Inspectoría del Trabajo de Valencia no cuenta con condiciones para atender denuncias

inspectoría del trabajo en Valencia

En esta oficina gubernamental los funcionarios no cuentan con aires acondicionados, ni siquiera con bolígrafos, desde hace un año no reciben dotación de uniformes e insumos laborales. A las afueras de la Inspectoría César Pipo Arteaga, en Valencia, unos 10.000 empleados de varias empresas iniciaron una vigilia indefinida hasta tanto no se solventen sus problemas laborales, en muchos casos se trata de suspensiones y terminación de contratos de forma arbitraria.

Valencia. La Inspectoría César Pipo Arteaga, ubicada en Valencia, no cuenta con los insumos necesarios para atender los casos de los trabajadores, denunció Franklin Torres, funcionario de esta institución desde hace 14 años.

Torres indicó que quienes laboran en esa oficina lo hacen “con las uñas”. No cuentan con aire acondicionado, ni papelería, tampoco bolígrafos y mucho menos con tinta en las impresoras. “El calor aquí es horrible, hemos sacado a personas desmayadas, hay personas que están sufriendo de la tensión, el ministro del Trabajo ha venido a Valencia y se ha hecho de la vista gorda”.

Aseguró que desde hace un año no reciben la dotación de uniformes. Los funcionarios deben llevar desde las hojas y bolígrafos con los que se van a firmar los documentos. Torres dijo que actualmente hay denunciantes que llevan más de tres años sin recibir respuesta porque los procesos se han retardado en gran parte por la precariedad con la que trabajan, y porque existe burocracia.

El trabajador también manifestó que cobra semanalmente 13.000 bolívares, cantidad que se le hace insuficiente para cubrir sus necesidades básicas. Sobre sus hombros pesa la responsabilidad de mantener una hija de cuatro años de edad.

Es fuerte la situación que estamos viviendo los funcionarios públicos, de verdad gracias a Dios uno tiene familia afuera y ellos mandan y uno puede medio subsistir, indicó.

Dijo que son víctimas de amenazas y amedrentamiento, por parte de la directiva de la oficina gubernamental. No pueden protestar porque los amenazan con botarlos o con persecución con las fuerzas policiales del Estado. “Allá adentro hay más de un trabajador que se queja y no está aquí porque los amenazan con que los van a sacar. Yo sé que a mí me van a botar por esto. Así trabajan ellos, te botan por decir la verdad, entonces tienes que mantenerte calladito con ley mordaza”.

Estas declaraciones fueron emitidas durante el inicio de vigilia de trabajadores de unas 20 empresas que funcionan en la entidad carabobeña, con el objeto de pedir reenganche a sus puestos laborales.

Los afectados son alrededor de 10.000 empleados de diferentes empresas como Sercoinfal Comedores Industriales, Industrias Diana, Inlaca, Empresas Polar, Colgate Palmolive, Coca Cola, Gas Comunal, Pdvsa Gas, Abastos Bicentenario, Firestone, Naturalys, Proagro, Pepsi, Venoco, Monasa, Cargill.

Nelson Gómez, trabajador de Inlaca con 20 años de servicio, denunció que desde hace 11 meses presentó su caso ante la Inspectoría del Trabajo, fue suspendido sin explicaciones, a pesar de contar con inamovilidad laboral. “Aquí lo que pasa es que en la Pipo Arteaga se han cuadrado con los empresarios. Nos sacrifican a nosotros. Las empresas siguen produciendo, tienen materia prima, han dañado a nuestras familias. Esto es culpa también del mismo presidente de la República”.

Los 10.000 trabajadores afectados se mantendrán en vigilia indefinida hasta que sus casos sean tomados en cuenta y recibir respuestas satisfactorias en virtud de que continúan laborando con salarios que no se ajusten a la realidad económica del país.


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