Yudeinnis Sánchez es una abogada de 41 años de edad, que fue víctima de acoso sexual por parte de su jefe directo, en FundaUnellez, sede Guanare. Desde que denunció su caso ante las autoridades de la universidad fue despojada de sus funciones laborales y a su agresor lo cambiaron de cargo.

Caracas. Yudeinnis Sánchez es una abogada de 41 años de edad, víctima de acoso sexual por su jefe directo. Desde hace cinco años trabaja como subgerente legal de la sede en Guanare de FundaUnellez, una fundación adscrita a la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (Unellez).

Desde que denunció su caso de acoso sexual ante las autoridades de la universidad sus condiciones laborales desmejoraron, fue despojada de sus funciones y su oficina pasó a estar dentro de la biblioteca de la universidad.

Cuando Pablo Campos* agredió por primera vez a Sánchez se había ido la luz en las instalaciones de la fundación. Él le pidió esperar a ver si volvía el servicio, pero luego de casi tres horas ella habló con su jefe porque debía hacer una diligencia en el Instituto Nacional de Tierras (INTI).

Se había ido la luz en las instalaciones de fundación, cuando Pablo Campos* le pidió a Yudeinnis Sánchez quedarse a esperar a ver si volvía el servicio. El corte de electricidad ocurrió aproximadamente a las 10:30 a. m. Sánchez esperó hasta la 1:00 p. m. A esa hora habló con Campos y le dijo que ella debía hacer una diligencia en el Instituto Nacional de Tierras (INTI).

Campos ofreció a Sánchez llevarla en su carro hasta la sede del INTI. En el trayecto le fue comentando que había ordenado hacer unos uniformes para los empleados de la fundación. Mientras iban hablando Campos estiró su brazo derecho y con su mano rozó el seno izquierdo de Sánchez. Él alegó haber sido un impulso.

Yudeinnis Sánchez fue despojada de sus funciones luego de denunciar a su jefe por acoso sexual. Foto: Ivanna Laura Ordóñez

Vaya, pues le dijo Campos a Sánchez cuando llegaron a la sede del INTI. Ella se bajó de la camioneta y entró a las oficinas, allí le dijeron que aún no había respuesta sobre la mesa de trabajo así que fue poco el tiempo que estuvo allí. Cuando volvió al estacionamiento se subió nuevamente al vehículo. Ingeniero, todavía no hay fecha para la mesa de trabajo, fue lo que dijo Sánchez luego de entrar al vehículo. La respuesta de Campos fue abalanzarse sobre ella y pedirle un beso.

Escuche parte del testimonio de Yudeinnis Sánchez:

Un tapaboca cubría la mitad del rostro de Sánchez. En ese momento ella dio gracias a Dios de que sean tiempos de pandemia por la COVID-19 porque el uso de la mascarilla impidió que Campos la besara sin su consentimiento. La mente y el cuerpo de Sánchez quedaron en shock. Yo no esperaba algo como eso, dijo.

Al llegar nuevamente a la oficina ya había sido restituido el servicio eléctrico. Sánchez continuó trabajando, esta vez con una perforadora de papel al lado de su mano derecha. “Si se me llega a acercar otra vez le voy a poner la perforadora por la cabeza”, pensó Sánchez ante otro posible intento de agresión ya que Campos estaba aún en la oficina. Gracias a Dios no pasó a mayores.

Escuche parte del testimonio de Yudeinnis Sánchez:

Griselda Barroso, abogada y directora del Observatorio de Derechos de las Mujeres, explicó que el acoso sexual es un delito tipificado dentro de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y además forma parte de los distintas manifestaciones de violencia contra la mujer.

Este tipo de violencia en contra de la mujer dentro del ámbito laboral es constante. Más de lo que nos podemos imaginar, añadió Barroso. Sin embargo, en Venezuela no se puede hablar de cifras porque ninguna institución estatal registra estadísticamente estos hechos. Aunque el país se rige por la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y la Convención de la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer.

ONU Mujeres estima que en todo el mundo una de cada tres ha experimentado alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de una pareja íntima, o violencia sexual perpetrada por alguien que no era su pareja (30 % de las mujeres tienen 15 años o más).

Basada en las estadísticas internacionales, Barroso plantea que si en el país se lograra el levantamiento de cifras sobre el tema del acoso sexual dentro del ámbito laboral, al menos siete de cada 10 mujeres asegurarían ser víctimas de acoso sexual en los sitios de trabajo.

Yudeinnis Sánchez solicitó a las autoridades de la OPSU que le sean restituidas las funciones de su cargo como subgerente legal de FundaUnellez. Foto: Ivanna Laura
La denuncia

Luego del episodio dentro del vehículo de Campos, siguieron comentarios sobre la apariencia física de Sánchez, su vestimenta o su cabello. Después de eso me cohibía hasta de ir a la oficina con el cabello secado por el tipo de comentarios morbosos que me hacía y que me hacían sentir incómoda.

