña buscar la leña. Yo prendo el fogón cuando los niños están en el colegio, para que ese humo no los afecte tanto, relató Jiménez.

El Rincón de Monagas

En El Rincón de Monagas no están exentos de la interrupción del servicio eléctrico; de hecho, por ser una zona rural, los cortes son más constantes y prolongados.

En oportunidades se va por cuatro horas o se va toda la noche. Cuando llueve tenemos que desenchufar todo, porque los bajones de luz son cada 10 minutos, preciso Zulay Aranco.

Un poblado de aproximadamente 1.800 habitantes clama por atención gubernamental.  Reclaman que ni ninguna autoridad ha visitado el lugar en los últimos años por lo que la solución a sus problemas la ven cada día más lejana.

“Por aquí más nunca ha venido nadie del Gobierno. La última vez que alguno de ellos estuvo por aquí, fue para buscar votos. Ya estamos acostumbrados, siempre es lo mismo”, destacó Milena Fajardo.


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