Jubilados de Pdvsa denuncian que la estatal petrolera incumple con la entrega de medicinas y tiene más de ocho meses que no cancela a las clínicas. Afirman que subsisten gracias a la ayuda de sus hijos.

Monagas. Después de 40 años de servicios a una de las empresas más importantes de Venezuela, jubilados de Pdvsa se ven en la necesidad de salir a las calles a exigir el pago justo de sus pensiones. Los bastonazos, pancantarzos y la entrega de documentos a instituciones como la Defensoría del Pueblo no han servido de mucho a los más de 3.000 trabajadores retirados en Monagas, que exigen el pago de lo que adeuda la petrolera estatal.

Desde 2016 los llamados de este sector de la población se han ido incrementando. Y es que, mientras pasan los años, la deuda aumenta y las soluciones para los pagos puntuales disminuyen. Los beneficios cada vez son menos y las situaciones que deben sortear los jubilados, después de haber dedicado gran parte de su vida a la empresa, son cada vez más difíciles.

Nos quitaron la medicina, las clínicas, las comidas. Falta es que nos quiten el cementerio. Ya los jubilados no sabemos qué hacer”, destacó Jesús Pino, representante de la Asociación de Jubilados de Pdvsa, conocida como AJIP.

jubilados de pdvsa
Foto: Natacha Sánchez

Con 150.000 bolívares mensuales los extrabajadores de la industria más importante del país deben cubrir sus necesidades básicas. Expresan que a duras penas les alcanza para comprar las medicinas, pues tardan más de 20 días en pagar la tarjeta de alimentación.

Nos pagan cuando quieren. La mayoría nos mantenemos por nuestros hijos, que nos ayudan. Pero hay muchos jubilados que se han puesto a limpiar zapatos, a trabajar de vigilantes, porque económicamente no pueden con tanto”, precisó Pino.

En cuanto a las medicinas, deben hacer sacrificios para comprar los tratamientos, pues las farmacias de la empresa no están funcionando en su totalidad.

“Hay personas aquí que tienen enfermedades crónicas y lo que nos dicen los gerentes es que tenemos que aguantar la pela. ¿Por qué no aguantan la pela los altos jerarcas? Ellos no. Ellos agarran un avión a Europa y se atienden por allá, pero nosotros que hemos dado nuestra vida a Pdvsa, y ahora como está quebrada, tenemos que aguantar la pela. No es justo”, enfatizó César Moreno, gerente seccional Temblador.

La deuda, de acuerdo con lo expuesto por los afectados, es millonaria. Sin embargo, no manejan un monto, pues no se han realizado las auditorías para determinar con exactitud lo que adeudan.

Los miembros de AJIP Pdvsa afirman que la industria lleva más de ocho meses sin cancelar a las clínicas, razón por la cual en casos de emergencia o al requerir atención medica rutinaria son enviados al Hospital Central de Maturín, del que –cabe destacar– pacientes han denunciado en varias oportunidades el colapso.

Nos mandan es para el Núñez Tovar (Hospital Central), y eso está colapsado. Hace días a un compañero de trabajo tuvieron que cortarle la pierna porque estuvo cuatro días en la clínica de Temblador sin recibir atención médica. Luego fue trasladado al hospital y estuvo cuatro días más en un pasillo. Cuando pudieron bajar alguito de Caracas, ya no había mucho que hacer y le cortaron la pierna”, detalló Moreno.

Las protestas para exigir la cancelación del fondo de pensionados se realizan a escala nacional y, en el caso de Monagas, los jubilados mencionan que agotarán todas las posibilidades hasta obtener una respuesta satisfactoria o ver reflejado el dinero que les adeudan en sus cuentas bancarias.

Jenny Arreaza, miembro de AJIP, destacó que un mes de aguinaldo y la quincena se traducen en 600.000 bolívares, lo que, a su juicio, no alcanza para cubrir las necesidades básicas, como alimentación y salud.

“Nos estamos muriendo de hambre y Maduro sí sabe. Hay gente que dice que él no sabe nada, pero sí sabe. Él tiene algo en contra de nosotros los jubilados, porque él no es ciego y es consciente de lo que estamos pasando”, puntualizó Arteaga.


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