El agua potable disponible para todos es un derecho humano, contemplado así por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Pero, a pesar de ser fundamental, es un problema en múltiples países, sobre todo en los más pobres o en vías de desarrollo. En Venezuela el acceso a agua por tubería es limitado desde hace al menos 15 años y ha sido un racionamiento progresivo que inició desde el interior del país hacia Caracas. Ahora, otro problema es que llega con mal olor y color a las zonas que poco tienen el servicio.