Foto: Luis Morillo

Debate Democrático

José Virtuoso: Siempre hay que optar por posibilidades de diálogo y negociación

By Héctor Antolínez @hectorantolinez

January 18, 2021

El padre Francisco José Virtuoso, rector de la UCAB, señaló que se deben aprovechar las oportunidades de diálogo todas las veces que se presenten, pero añadió que para participar es necesario exigir muestras claras de voluntad por parte de la administración de Nicolás Maduro.

Caracas. El padre Francisco José Virtuoso, rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), celebra el nuevo llamado a un proceso de diálogo hecho por la Asamblea Nacional (AN) electa el pasado 6 de diciembre. Considera que es una iniciativa que se debe aprovechar.

Desde que la nueva AN asumió, su presidente, Jorge Rodríguez, ha señalado que tiene la voluntad de reunirse nuevamente con todos los sectores del país en aras de buscar soluciones a la grave crisis política de la nación. 

En entrevista con Crónica.Uno el padre Virtuoso (S.J) explica que no basta solo con la palabra y con una invitación (al diálogo), sino que el gobierno de Maduro debe dar señales claras de que, en efecto, está interesado en un acercamiento por el bien del país. 

La crisis económica y social que golpea al país se profundizó por la pandemia de la COVID-19, lo cual para el religioso es razón más que suficiente para buscar un acercamiento que ayude a lograr una transición hacia la democracia.

¿Cómo ve la situación actual del país?

—Comenzamos un nuevo año donde siguen pendientes los grandes problemas que arrastramos desde el 2020, hay esperanzas sobre la pandemia por la posibilidad de una vacunación. Sin embargo, ello depende de la capacidad logística, de la confianza que se le dé a la población. La pandemia ha tenido efectos brutales sobre la población y la posibilidad de evolucionar en relación con esto despierta expectativa.

¿Y fuera de la pandemia?

—Seguimos con muy grandes trabas en el área económica, sectores empresariales que hablan de una mejoría en los procesos, pero los problemas de fondo siguen estando ahí. La hiperinflación nos agobia y ya vamos para cuatro años en esa situación. La destrucción del aparato productivo, la necesidad de inversiones, todo eso requiere de la confianza en las normas de juego.

¿Y en lo político?

—Creo que hay que celebrar este año el llamado que está haciendo la administración de Maduro a través de la AN instalada el 5 de enero, es un llamado al diálogo social y político, eso es una buena noticia. Es preferible que llamen al diálogo y no que se llame a otra cosa, pero es un llamado que necesita generar confianza. Es un diálogo que tiene que generar confianza, que tiene que ser explícito. La sociedad actualmente está desarticulada y se tiene que articular, debemos, por ejemplo, fortalecer los partidos políticos, eso es fundamental para una transición democrática.

Está señalando muchos problemas ¿Considera José Virtuoso que estos se pudieran solventar si se soluciona primero la crisis política?

—Estoy plenamente de acuerdo con esa idea. Nuestro problema es el modelo que se ha instaurado en la sociedad venezolana, un modelo que se gobierna a través de una autocracia que se ejerce de manera vertical y que se trata de vender como un régimen democrático, por eso vemos llamados a elecciones, llamados a diálogo y supuesta división de poderes pero los elementos sustanciales de una democracia que son el estado de derecho, las garantías a los derechos humanos, pues están conculcados. Por su propia forma de régimen autocrático desarrolla políticas que no son consultadas ni contrastadas con expertos ni por la sociedad.

¿Es entonces la transición a una democracia el gran objetivo que se debe buscar?

—El problema es el modelo en el que estamos, por eso la transición a la democracia es la gran tarea de la sociedad, se tiene que transitar hacia un régimen que genere las condiciones para el desarrollo económico y social del país.

Estamos hablando de transición pero pareciera que la oposición no está en su mejor momento ¿A qué atribuye esto?