En la actualidad Sánchez se encuentra despojada de las funciones de su cargo dentro de FundaUnellez. Luego de acudir por segunda vez a la vicerrectoría de la universidad, para plantear el desacato de la medida de protección otorgada por el Ministerio Público, fue puesta “a la orden de recursos humanos”, por lo que ahora trabaja en un espacio de la biblioteca de la universidad, solo cumpliendo horario.

Sánchez relató que Campos la hacía sentir que ella debía estar en deuda con él por el cargo que ocupaba, a pesar de que entró a la institución en 2017 y Campos pasó a ocupar el cargo de gerente en 2021. Seis meses después de que el hombre se convirtió en su jefe ocurrió el episodio en el vehículo.

Llegó un momento en que yo no aguante más la situación, recordó Sánchez. Ella ya había comentado lo ocurrido a sus compañeras de trabajo, hasta que finalmente tomó la decisión de hablarlo con el rector de la Unellez y presidente de FundaUnellez, Alberto Quintero, quien a su vez, lo comentó con el vicerrector de la sede de Guanare, Job Jurado.

Escuche parte del testimonio de Yudeinnis Sánchez:

Hay más mujeres víctimas de acoso sexual dentro de la Unellez y FundaUnellez pero tienen miedo de hablar porque han visto cómo la universidad ha manejado la situación de Sánchez. Ellas han visto cómo las autoridades me han catalogado de loca, de chismosa, de mentirosa. Eso ha hecho que se cohíban.

Luego de que Sánchez denunció el hecho ante las autoridades universitarias, decidió también denunciar ante el Ministerio Público, donde le fue otorgada una medida de protección. Con esta medida acudió nuevamente a su sitio de trabajo, pero su agresor siguió a tres metros de distancia de su oficina. Luego de que la medida no fuera acatada, Sánchez volvió al Ministerio Público.

¿Cómo se puede sentir una mujer después de que su jefe le hace ese tipo de insinuaciones? Estábamos en un espacio cerrado, solos y él se aprovechó de esa condición.

Desde ese día Sánchez siente una mezcla de miedo, rabia e impotencia por lo sucedido y por cómo las autoridades, tanto universitarias como judiciales, han reaccionado a su caso. Cada vez que se sube al autobús, que funciona como transporte de la FundaUnellez, siente las miradas sobre ella porque para la colectividad universitaria su denuncia es una mentira.

Diyuli Chourio, abogada y presidenta de la Fundación Vida Jurídica, explicó que cuando existe una medida de protección está debe ser respetada a cabalidad y que el despojamiento de las funciones de un cargo incurre en una especie de despido indirecto, una acción que se puede considerar como acoso laboral.

Para otorgar una medida es porque hubo pruebas que lo inculpan de dicha denuncia. Entendemos que le falta mucho al sistema judicial penal sobre perspectiva de género, más esto no los exime del cumplimento, protección y atención a la víctima.

La fundación Vida Jurídica estima que siete de cada 10 mujeres no se atreven a denunciar casos de violencia. Foto: Ivanna Laura Ordóñez

Chourio detalló que en Venezuela existen más de 104 tribunales dedicados al tema de la violencia contra la mujer, casi 96 fiscalías, dos de ellas de atención de casos de femicidios, que siguen incurriendo en situación de revictimización en este tipo de casos. Por esta razón Fundación Vida Jurídica estima que en el país siete de cada 10 mujeres no se atreven a denunciar su caso de agresión.

Respaldo de organizaciones feministas

Este martes 8 de marzo, a propósito del Día Internacional de la Mujer, la organización feminista Comadres Púrpura acompañó a Yudeinnis Sánchez a entregar un conjunto de firmas, recolectadas vía internet, ante la sede de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), en el Centro de Caracas.

En dicha petición Sánchez solicitó que le sean restituidas las funciones de su cargo como subgerente legal de FundaUnellez, y que, además, Campos sea sancionado por las autoridades universitarias. Su agresor fue removido de su cargo de gerente, pero fue asignado a otras funciones dentro de FundaUnellez, según la versión de Sánchez.

Durante la actividad, Sánchez solicitó ser atendida por Tibisay Lucena, ministra de Educación Universitaria. Sin embargo, su petición solo fue atendida por el director general del Despacho del ministerio, Yormar Rubio, quien se comprometió a dar respuesta a Sánchez.

Este jueves 10 de marzo Yudeinnis Sánchez fue notificada de una orden de reincorporación de sus labores firmada por el vicerrector de Unellez-Portuguesa, Job Jurado. Sin embargo, dicha arden aún no ha si ejecutada.

(*) El nombre Pablo Campos es ficticio, a petición de la víctima quien prefirió preservar el nombre real del agresor.

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