“Inventarios de diésel alcanzarían para tres meses si se mantienen restricciones de movilidad”

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El déficit de los combustibles empezó antes de 2019 y en especial el de GLP. La periodista especializada en energía Marianna Párraga la califica de una “escasez silenciosa”, que afecta a las familias venezolanas. En un foro organizado por WOLA, Luis Vicente León, director de Datanálisis, dijo que 67 % de los encuestados en estudio hecho por la firma rechaza las sanciones.

Caracas. En enero de 2019 EE. UU. aplicó sanciones al petróleo venezolano y sostuvo ciertas exenciones para que empresas estadounidenses mantuvieran operaciones en el país, entre ellas también estaban los swaps o intercambios de petróleo por productos como el diésel, un mecanismo ideado por Petróleos de Venezuela (Pdvsa) antes de las sanciones de ese año. Sin embargo, ese esquema fue suspendido en octubre de 2020, lo que hace que Venezuela haya empezado a usar lo que tenía en inventario. La escasez en el país comenzó antes de las sanciones y alcanza los diferentes combustibles que se producen, en especial el de gas licuado del petróleo (GLP).

En 2019 la demanda local de diésel era de 99.500 barriles diarios, pero Pdvsa abastecía 66.000, lo que la hacía depender de las importaciones. El déficit se debía, según la misma estatal, a los problemas de infraestructura que enfrentaba la industria como las paradas no programadas de unidades clave de refinación doméstica, la obsolescencia de máquinas que no han sido reemplazadas, fallas eléctricas frecuentes, que afectan las refinerías —aun cuando estas fueron diseñadas para proveer su propia generación eléctrica—, interrupciones frecuentes en los llenaderos de combustible, lo que retrasa las cisternas, insuficiencia de unidades de transporte. 

Las cifras fueron divulgadas este viernes 12 de febrero por la periodista especializada en energía, Marianna Párraga, en un foro organizado por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) en el que se analizó el impacto de restringir el intercambio de crudo por diésel en Venezuela

A juicio de Párraga, el déficit de los combustibles empezó antes de 2019 y en especial el de GLP, lo cual calificó de una “escasez silenciosa”, que afecta a las familias venezolanas, pues 90 % de la población depende de GLP para cocinar. La falta de ese combustible ha llevado a la gente a recurrir a fogones o al uso de hornillas eléctricas. 

El consumo de GLP en Venezuela para 2019 era de 68.000 barriles diarios. El despacho por parte de Pdvsa ese año fue de apenas 15.000 barriles.

“En 2019 había un déficit importante de combustibles y surgía la necesidad de importación. El déficit más grande no es el de la gasolina, ni del diésel, sino del gas GLP, es decir, el gas que se utiliza para cocinar en Venezuela, yo diría que es el combustible más imprescindible, debido a que es el que utilizan los hogares, además tiene muy poco reemplazo, si no tienes GLP en tu hogar, necesitas tener una hornilla eléctrica que es muy ineficiente o cocina con leña”, dijo Párraga en la videoconferencia.

Tras la prohibición de los swaps Venezuela empieza a experimentar cierta escasez de diésel, pues el último envío formal autorizado por el Tesoro de EE. UU. ocurrió en noviembre de 2020. La nación maneja inventarios para tres meses, si se mantienen las restricciones a la movilidad por la pandemia de COVID-19. En caso de que no existieran medidas de confinamiento el diésel disponible alcanzaría para dos meses. No obstante, la estatal desde año pasado hace esfuerzos por levantar la producción de gasolina y también la de diésel.

En 2020 empeoró la escasez de gasolina y las largas colas se observaron durante meses en todo el país, al igual que las colas por bombonas de gas doméstico. Para Párraga, la escasez de diésel es algo nuevo en el mercado interno venezolano, que empieza a preocupar especialmente al sector agrícola y de transporte. La razón es que 95 % de los bienes esenciales se movilizan vía terrestre a través de vehículos de carga que dependen de diésel.

Entre finales de 2019 y principios de 2020 el consumo de diésel en el país era muy bajo, apenas de 33.000 barriles diarios. En febrero de 2021 las cifras de Pdvsa registran una mayor demanda al ubicarse en 48.000 barriles por día. Marianna Párraga recuerda que esto es menos de la mitad de lo que se consumió en 2019, pero la tendencia al alza está creando preocupación, motivado a que no hay suficiente inventario para cubrir una demanda creciente.

Presentación periodista Mariana Párraga

La directora de la Cámara de transporte del centro (Catracentro), Marien Vielma, dijo que empezaron a padecer la falta de diésel desde 2019. Una unidad pasa hasta cuatro días en cola para surtirse, lo que representa un riesgo para los transportistas, incrementa los costos de logística y encarece los precios al consumidor. En 2019 una encuesta elaborada por el gremio reveló que 25 % de las empresas había paralizado operaciones porque no era rentable. “Proyectamos que este 2021 se pueda duplicar este porcentaje y que un 45 % cierre sus santamarías”, lamentó Vielma. 

A la escasez de combustibles se le suma la disminución del parque automotor. Catracentro señala que hoy hay menos vehículos de carga, cierre de empresas de transporte de mercancía, incremento de costos operativos, canibalización de un alto porcentaje de unidades y difícil reposición de flota. En 1994 la nación contaba con 20.000 unidades, en 2004 la cifra cayó a 16.000 unidades y para 2019 el país contaba con apenas 5000 unidades de transporte de carga pesada. La cámara calcula que, actualmente, la flota de carga pesada en Venezuela tiene un promedio de obsolescencia de 20 años.

Por su parte, el director Datanálisis, Luis Vicente León, dijo que en el país no se produce suficiente diésel para cubrir la demanda e indicó que lo que se produce, en los distintos tipos de combustibles, es volátil.

El también economista reconoce que autorizar los swaps (o intercambio) de diésel no resolverán la situación del mercado interno, “pero sería una ayuda humanitaria”. Además, admitió que el gasoil no es el combustible que más se usa en el país.

“(El diésel) solo representa 20 % del combustible que se demanda en el país, sin embargo, es importante para los productores agrícolas y parte del transporte de carga”, dijo León.

Un estudio realizado por la firma que dirige Luis Vicente León arrojó como resultado que 67,6 % de los venezolanos está en contra de las sanciones petroleras y que solo 25,4 % las apoyan, 7 % de la muestra no respondió.

Reliance era uno de los mayores proveedores

Venezuela se ha vuelto dependiente de las importaciones de combustibles de todo tipo: en primer lugar gasolina, en segundo lugar GLP y en tercer lugar diésel, dijo Marianna Párraga periodista especializada en energía.

Los principales productos que Pdvsa importa desde 2019 son diésel de bajo azufre, gasolina de bajo octanaje proveniente de Irán a partir de 2020, alquilato, GLP para envasar en cilindros y nafta pesada que sirve para los crudos de exportación. Antes de la prohibición de los swaps la refinería india Reliance era una de las mayores proveedoras de diésel a Venezuela, solo en octubre Pdvsa aumentó en 20 % las importaciones de ese producto a través de los intercambios.

Se estima que el consumo de diésel aumente este año y se ubique en alrededor de 60.000 barriles diarios.

Entre enero y febrero de este año la producción en las refinerías de Pdvsa se ubicó entre 31.000 y 37.000 barriles de petróleo diarios, la mayor cantidad está siendo generada en la refinería Cardón. El año pasado la estatal promedió unos 500.000 barriles de petróleo diarios, una de las cifras más bajas en décadas, que la saca del ranking de las mayores productoras de la región.

Foto: Gleybert Asencio


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