Los comercios no priorizados de Carabobo permanecen abiertos. En el transporte público no se respetan las normas de bioseguridad, mientras el capítulo carabobeño de la ONG Médicos Unidos alerta que los casos de COVID-19 podrían aumentar durante diciembre a raíz de la flexibilización plena anunciada por Nicolás Maduro.

Valencia. Luego del anuncio realizado por Nicolás Maduro el domingo 22 de noviembre, en el que indicó que esta semana sería la última de 2020 con cuarentena radical para prevenir la COVID-19, en la Gran Valencia –que agrupa los municipios Naguanagua, San Diego, Valencia, Guacara y Libertador– no se ha cumplido el mandato, pues los comercios de ropa, ferreterías, zapaterías, entre otros, permanecen abiertos.

Durante un recorrido realizado por el equipo de Crónica.Uno por las principales avenidas de la localidad, se notó la presencia de cuerpos policiales municipales y regionales que no prestan mayor atención para dar cumplimiento a la cuarentena radical, que establece que los ciudadanos no pueden estar aglomerados en locales comerciales, y tampoco hacen respetar el uso obligatorio de tapabocas.

La cuarentena radical que va en paralelo con la escasez de combustible (gasolina y gasoil) ha hecho que mermen las unidades de transporte, por lo que se observó gran cúmulo de personas abordando las unidades colectivas.

El presidente del Sindicato Único de Transporte en el estado Carabobo, Adolfo Alfonzo, señaló que solo están trabajando 625 unidades de gasoil cuando existen 2500 autobuses que usan ese carburante. En referencia a las que funcionan con gasolina, solo están trabajando 540 de 1800 unidades.

Alfonzo destacó que no hay suficiente combustible para abastecer todo el parque automotor de Carabobo, para este 25 de noviembre la única estación de servicio que despachó combustible para los transportistas fue la ubicada en el Big Low Center en el municipio San Diego.

Contrastes

Héctor Fuentes, conductor de transporte público, aseguró que pasa hasta dos días en cola para poder surtir su vehículo de gasoil, y enfatizó que en la actualidad trabaja de 5:00 a. m. a 6:00 p. m. y solo alcanza a reunir unos 20 dólares, cantidad que se le hace insuficiente para mantener su vehículo y a su núcleo familiar.

Victoria Terán utiliza transporte público para trasladarse a su puesto de trabajo cada día, su recorrido va desde el municipio Guacara hasta Valencia, en este tiempo de pandemia siente temor de contagiarse de coronavirus, porque en las unidades no se respetan las normas de bioseguridad.

Para quienes nos cuidamos del COVID-19 sentimos paranoia, porque muchas personas no cumplen con las medidas de bioseguridad. Muchos se quitan el tapabocas al abordar a las unidades, y ni el chofer ni el colector exigen el uso del tapabocas. También me da temor la manipulación de los billetes, relató Terán.

La mujer que tarda hasta hora y media en fila esperando abordar un autobús también señaló que se registran robos dentro de las unidades colectivas, “eso había disminuido, ahora abren carteras, roban celulares”.

cuarentena radical
Pese a estar en semana de cuarentena radical, los negocios llamados no esenciales subieron sus santamarías / Foto: Cortesía

Ante el anuncio de la flexibilización total que se implementará a partir de diciembre próximo, los usuarios de transporte público aseguran que va colapsar, porque hay poca circulación de unidades en las calles, atribuyen el hecho a la falta de combustible.

Casos de COVID-19 podrían aumentar en diciembre

Para el representante de Médicos Unidos capítulo Carabobo, Jorge Pérez, el inicio de la flexibilización amplia podría aumentar el número de casos de COVID-19 en la entidad, pues la pandemia no ha finalizado. Además, indica que la administración de Nicolás Maduro no está reportando la cifra real de casos positivos.

El médico insistió en que la ciudadanía debe tener mayor cuidado y prevención. Sostuvo que se deben mantener de forma estricta las medidas de prevención: uso correcto del tapabocas, distanciamiento social y lavado constante de manos.

Esta flexibilización nos va traer como consecuencia un aumento del número de contagios y lamentablemente vamos a ver el resultado a finales de diciembre e inicios de enero (…) no podemos estar jugando con la gente, no podemos estar jugando a otros intereses para aparentar una normalidad que no existe, aseveró Pérez.

Hasta el 23 de noviembre la administración de Nicolás Maduro contabilizaba 3621 casos de COVID-19 en la entidad.


Participa en la conversación