Es el segundo largometraje de Ridley Scott estrenado en 2021. Una de las películas más esperadas del año, con un reparto que incluye a Lady Gaga, Adam Driver y Al Pacino

Caracas. Otra de las películas más esperadas del año finalmente fue estrenada: La casa de Gucci, con un elenco tan suntuoso y atractivo como si se tratara de una vidriera de la famosa marca de moda en la que se basa la historia.

Y no es exagerado el elenco. Una trama como la que se muestra en este largometraje merece ser rimbombante desde su anuncio, además si es dirigida por Ridley Scott, quien presenta ante el público su segundo largometraje de 2021, también basado en hechos reales. Fue filmado en el primer semestre de este año. 

La casa de Gucci es una historia de terror. No precisamente porque responda a los códigos del género, sino por la sensación del espectador al ver cómo se cuenta una vida familiar, entre traiciones, conjuras y sorpresas.

La casa de Gucci
Lady Gaga podría ser nominada al Oscar por su trabajo en esta película 

El largometraje cuenta cómo la poderosa empresa de modas se expandió y entró en los nuevos tiempos de la alta costura entre los años ochenta y noventa.

Son casi dos horas y cuarenta minutos de un entramado de estrategias para alcanzar el poder. La casa es un imperio de la moda gracias a los artilugios de Aldo Gucci (Al Pacino), quien es el mandamás de esa segunda generación de la marca fundada en los veinte por Guccio Gucci, mucho más activo que Rodolfo Gucci (Jeremy Irons).

Es el todopoderoso. Por un lado, está su hijo, Paolo Gucci (Jared Leto), a quien considera un inútil que nada puede aportar para mantener el legado. Y por el otro está su sobrino, Maurizio Gucci (Adam Driver), un prometedor estudiante de Derecho que parece estar al margen de la dinámica familiar.

Los senderos se alteran cuando aparece en la vida de todos Patrizia Reggiani (Lady Gaga), la hija del dueño de una modesta empresa de transporte. Maurizio y ella se hacen novios, y al poco tiempo se casan.

La casa de Gucci
El vestuario de la película estuvo a cargo de Janty Yates, ganadora del Oscar por Gladiador

Entonces, la pareja empieza a involucrarse cada vez más en los asuntos de la dinastía, se proponen ganar la confianza de piezas claves, mientras aguardan algunas acciones poco diáfanas para afianzar el paso hacia todo.

La casa de Gucci muestra cómo en esos años la marca se vio cuestionada por el público y competidores, que la consideraban anquilosada, por lo que es necesario un viraje que los adentre en renovadas arenas.

Pero más que una historia del sello en determinado momento, la película trata de la interacción despiadada entre algunos miembros de la familia, quienes sin importar consecuencias, son capaces de embestir cualquier vínculo para lograr metas.

La casa de Gucci
Jared Leto hace un papel secundario que a veces excede su tiempo en pantalla

La película está basada en el libro del mismo nombre de Sara Gay Forden, quien se fijó como objetivo detallar todo lo ocurrido alrededor de uno de los crímenes más conocidos del mundo de la moda: el asesinato en 1995 de Maurizio Gucci por orden de Patrizia Reggiani.

El guion es de Roberto Bentivegna y Becky Johnston, este último nominado al Oscar en 1992 por El príncipe de las mareas

La casa de Gucci tiene una buena propuesta que va desarrollando con esmero y buen resultado, aun cuando por momentos puede caer en la pesadumbre al concentrarse en subrayar dramas secundarios, como la desdicha de Paolo Gucci. Pero su fortaleza reside en Lady Gaga como actriz, quien es la columna de esta historia de suspenso, en la que no se sabe quién es la persona que respira al lado mientras brinda en la misma mesa. Es bien secundada por Adam Driver, como copiloto de un vehículo hacia la perdición.

La casa de Gucci
La familia Gucci ha reclamado que no les hayan consultado para trabajar los personajes del largometraje

El diseño de producción, el vestuario y la fotografía de Dariusz Wolski son otros puntos a favor de este largometraje. Sin embargo, es en su conclusión cuando La casa de Gucci cae. Ese proyecto que se configura desde el principio es resuelto de una manera insuficiente, como si se despachara a último momento para no exceder un límite de tiempo otorgado. 

Más allá de la discusión que pueda generar, especialmente después de la reacción de la familia Gucci contra la obra, a la que considera un insulto al legado que victimiza a Patrizia Reggiani, la película deja una sensación de insuficiencia, de final repentino, aunque también sorpresivo en todos los aspectos, por más paradójico que parezca. 

Aunque tuvo menos promoción, El último duelo, la otra película de Ridley Scott de este año, está mucho mejor lograda que La casa de Gucci

Sin embargo, el cierre abrupto no menoscaba del todo el objetivo de este largometraje, que regala buenos y suficientes momentos de tensión frente a la pantalla. Lástima por esas decisiones de los últimos minutos.


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