Hogares zulianos se han convertido en un depósito de electrodomésticos y aparatos quemados

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Ya nada funciona en los hogares zulianos para proteger los electrodomésticos de las fluctuaciones eléctricas. Bombillos, protectores, capacitadores y compresores de aires acondicionados y neveras pueden quedar chamuscados en un día. En Maracaibo se registran a diario hasta cinco variaciones de voltaje. Los zulianos han optado por arrumar sus aparatos dañados ante la falta de presupuesto para repararlos.

Maracaibo. El corre corre de los zulianos cuando hay una fluctuación eléctrica ya forma parte de su cotidianidad. La gente se organiza para apagar sus electrodomésticos de inmediato a penas falla la electricidad. “Aquí vivimos en una zozobra, porque uno no sabe cuándo va a venir el carajazo. Si nos toca salir, dejamos todo desconectado para evitar malas noticias”, dijo José Inciarte, habitante del oeste de Maracaibo.

El colapso de la energía eléctrica en Venezuela comenzó 2013, desde entonces los apagones han ido incrementando de forma progresiva. Para el año 2017, las fallas eléctricas pasaron de minutos a horas. Lo que ocasiona actualmente la suspensión de otros servicios como el agua por tubería, televisión por cable, Internet, cobertura telefónica, así como dificultades para realizar transacciones bancarias.

Para julio del 2019, el Comité de Afectados por los Apagones registró 16.210 fallas eléctricas en Venezuela, de las cuales 40 % corresponden al estado Zulia, es decir, 6484 fallas.

Esta situación llevó a un plan de administración de carga que sometió a los zulianos a estar hasta ocho horas sin servicio eléctrico, en el mejor de los casos; pero aun con esta medida las fluctuaciones siguen siendo hoy el enemigo número uno de los hogares.

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Zulia es uno de los estados más afectados con la crisis eléctrica. Foto: Mariela Nava.

De acuerdo con las cifras publicadas por el Comité de Afectados por los Apagones en su cuenta de Twitter, para agosto de 2021 se han registrado en el país 96.291 fallas eléctricas, principalmente en los estados Zulia, Mérida, Táchira y Trujillo. Pero la cifra que mantiene a la población en vilo es la de electrodomésticos dañados con un total de 37.206.

Un montón de chatarra

“Corré pa la nevera primero antes de que tiren el coñazo”, le grita a todo pulmón Raquel Fernández a su hija, Fabiana, que corre desesperada en medio de un bajón. En cuestión de segundos los pocos aparatos que han sobrevivido al ir y venir de la electricidad están apagados.

“Discúlpame, mija, pero en este plan vivimos aquí. Tengo que gritar porque son tantos al día que uno se bloquea y no sabe qué apagar primero”, justifica la mujer.

Para Fernández, es preferible que suspendan el servicio a las fluctuaciones, aunque confiesa que este año le ha tocado estar hasta dos días sin luz. “Que la quiten las horas que les dé la gana, pero esta fiesta no hay aparato que la aguante”, dice la ama de casa habitante de San Isidro, que ya suma dos televisores, dos aires acondicionados, un microondas y 18 bombillos quemados en lo que va de año.

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El servicio de televisión por cable e Internet quedan inoperativos tras los apagones. Foto: Mariela Nava.

José González es técnico en refrigeración desde hace 15 años. Según sus propios cálculos, durante los últimos cinco años se han quemado 70 % más aparatos que en años anteriores.

“Yo recibo al menos cinco llamadas a diario de gente pidiendo presupuesto porque un bajón les quemó el aire o la nevera. Esos son los electrodomésticos que más se dañan. De esos, apenas dos logran juntar el dinero para hacer la reparación”, dijo el técnico.

González explicó que lo que “mata los aparatos es el voltaje con el que vuelve la electricidad. La mayoría de las veces la luz no se estabiliza, cuando llega en vez de estar en 110 voltios, puede estar desde 90 hasta 180 vatios. Por eso se queman los aparatos, se revientan los bombillos y hay desastre en las casas”, dijo.

Las neveras y los aires acondicionados son electrodomésticos indispensables en un estado como el Zulia, donde la temperatura puede llegar a los 40 grados. González coincide en señalar que la mayoría de sus clientes tienen, mínimo, tres aparatos quemados en casa.

Un ojo de la cara

Capacitadores, compresores y protectores de voltaje son lo que más se quema, según el técnico en refrigeración.

Los zulianos nos convertimos en protectores de los protectores, porque no hay quien aguante esa pela. Uno sale corriendo para proteger el aparatico, en resumidas cuentas es mejor que se quemen 20 dólares a que se quemen 100”, refiere José.

