La Chinita bajará de su nicho para repartir bendiciones desde el aire

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La Virgen de Chiquinquirá, la Chinita, patrona de los zulianos, no saldrá en procesión este año tras su bajada, debido a la cuarentena por la COVID-19. Habrá un recorrido aéreo por Maracaibo y otros municipios para bendecir a su pueblo, mientras que la Basílica permanecerá cerrada.

Maracaibo. Las fiestas patronales de la Virgen de Chiquinquirá tendrán varios cambios debido a la pandemia de COVID-19. Este año los zulianos podrán ver la bajada de su patrona solo por las redes sociales de la Basílica. Posteriormente, la tablita sobrevolará en helicóptero varios municipios del estado Zulia. La iglesia esparcirá agua bendita y rosas sobre los pobladores.

Nedward Andrade, párroco rector de la Basílica, anunció que a partir del 31 de octubre comienzan las actividades en honor a la Chinita.

Estas fiestas serán inéditas, estamos en medio de esta pandemia, no perdamos el respeto ni el temor al virus, que ha golpeado a la humanidad”. La misa de la bajada será en horario vespertino y la presidirá el arzobispo, monseñor José Luis Azuaje.

Luego del recorrido aéreo, la reliquia transitará la ciudad en el María-móvil y estará un día en la puerta principal de la Basílica para recibir ofrendas y la veneración de su pueblo. “Bajo estrictas medidas de bioseguridad sus hijos podrán tener ese encuentro de amor y fe con su madre”, dijo Andrade, que aclaró que las fechas exactas de las actividades serán informadas posteriormente.

Sobre las promesas, el párroco señaló que se implementará el recurso del subsidio litúrgico o guía aprobado por el arzobispo, monseñor José Luis Azuaje, para que los fieles puedan seguir las celebraciones desde su hogar: “Cualquier devoto frente a una imagen de la Chinita, de manera íntima, puede hacer sus oraciones, súplicas y promesas a la Virgen”.

En homenaje al personal de salud

Como ya es tradición, la Chinita estrenará tres mantos durante las celebraciones. El primero de ellos está inspirado en “La campeona de la salud”, como la llama el pueblo zuliano. El segundo está dedicado al doctor José Gregorio Hernández, y el tercero será un homenaje al personal de salud que ha estado luchando contra la pandemia.

Estas fiestas son un homenaje, en acción de gracias y oración continua, por el personal de salud”, dijo el párroco.

Con el lema: “María, salud de los enfermos”, la iglesia pidió este año que los feligreses cambien sus ofrendas florales por medicamentos e insumos médicos que posteriormente serán donados para contribuir con el trabajo del personal de salud que hace frente a la COVID-19.

Es la primera vez que la imagen de la Virgen de Nuestra Señora de Chiquinquirá no recorrerá las calles cargada en hombros por los Servidores de María. “Sin duda alguna, esta pandemia nos ha exigido sacrificios e impuesto retos. Causa dolor ver cerrada la Basílica Santuario. Será un gran impacto ver una plazoleta de San Juan de Dios vacía el día de la bajada, pero sé que nuestro pueblo ha comprendido que debemos cuidarnos y conservar la salud”, dijo Andrade.

Irrasgui Padrón, presidente de los Servidores de María, dijo a Crónica.Uno que son conscientes de que lo primordial es preservar la vida, sin embargo, no dejarán de servir y estar cerca de la Chinita.

Es un reto muy grande porque no vamos a poder estar como quisiéramos, pero estamos aferrados a Dios para que nos dé sabiduría para entender este tiempo. Es inevitable estar triste, pero también estamos felices porque, a pesar de la pandemia, le vamos a poder rendir honores a nuestra madre como ella se lo merece”.


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