Aunque simpatizantes del gobierno de Nicolás Maduro convocaron a última hora una manifestación hasta el Ministerio de Educación, eso no impidió que trabajadores del sector público protestaran en la plaza Morelos para exigir mejoras salariales.
Caracas. Gloria*, de 50 años de edad, salió de su casa a buscar trabajo en el centro de Caracas y se encontró con una marcha de trabajadores del sector público quienes exigían mejoras salariales. La mujer es enfermera y renunció hace poco a su cargo por el sueldo insuficiente.
Luego de 12 años de labores en un hospital en Catia, lo que percibió de liquidación fue equivalente a $100 y con eso compró materiales para hacer tortas y flanes para vender de manera informal en el centro.
Gloria salió de Plaza Venezuela a marchar hacia la plaza Morelos, donde se encontraron con el otro punto de la manifestación y tomaron la avenida México. “Esta es la única manera de exigir nuestro derecho como trabajadores, por eso preferí quedarme”.
Este lunes, 16 de enero, estaba planificada una manifestación, por la dignificación de los salarios, frente al Ministerio de Educación, pero en horas de la mañana Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros, anunció que el Ejecutivo Nacional tenía tomadas las adyacencias del organismo y no permitirían el paso.
La convocatoria se redireccionó a la plaza Morelos para darle continuidad a las acciones de protesta que iniciaron el 9 de enero y no se han detenido.
La manifestación de los trabajadores públicos tomó la avenida México, siguió por la avenida Universidad y continuó hasta el Ministerio Público donde un piquete de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariano (PNB) restringió el paso.
Desde temprano simpatizantes de la administración de Nicolás Maduro trancaron el paso en la avenida Universidad y montaron una tarima en la esquina El Chorro para conmemorar el nacimiento del diputado Robert Serra, quien fue asesinado en 2014. La movilización llegó hasta el Ministerio de Educación, punto final al que convocaron los trabajadores públicos que promovieron la actividad.
Un año de protestas
A las manifestaciones por mejoras salariales se unieron diferentes gremios del sector público. El 11 de enero la marcha llevó por nombre “el entierro”, en referencia a la sepultura de los salarios insuficientes y todos los atropellos por parte del Estado.
Mientras que el 12 de enero se llevó a cabo una marcha que salió desde la Universidad Central de Venezuela (UCV), a la que se unieron los estudiantes en apoyo a los trabajadores del sector público.
Educación en emergencia
Ximena*, de 49 años de edad, es educadora en un colegio en El Junquito. Lleva un año sin cobrar porque aún no la han incorporado en la nómina y no recibe remuneración por sus labores de medio tiempo en la institución.
Le corresponde recibir quincenal 130 bolívares. “Protesto por los atropellos, y por mis derechos laborales que son violados a diario”
Keta Stephany, secretaria de Actas de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), aseguró que sin ingresos familiares adecuados y sin educación el Gobierno se retiró de sus deberes. No garantizan una educación de calidad y tampoco pagan salarios.
“No cumplen con los dos elementos fundamentales para salir de la pobreza, el Estado se retiró de sus labores”, dijo.
El último aumento salarial en Venezuela fue el 15 de marzo del 2022 cuando se fijó el sueldo mínimo en 130 bolívares mensuales según la gaceta oficial. Lo que equivalía a 33 dólares al cambio del Banco Central de Venezuela (BCV)
Añadió que se requiere un esfuerzo de capacitación y eso se logra con salarios adecuados para los docentes, que solo deberían dedicarse a impartir clases y formarse en sus áreas.
“El Gobierno está destruyendo la universidad, los concursos de profesores están desiertos y cada vez son menos alumnos. Nadie con un sueldo de $20 se puede dedicar exclusivamente a la docencia”, dijo Stephany.
Trabajadores activos y jubilados del sector público se niegan a dejar las calles hasta que dignifiquen sus sueldos y se respeten sus derechos laborales. Stephany aseguró que esta es una lucha diferente de la que no se debe desistir porque ha llegado a los rincones más recónditos de Venezuela.
El magisterio se levantó en las regiones
En varios estados del país los maestros, empleados públicos y jubilados se unieron a las protestas convocadas en torno al Día del Maestro.
En Anzoátegui, los sectores educación, salud, petróleo y empleados de empresas privadas rechazaron la bonificación de los salarios y la postura que, según indicaron, tiene Fedecámaras de apoyar la medida gubernamental. Empleados públicos calificaron como una esclavitud moderna, el sistema salarial al cual los somete el Ejecutivo Nacional.
Trabajadores del sector público de Táchira aseguran que se requieren mínimo 700 dólares para sobrevivir.
Docentes y trabajadores de otros gremios caminaron por la avenida Bolívar de Maracay, durante la jornada nacional de protesta para exigir sueldos dignos. Lo mismo ocurrió en La Guaira, donde el grupo de profesionales de la enseñanza vociferó consignas contra el bono compensatorio del gobierno. Otro tanto ocurrió en la avenida el Juncal, en Maturín, con maestros, pensionados y personal de salud.
“¡Estamos protestando, no estamos desfilando!”, gritaban los maestros que recorrieron las calles de San Fernando de Apure y llegaron hasta la gobernación del estado, donde ninguna autoridad los recibió.
También llegaron a la gobernación de su estado los maestros zulianos y exigieron ajuste salarial. Por cada 10 docentes, cuatro se han ido del país, según cifras del SUMA Zulia. Asimismo, en las protestas de Ciudad Guayana los docentes aseguran que la deserción del magisterio para buscar mejores ingresos pone en riesgo la educación venezolana.
Un piquete policial impidió que la marcha de docentes y trabajadores del sector público de Aragua, llegara hasta el Consejo Legislativo. En la protesta de maestros en Caucagua, municipio Acevedo del estado Miranda, un dirigente sindical fue agredido en la calle por partidarios gubernamentales vestidos de civil.
De acuerdo con el Observatorio de Conflictos, hubo 51 protestas simultáneas en todo el país por la exigencia de derechos laborales. Dos de esas protestas fueron impedidas y una obstaculizada.
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