Recuerda que 20 años atrás los electrodomésticos que tenían protectores eran los de la gente rica, porque el pobre tenía confianza en el Sistema Eléctrico Nacional. “Pero ahora hasta el más humilde tiene que ver de dónde saca 20, 25 y hasta 30 dólares para comprar un protector que frene un poco los latigazos”, criticó.

Los precios de los repuestos varían: un compresor de aire acondicionado oscila entre 125 y 150 dólares, sin incluir la mano de obra, que son 30 dólares más. La unidad de una nevera cuesta entre 75 y 100 dólares, sin los 40 dólares de la mano de obra.

“Hay reparaciones menores como cambiar capacitadores, reparar cables quemados y ahí el costo es menor, entre 5 y 10 dólares”, dijo.

Todos se amoldan a la crisis

El técnico en refrigeración asegura que hace al menos cuatro reparaciones grandes a la semana. Sale de su casa a las 8:00 a. m. para atender a sus clientes y vuelve pasadas las 4:00 p.m. En una carretilla lleva todas sus herramientas y se prepara para caminar al menos cinco kilómetros al día. “No se puede tener un carro porque no hay gasolina tampoco”, afirmó.

González agrega: “A mí también me ha tocado amoldarme a la situación. Si son clientes viejos y la reparación es pequeña no les cobro, porque sé que la cosa está dura. De lo contrario, puedo ser flexible con el pago. Hay gente que me ofrece productos, o me paga una parte en dólares y la otra con comida”.

Según las personas entrevistadas por Crónica.Uno en Maracaibo, solo algunos logran reparar al menos un electrodoméstico, gracias a la ayuda económica de algún familiar que está en el extranjero.

“Lo que más se ve es gente mayor sola o que se quedaron al cuidado de nietos porque sus hijos emigraron y ellos los ayudan de afuera con esto, los que no tienen esa posibilidad, arruman el aparato que se les va dañando”, dijo José González.

“Yo prefiero comer que tener televisor”, dijo Naileth Labarca, “pero ella sí está complicada”, dijo mientras señalaba a su vecina, Carmen, a quien esta semana se le daño la nevera y la lavadora.

Arrumaré la lavadora y comenzaré a reunir para arreglar la nevera que es lo más urgente, porque yo me ayudo vendiendo tortas y no puedo quedarme sin ella, son 200 dólares que necesito para repararla”, dijo Carmen a punto de llorar.

A pocas cuadras vive Ronald Hernández, que según explica tuvo más suerte: “A mí se me dañó el aire acondicionado, me puse las manos en la cabeza porque soy hipertenso y no puedo aguantar el calor. Pero un hermano que está en Chile me dijo que de regalo de cumpleaños me iba a pagar la reparación y así fue, me regaló 200 dólares y de una vez compré el protector”, comentó.

Pero no todos tienen la suerte de juntar el dinero para reparar los daños que las fluctuaciones hacen en sus hogares. Hay quienes cambiaron sus neveras por cavas y compran hielo para tener un poco de agua fría. Adquirir alimentos se ha reducido a resolver el día a día porque no tienen en qué refrigerarlos o venden los electrodomésticos dañados para resolver otras cosas como útiles escolares y medicinas.

Para la Comisión de Derechos Humanos del Zulia (Codhez), “la deficiencia de los servicios públicos continúa siendo una de las preocupaciones que aquejan a la ciudadanía, representando un obstáculo diario para el normal desenvolvimiento de las actividades comunes en el Zulia, evidenciándose de forma directa en la precarización de la calidad de vida”.

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Capacitadores, compresores y protectores de voltaje son lo que más se quema con las fluctuaciones de luz. Foto: Mariela Nava
Recomendaciones para proteger electrodomésticos y otros equipos

• Usar siempre protectores adecuados para cada uno de sus equipos. Tome en cuenta que cada aparato requiere uno específico: neveras, microondas, televisores.

• Cuando hay un apagón o fluctuación eléctrica, desconecte inmediatamente sus equipos, aún si usa protector.

• Cuando regrese la electricidad, espere entre 15 y 30 minutos antes de reconectar sus equipos. Hay técnicos que recomiendan esperar mejor una hora antes encender de nuevo, dado que en Venezuela es muy común que la luz regrese y se vaya de nuevo. Es importante que, si nota que no hay estabilidad, no los conecte ya que en ese momento podría causar un daño mayor.

• Ante un apagón, baje el interruptor general o brekera. Esto protegerá mejor en el caso de un retorno elevado de voltaje.


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