—Yo diría que, efectivamente, la oposición venezolana está muy debilitada y también está debilitada en su capacidad de conexión con la gente. Ahora, es importante resaltar que esto no es solamente un problema de negligencia de la oposición, la raíz de ese problema tiene que ver con la forma en la que la administración ha golpeado la capacidad de la oposición, ha destruido los partidos inclusive, hay políticos exiliados, otros están presos.

¿Y cuáles pueden considerarse como las responsabilidad de la oposición en la situación actual?

—Creo que quizá no ha tenido la suficiente agilidad para replantearse en este contexto de persecución otras estrategias que le permitan ajustarse a esta situación, también creo que ha sido poco autocrítica con su mensaje y cómo le llega al país y cómo entusiasma a la población.

Con esta situación que usted comenta ¿es viable un acercamiento entre los factores políticos para un diálogo?

—Yo creo que sí, pero poniendo condiciones, exigiendo claridad, exigiendo la necesaria muestra de credibilidad. El diálogo y la negociación busca un avance hacia la paz y hacia la reconciliación, esto requiere muestras claras de tolerancia y señales claras de buena voluntad. Yo diría que debe dejarse el asedio contra periodistas y medios, contra organizaciones sociales. Otras señales serían recuperar los derechos de los partidos políticos. Si logramos establecer ese conjunto de condiciones sí se podría emprender un diálogo.

¿Qué rol pudiera jugar la iglesia en un posible diálogo?

—Creo que puede jugar un papel convocante y fundamental, creo que tiene la capacidad de ser voz de muchos sectores, creo que puede contribuir a generar un clima de confianza en un proceso de diálogo y entendimiento, pero igual que otras organizaciones la iglesia ha sido muy clara con respecto a la deficiencia que se tiene en el respeto a los derechos humanos, ha sido muy crítica con esto y exige condiciones políticas adecuadas. Creo que puede ser un papel importante, pero solo se sumaría si se construyen las condiciones.

Hay dos visiones sobre el diálogo: una que no ha tenido éxito y que no es la solución, y otra que dice que se debe intentar todas las veces que se pueda ¿cuál favorece José Virtuoso?

—La segunda. Siempre hay que optar por las posibilidades de diálogo y negociación. Con respecto a los intentos anteriores creo que debe haber un gran movimiento en la sociedad que exija que el diálogo sea de verdad y serio por parte de la administración de Maduro. ¿Por qué ellos? Porque son los que tienen el poder y son los que imponen las condiciones para el diálogo. Hay que exigirle al Gobierno que sea serio en su llamado al diálogo.

¿Qué cree que ha faltado que ha hecho que no se haya dado ese cambio hacia la democracia que usted menciona?

—Perseverancia, eso ha faltado. Los cambios no se consiguen de un día para el otro, no se consiguen con algunas acciones estelares, los cambios requieren un gran esfuerzo de unión, de participación, de esfuerzo conjunto, y además estar abierto a muchas posibilidades de acción. Aquí lo que hemos tenido son como etapas intermitentes, hemos tenido grandes oleadas de entusiasmo que de golpe se apaga y después vuelve a prenderse solo para volver a apagarse. Necesitamos una suerte de inercia constante para garantizar el movimiento en la dirección del cambio.

Si pudiera enviar un mensaje a la dirigencia política del país ¿Qué le diría?

—Le diría lo que le dijo la Conferencia Episcopal Venezolana: que me parece que está muy bien dicho en su último comunicado. Señala que el país necesita un cambio radical en la conducción política y señala que ese cambio debe ser por parte del gobierno asumiendo con entereza la labor de detener el mar de sufrimiento venezolano. A la oposición también le pide capacidad para continuar la lucha por la democracia.

¿José Virtuoso se siente optimista con respecto al futuro de Venezuela?

—Yo soy un optimista por naturaleza, siempre veo posibilidades de avanzar. Trato de ser muy realista con respecto a las circunstancias, con los diagnósticos y con las dificultades. Pero soy optimista porque creo en el pueblo venezolano, creo en los políticos y eso me hace pensar que siempre encontraremos la ruta para seguir soñando con una transición democrática.