El sector prevé crecimiento de 12 % al cierre de año, sin embargo, la Cámara de la Industria Farmacéutica Venezolana asegura que la leve mejoría se debe, fundamentalmente, a la pandemia y que para 2022 el panorama dependerá de las decisiones que tome el gobierno. En julio el consumo creció 17 % y la escasez de medicinas se mantuvo en 8 %.

Caracas. Las industrias han reducido su tamaño debido a la crisis económica. Hoy el mercado es más pequeño y los actores que quedan se adaptan a un contexto hostil para hacer negocios, pues a menudo fallan los servicios básicos y se mantiene la escasez de combustibles. Sin embargo, el sector farmacéutico experimenta una leve recuperación a causa de la pandemia que provocó el virus SARS-Cov-2.

La industria farmacéutica registra una mejora en sus ventas a partir de 2020, pero está lejos de los niveles que alcanzó en 2014, cuando vendió 714 millones de unidades de medicamentos. El empuje se ha dado por la demanda de insumos como el alcohol antiséptico, que se mantiene como el producto más vendido en el país.

En 2019 el sector vendió 113 millones de unidades, mientras que en 2020 la cifra se ubicó en 134 millones, lo que representa un aumento de 19 %. La Cámara de la Industria Farmacéutica Venezolana (Cifar) estima que este año tengan un crecimiento de entre 10 y 12 % sobre los resultados que obtuvieron el año pasado. 

El presidente de Cifar, Tito López, explica a Crónica.Uno que las ventas muestran un ligero crecimiento por los efectos de la pandemia, pero no significa la robustez del sector, pues afirma que los productos más demandados son para terapia del covid o una que otra vitamina. “Pero no ves un mercado que sea de productos para enfermedades crónicas, por ejemplo, se ha distorsionado mucho todo el mercado”, dice. Además, el sector opera sin acceso a créditos bancarios.

“No puedo crecer porque tengo encaje legal y no tengo cómo apalancarme con la banca. No atraes inversión extranjera, a pesar de los intentos esta no es dinámica, porque no tienes garantías para la inversión foránea y una de las razones es que se han desdibujado los aspectos legales y regulatorios”.

En el primer trimestre de este año la industria química y farmacéutica lideró la encuesta cualitativa de Conindustria como el sector que operó con una mayor capacidad instalada, al ubicarse en 24,15 %, a diferencia de, por ejemplo, metales y productos metálicos que operó a un 12,60 % de su capacidad. Cifar indica que en julio esto mejoró y trabajaron con una capacidad instalada de 30 %. 

El permiso de las autoridades para la libre circulación del dólar también ha dado un respiro a las empresas. “Desde que se desmontó el control de divisas esto ha ayudado, ya no tienes un control de precios, los tienes entre comillas liberados, aunque eso en gaceta no ha salido, sino que has tenido una libertad en el manejo de los precios. En una economía dolarizada, comercializas bajo divisas; los proveedores a nivel mundial te venden en divisas. El poder hacer la comercialización bajo esquema de dólares ha oxigenado un poco el sector”, explica López.

La cámara sostiene que a pesar de no estar a los niveles de hace cuatro o cinco años esa liberalización de precios y el uso del dólar les ha brindado dinamismo, no obstante, consideran que es difícil hacer proyecciones y que a pesar de prever un crecimiento el año que viene, señalan que todo dependerá de las medidas que adopte el gobierno central.  

Creo que de aquí a fin de año deberíamos estar creciendo 12 % y el año que viene dependerá de las decisiones políticas que se tomen. Hay que ser mago para poder hacer proyecciones; no sabes con qué te vas a conseguir. Todo gira en torno a las decisiones del Gobierno, si hay más apertura hay crecimiento, pero si vienen regulaciones habría un retroceso muy grande”, apunta el presidente de Cifar.

El crecimiento del sector ha sido leve por la contracción de 74 % que experimentó entre 2014 y 2020. Además, la pérdida de poder adquisitivo de la población es determinante. López señala que no prevén un crecimiento sostenido y que se debe principalmente a la pandemia. Sin embargo, en julio calculan que el consumo creció 17 %. 

Nuevos actores

En la industria hay nuevos actores que capitalizaron la salida de las transnacionales. Hoy 98 % de los medicamentos son producidos por empresas nacionales o casas de representación en el país. “El atamel de Pfizer se produce aquí y alguna que otra insulina, a través de las casas de representación estas han sustituido a las transnacionales”, indica López. Hoy la presencia de las transnacionales en el país no llega al 2 %, según datos de Cifar. Para la cámara, la figura de las transnacionales es básicamente nula motivado a que esta es una economía muy pequeña, luego de 34 trimestres de caída del Producto Interno Bruto. 

Foto: Luis Morillo

Tito López agrega que la presencia de las casas de representación “no es mala” porque en las farmacias hay mayor oferta, además, explica que en este momento la escasez de medicamentos llega a 8 %, a diferencia del 80 % que se mantuvo hace cuatro años

“El problema es cuando las reglas del juego no son iguales. Hay algunas preferencias de tasas arancelarias para algunas empresas, ahí es donde hay que revisar, por que tienes empresas nacionales para las que los costos operativos son más costosos que para las casas de representación que importan el producto terminado y gozan de exoneración. Por ese motivo se tienen que ir regulando las importaciones masivas de productos que pudieran ser de dudosa procedencia y a través de la contraloría sanitaria”, dice. 

Toda la materia prima se importa

Casi 100 % de los medicamentos se fabrica con materia prima importada. Lo único que la industria adquiere de producción local son algunos estuches, litografías o tinta. Pero el aluminio y la materia prima de los fármacos es importada. Hasta ahora Cifar indica que no han tenido problemas con las importaciones y que han contado con el apoyo del Ministerio de Comercio para que los permisos en aduana sean expeditos. Cifar agrega que hace más de 10 años la materia ha sido importada, mientras que 20 años atrás sí había más participación nacional. 

La reducción de la industria farmacéutica también se aprecia en los laboratorios. La cámara comenta que antes un laboratorio tenía entre 75 y 80 productos que ofrecer en el mercado y hoy se han hecho reducciones entre 15 y 20 productos. En la actualidad, 60 % de los medicamentos que se consumen son producidos de forma local y 40 % son importados. 

Los precios en $2,89 son competitivos

La Cámara explica que los precios de los medicamentos no llegan a $3 debido al tipo de producto que se viene produciendo, como el alcohol, sin embargo, señalan que a pesar de estar por debajo de Colombia, Perú o Brasil, el promedio de $2,89 sí cubre los costos de producción. “Nuestros márgenes no son tan altos, algunos convenios son que estos productos dirigidos a la terapia del covid sean accesibles, sin embargo, esto es prácticamente el sueldo mínimo”, expresa el representante gremial.


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