Héctor Briceño afirma que países acompañantes serán clave en el cumplimiento de los acuerdos tempranos

delegaciones de oposicion y oficialismo en méxico

El sociólogo y doctor en Ciencias Políticas sostiene que las partes llegan a México con un bagaje previo, pero con una desconfianza mutua que debe ir siendo sustituida por confianza sobre la base del respeto de los acuerdos alcanzados. Enfatiza en que estas negociaciones pueden rendir frutos en el corto plazo, pero que su éxito se medirá en la durabilidad y sostenibilidad de los acuerdos a largo plazo. 

Caracas. El sociólogo y doctor en Ciencias Políticas, Héctor Briceño, coincide con el politólogo Ricardo Sucre en resaltar que los dos acuerdos tempranos alcanzados por la oposición y el oficialismo en la primera ronda de negociaciones en México servirán para construir confianza.

Sin embargo, Briceño agrega que, si bien la implementación y el éxito de esos acuerdos es responsabilidad de los actores venezolanos, la garantía de que se logrará avanzar en llevarlos a la práctica reposa en gran medida en el papel de los países acompañantes del proceso, en este caso Rusia y Holanda, así como en el facilitador principal, Noruega.

Se llega a este nuevo proceso de negociación con un bagaje, con un conocimiento, pero con una desconfianza también. Allí hay que resaltar la labor de los mediadores y los países acompañantes de cada grupo político. Porque hay que reconocer que las partes venezolanas no son suficientes para llegar a acuerdos y para respetarlos. Necesitan un acompañamiento, un arbitraje internacional, una mediación internacional para rescatar el cumplimiento de los acuerdos”, indicó.

El también investigador del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV celebró que, de cara a este sexto intento de negociaciones entre la oposición y Nicolás Maduro, los actores políticos venezolanos “llegan un poco más realistas, centrados y conscientes no solo de la profunda crisis del país, sino de sus propias fuerzas, ventajas y limitaciones”.

Héctor Briceño, sociólogo y doctor en Ciencias Políticas

A juicio de Briceño, el que cada parte sepa en dónde está parada es un aspecto central para iniciar un mecanismo de negociaciones y acuerdos. En tal sentido, recibió positivamente que en la primera ronda realizada entre el 3 y el 6 de septiembre se pudieran anunciar acuerdos tempranos, uno sobre el reclamo del Esequibo y otro sobre la ayuda humanitaria.

“Es muy apropiado el hecho de que el proceso inicie dando unos primeros pasos muy cortos, muy limitados y muy restringidos a cuestiones muy prácticas y reconociendo los elementos y el terreno común donde los actores sienten que tienen coincidencias: el Esequibo. Me parece extraordinario ese primer paso porque es reconocerse mutuamente como sectores interesados en la defensa del territorio nacional”, afirmó.

La construcción de confianza

Héctor Briceño admitió que un acuerdo como el relativo al Esequibo no tiene efectos inmediatos sobre la población ni mejora sus condiciones cotidianas de vida, pero podría servir a un propósito de mediano plazo, esencial para que el proceso avance con pie firme, como lo es la construcción de la confianza entre ambos bloques, y los países acompañantes son conscientes de ello.

Estos primeros acuerdos deben ser medidos y vistos como pasos cortos, pero certeros, para la construcción de una mínima confianza entre las partes que están negociando. Confianza que no existe, al contrario, lo único que existe es una gran desconfianza, un gran temor, una expectativa en la que cada uno está esperando ser abusado por la contraparte. Entonces, creo muy apropiado que se haga este tipo de primeros acuerdos que digan ‘podemos confiar mutuamente, podemos trabajar juntos en construir acuerdos más grandes y de mayor duración que puedan ser mutuamente respetados”, señaló Briceño.

Por otro lado, el Acuerdo para la Protección Social del Pueblo envía el mensaje, dijo Briceño, de que ambas partes se reconocen como mutuamente interesadas en mejorar un mínimo la calidad de la vida de la gente o impedir que la pandemia siga amenazando la vida de las grandes mayorías.

“Creo que es una extraordinaria noticia, quizá con el acuerdo sobre el Esequibo no se pueda ver un efecto de beneficio directo sobre la gente, pero el acuerdo sobre las vacunas sí, porque puede traer a la gente la posibilidad de ser vacunado y salvar vidas de venezolanos”, indicó.

Conscientes de la realidad

En opinión de Briceño, tanto el Gobierno como la oposición asisten a este proceso mucho más conscientes de su propia realidad política.

De ser así, esa conciencia facilitaría a los negociadores de lado y lado enfocarse más en lograr resultados tangibles para la gente y menos en la destrucción de la otra parte, como se vio en procesos anteriores que desembocaron en exilios forzados y llamados a la abstención electoral.

“Gobierno y oposición están mucho más conscientes de la profundidad de la crisis y de cómo esta crisis, de mantenerse en el tiempo, puede revertirse no solo contra el país, como ya lo hemos venido viendo por años, sino contra ellos mismos como actores políticos. Son conscientes de la profundidad de la crisis, de sus propias limitaciones y de cómo se pueden transformar esas limitaciones en una sustitución de sus liderazgos por otros”, aseguró.

Briceño enfatizó en que esta nueva mediación facilitada por Noruega con sede en México y con Holanda y Rusia como países acompañantes no será corta, sino que ha sido pensada como de largo aliento con miras a que los acuerdos sean sostenibles en el tiempo. Sin embargo, abogó porque en las próximas jornadas de trabajo se vayan produciendo acuerdos y beneficios tangibles.

Ya sean procesos electorales más creíbles, o que se concreten invitaciones de observación electoral, que ingresen las vacunas al país, las excarcelaciones, un poco de justicia ante tantos atropellos”, agregó.

No obstante, acotó que esos logros puntuales en temas específicos tienen que ser vistos por la ciudadanía como parte de un proceso más amplio que podría traer beneficios a largo plazo: “Allí la importancia de construir bases sólidas y confianza para que podamos ponernos de acuerdo y progresar sin que ello signifique sepultar las injusticias que han sucedido a lo largo de los últimos años”.


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