Nixon Salazar recupera su vida tras superar su adicción a las drogas. Luego de su participación en el programa de formación de barberos de Mi Convive asegura que la gente cambió la percepción que tenía de él.
Caracas. A los 11 años la mamá de Nixon Salazar decidió que la familia se mudaría de Caracas al estado Anzoátegui, bajo el argumento de alejar a su hijo de “la mala vida”.
El esfuerzo fue en vano, pues, durante su adolescencia, los compañeros de clases de un liceo de Barcelona lo incitaron a consumir sustancias ilícitas. En plena adolescencia se convirtió en adicto a las drogas.
Nixon, quien actualmente tiene 20 años, contó que antes de su adicción, era uno de los mejores estudiantes. Llegó a tener las calificaciones más altas de su curso de en los años de bachillerato que completó. Pero eso cambió cuando se vio forzado a dejar los estudios para trabajar.
Para ese entonces, el joven vivía con sus padres y sus hermanos menores. En ocasiones la familia pasaba días sin comer. Pasó de una situación límite a otra, sin un horizonte claro a la vista.
“Tuve que salir a trabajar. Me la pasaba gritando el ‘aseo, el aseo’ de calle en calle. Como ganaba muy poco, fui empleado en una bloquera para poder reunir dinero y venirme a Caracas”, relató.
Regreso a Caracas
En 2017 Nixon logró volver a Caracas y se estableció en Caricuao, con la esperanza de que su vida mejorara. El proceso para dejar las adicciones no fue fácil para él. Esta situación le trajo muchos conflictos familiares y personales.
“Estoy arrepentido de muchas cosas que hice en el pasado. Yo le pedí perdón a mi familia y estoy decidido a seguir adelante”, confesó.
Regresar a Caracas le motivó a continuar sus estudios. Actualmente cursa sexto año en un parasistema de la ciudad. Le resulta complicado pagar la mensualidad, que puede alcanzar hasta los 130 dólares.
El curso de barbería
Aprender un oficio estaba en sus planes. Cuando supo que la organización no gubernamental Mi Convive capacitaba gratuitamente a jóvenes en el área de la barbería se emocionó.
“Tenía muchas ganas de entrar. Me puse en contacto con unas personas de Mi Convive. Me preocupaba no quedar seleccionado, pero un mes después me llamaron”.
Esta oportunidad hizo que las personas a su alrededor cambiaran la percepción que tenían de Nixon. “Antes la gente me veía mal, pero ahora me ven haciendo algo y eso es positivo”.
Para aprender un nuevo oficio tuvo el apoyo de su familia, en especial de su mamá y su abuela.
Durante cinco meses aprendió varias técnicas para realizar diferentes tipos de cortes y manejar los equipos. El pasado viernes, 27 de mayo, fue su graduación como barbero Mi Convive.
Esta organización le otorgó kits de barbería a sus participantes para su formación. Sin embargo, solo pueden hacer uso de ellos durante las clases, prácticas y jornadas de cortes de cabellos en comunidades de Antímano, Caricuao , La Vega y Propatria.
Para obtener un kit de gratuito y de uso exclusivo, los estudiantes deben completar un total de 40 jornadas en comunidades.
Jóvenes sin oportunidades
Ernesto Rodríguez, coordinador de Mi convive, explicó a Crónica.Uno que Mi convive es un programa que busca brindar oportunidades para jóvenes en el desarrollo humano y en la capacitación de algún oficio.
“Una de las problemáticas que vive la juventud venezolana es la falta de acceso y oportunidades, la falta de estudios y trabajos dignos. Nosotros buscamos dar oportunidades a poblaciones en riesgo y jóvenes, y hacemos una intervención”.
Indicó que no solo dan clases de barbería a sus aspirantes, sino que también les brindan atención psicosocial y dictan distintos módulos que incluyen: clases de negociaciones y financiamiento; proyecto de vida; liderazgo; marketing digital; oratoria y fotografía.
Este año, los integrantes de la segunda cohorte de barberos provenían de Antímano, La Vega, Sucre (Propatria) y Caricuao. Un total de 65 jóvenes, de entre 15 y 24 años de edad, recibieron su certificación.
Rodríguez destacó que esta segunda edición fue especial porque fue mayor que la anterior (25 jóvenes) y porque se incluyó a 10 chicas en las capacitaciones.
El viernes, 27 de mayo, fue el acto de graduación, en la Hacienda La Vega. La ceremonia contó con la presencia de Roberto Patiño, presidente de Mi Convive, distintos miembros y colaboradores de la organización y Daniel Kriener, embajador de Alemania en Venezuela.
Nicolle y el negocio familiar
Nicolle quiere ser estilista. Ella también participó en el segundo curso de barbería. Antes de estar en Mi Convive “no tenía mucho que hacer”. Se limitaba a estudiar y ayudar con las labores de la casa.
Actualmente cursa cuarto año de bachillerato. La estudiante confesó que ser parte de esta organización le ayudó a mejorar en sus relaciones interpersonales; era extremadamente tímida y le costaba relacionarse con otros.
El deseo de convertirse en estilista nació durante el curso en Mi Convive. Nicolle está decidida a tener su propio local y aspira que sea un negocio familiar, y que su hermano menor aprenda las técnicas de barbería tal como hizo ella.
“Estaría dispuesta a dictar cursos gratuitos en mi local, para ayudar a otros y que tengan una formación y las herramientas para defenderse en un futuro”.
Al principio de sus clases no estaba segura de continuar, pero conforme pasaron los días, comenzó a gustarle cada vez más.
La joven sueña con estudiar psicología en la Universidad Central de Venezuela (UCV). “Sé que puedo lograr ambas cosas. Voy a hacer lo que sea por ganarme las dos”, expresó optimista.
El día de su graduación en Mi Convive tuvo que dar un pequeño discurso. Entre lágrimas, leyó una hoja de papel que tenía en sus manos, en la que contó su experiencia en este proyecto.
Rodríguez adelantó que planean iniciar un tercer curso para finales de 2022. Los interesados pueden solicitar la información en las redes sociales de Mi Convive. La invitación está abierta para todos.